Juan Carlos Jiménez / Agencia Reforma

Qatar

Tigres terminó su histórica participación en el Mundial de Clubes con las manos y la frente en alto. Por las estadísticas del partido y por lo visto en la cancha, Bayern Munich fue muy superior a los felinos, pero no lo pudo reflejar en el marcador al imponerse apenas por 1-0 y con un gol que no debió contar.
El equipo de Ricardo Ferretti se exigía al máximo para defenderse del futbol asfixiante de la maquinaria alemana cuando Nahuel Guzmán salió para disputar un centro con Robert Lewandowski, quien tocó con la mano el balón que terminó empujando Benjamin Pavard para el 1-0 al minuto 59.
Y aunque el árbitro uruguayo Esteban Ostojich consultó con el VAR, lo hizo sólo ante la sospecha de fuera de lugar del delantero polaco, que estaba habilitado por Carlos Salcedo. Lo que nunca vieron fue que Lewandowski sacó ventaja con la mano y el gol debió ser anulado.
Fue la única manera en que la pelota pudo entrar al arco felino, en uno de los nueve remates alemanes, en un reflejo de su dominio, como lo marcó el 55 por ciento de posesión de pelota que tuvieron.
Aunque la postura del equipo de Ricardo Ferretti fue de tener la pelota en los primeros minutos, fueron asfixiados por la velocidad y corpulencia del rival. Y en las descolgadas les faltó el toque final para concretarlas.
Alphonso Davis desbordó cuántas veces quiso por derecha porque Luis Quiñones, habilitado a perfil cambiando no le ayudaba al Chaka Rodríguez con la marca, hasta que Tuca los cambió de lado y Javier Aquino tapó más.
Si no era con barridas de Carlos Salcedo, se defendían con despejes apurados, como cuando Aquino rechazó al centro, donde Joshua Kimmich quedó frente el arco y anotó con un cañonazo cruzado, pero tras revisar el VAR, el gol fue anulado al considerar que Lewandowski, en fuera de lugar, interfirió en la jugada.
Rafael Carioca y Guido Pizarro tampoco impusieron condiciones ante Kimmich, Leroy Sane y Serge Gnabry que penetraban por todos lados. Con ellos, el Bayern no extraño a Thomas Mueller, ausente por Covid-19.
Y en cambio, el plan felino de buscar que Carlos González retuviera balones para generar descolgadas o alguna falta, no funcionó porque perdió casi todos sus duelos ante Nicklas Suele, quien sustituyó a Jerome Boateng.
Aún así, el paraguayo logró peinar un balón en saque de banda que Gignac estuvo muy cerca de enganchar en el área.
Era el 1-1, pero también se salvaron del 2-0 cuando Nahuel no atajó bien un disparo y el balón fue al poste o cuando Salcedo regresó mal de cabeza y el portero felino tuvo que regresar para recuperar la pelota casi en la raya de gol.
Así de apretada fue la derrota ante el segundo equipo que gana todos los títulos posibles, pues sólo el Barcelona del 2009 había logrado el “sextete”.
El resultado dejó decepcionados a los felinos, pero está claro que dejaron la vara muy alta para los siguientes clubes mexicanos que acudan al Mundial.
“Gracias por el apoyo (a México) y vamos a regresar más fuertes, y esperemos que en las próximas ediciones varios equipos mexicanos puedan llegar a la Final”, sentenció Gignac al finalizar el partido.
Los Tigres tocaron el cielo en Qatar y ya vienen de regreso, hoy aterrizan en Nuevo León.
Por su parte, Ricardo Ferretti reconoció la superioridad del Bayern Múnich, pero cuestionó el porqué el árbitro no revisó la jugada del gol de Benjamin Pavard en el VAR ante la probable mano de Robert Lewandowski.
“No quiero poner en tela de juicio, ni la integridad ni la honestidad de nadie, pero creo que en estas circunstancias de lo que se está disputando, el árbitro debió tomarse la molestia de ir a ver y revisar él, pero confió en las otras personas y ellos dieron por bueno un gol que no es válido, pero fue el que al final determinó que ellos han ganado este título.
“Pero no puedo decir que la derrota fue por la equivocación del árbitro, cuando en otros aspectos nosotros debimos tener una mejor actuación para aspirar a lo que pretendíamos que era ganar el campeonato”, mencionó Ferretti.
Ferretti aceptó que no hay discusión en qué equipo fue mejor en la cancha, atribuyendo que el Bayern no los dejó salir jugando.
“No hay ninguna excusa, ellos tuvieron mejor posesión que nosotros, esto es indudable, y se refleja en las llegadas que tuvieron, algo de lo que carecimos nosotros y no hay ninguna excusa, ellos nos superaron.
“Lo que le faltó al equipo fue una mejor posesión de balón, pudimos defender adecuadamente por lapsos”, explicó el DT.
Nahuel Guzmán no se quedó con las ganas y en la premiación se acercó a Robert Lewandowski para comentarle sobre su mano en el gol del Bayern.
En el video de la televisión se apreció cuando Nahuel felicita a Manuel Neuer y luego se acerca al polaco para hacerle la señal de que tocó el balón con la mano en el gol que decidió la final.
Lewandowski lo niega, pero algo más le dice Nahuel para insistir sobre el tema.