El equipo que dirige Gattuso logra el título al imponerse 4-2 en penaltis. El delantero mexicano Hirving Lozano se queda en la banca del estadio Olímpico de Roma, donde se disputa la final del torneo que marcó el regreso del futbol italiano después del paro por la pandemia
Europa Press Roma
Junio 18, 2020
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Roma
El Nápoles levantó ayer su sexta Copa de Italia después de imponerse en la tanda de penaltis 4-2, desenlace en el que también fue mejor el cuadro de Gattuso, ya que mereció antes el título que impidieron las paradas de Buffon durante los 90 minutos.
El delantero mexicano Hirving Lozano no vio acción y se quedó en la banca del equipo napolitano.
El conjunto napolitano, en crisis a finales de 2019, con los jugadores en rebeldía, concentraciones obligatorias de su presidente y finalmente el despido de Ancelotti, celebró un título que no levantaba desde 2014 ante una Juventus irreconcible.
El título copero, que marcó el regreso del futbol en Italia tras el coronavirus la semana pasada, terminó en las vitrinas del Nápoles con justicia. Cristiano Ronaldo tuvo la primera en el inicio, pero después desapareció. Al luso no le está sentando bien el futbol a puerta cerrada, pero nadie brilló en los de Turín.
El Nápoles fue un muro en el Olímpico de Roma y Insigne mandó un balón al palo en una falta directa. El ariete se encontró con Buffon al igual que Demme antes del descanso, siendo el meta italiano de 42 años el mejor de su equipo. En la segunda parte no hubo reacción de una Juventus sin ninguna llegada con peligro.
Politano y Milik tuvieron otras dos para los de Gattuso y en el descuento, un milagro entre el palo y Buffon impidió el gol napolitano. Pese a perdonar, la tanda también fue del Nápoles, ya que Dybala y Danilo fallaron los dos primeros lanzamientos de la Juventus. Milik selló el título de un Nápoles renacido.