Staff / Agencia Reforma

Ciudad de México

La Liga MX alista el inicio del Apertura 2020 tras cancelar el Clausura debido a la pandemia del Covid-19, pero el regreso del futbol mexicano será sin afición y con muchos detalles diferentes.
El torneo podría arrancar el 17 o 24 de julio, razón por la que los clubes están por iniciar su pretemporada.
El retorno será bajo un protocolo sanitario, diseñado por la Liga MX bajo aprobación de la Secretaría de Salud, que contempla la medida principal de jugar los partidos a puerta cerrada.
Dicha determinación se tomó el 22 de mayo en Asamblea Extraordinaria de la Liga MX, cuando se decidió también concluir el Clausura, tanto de Liga MX varonil como femenil.
El Apertura se disputará sin afición hasta que la Secretaría de Salud permita lo contrario.
También habrá modificaciones en la logística de los clubes, desde sus entrenamientos hasta los viajes para afrontar sus compromisos de visitante.
Para algunos equipos, el inicio de su pretemporada sería en lugares donde el semáforo de reapertura de la Secretaría lo permita. Así arrancarían los entrenamientos fuera de su sede.

Van por tierra

Los clubes de la Liga MX aún delinean la logística para afrontar sus partidos como visitante en el Apertura 2020, pese a la pandemia del Covid-19.
Los equipos esperan noticias del circuito para saber si habrá algún protocolo unificado para todos los desplazamientos, pero ya arman sus opciones.
La mayoría tiene claro que para viajar será ahora más común la vía terrestre y no aérea, para minimizar el riesgo de contagio.
Con la pandemia, los clubes echaron una ojeada a las visitas que les restaban en el Clausura 2020, para ver cuáles destinos eran ahora viables para llegar en autobús.
Ahora mirarán el nuevo calendario para conocer cuáles serán sus desplazamientos y ahí estudiar posibilidades de viajar por carretera.
Otro tema que trabajarán los equipos de la mano de la Liga MX será el hospedaje, pues el organismo podría seleccionar hoteles sede para todos los clubes en las diferentes ciudades.

La Femenil

La Liga Femenil está a la espera de que los directivos den a conocer las fechas oficiales del regreso del futbol, para comenzar a hacer planes sobre trabajos de pretemporada y ajustes en las diferentes plantillas.
Sin embargo, hay equipos que ya iniciaron con los cambios y el futbol de estufa. San Luis dio de baja a 10 jugadoras y a su cuerpo técnico.
En Xolos también hubo relevo. Carla Rossi dejó el timón y su lugar será ocupado por el colombiano Franky Oviedo.
Monarcas la está pasando mal, ya que nadie se ha tomado la molestia de informarles a las jugadoras qué va a pasar con ellas, y mientras al cuadro varonil ya le indicaron que el equipo se muda a Mazatlán, las mujeres no tienen idea, pues los contratos de la mayoría terminaron el 31 de mayo.

Adiós costumbres

Pruebas de Covid-19, concentraciones en solitario y partidos sin ceremonia protocolaria son algunos de los cambios que se avecinan para la nueva normalidad en la Liga BBVA.
Lo principal será revisar que nadie llegue contagiado, por lo que además de las pruebas, que incluso algunos equipos ya han realizado a sus jugadores y staff, la sanitización de espacios y revisión de temperatura a los empleados será constante.
Durante los entrenamientos también habrá nuevas prácticas como ducharse en casa y no compartir botellas de agua.
Rumbo al Apertura 2020, las directivas trabajan temas como las concentraciones, que serían en dormitorios individuales, y los viajes en los que optarían por usar la vía terrestre.
Otro de los cambios se daría en los protocolos tanto de juego como el post partido. Los equipos ya no harán la ceremonia de presentación, pues saldrán directo de los vestidores a su posición en el campo.
Además se reducirá el número de representantes de los medios de comunicación y el contacto con los futbolistas, pues las conferencias y zonas mixtas serían eliminadas.

Manda la FIFA directrices

La FIFA comparte con cada una de sus 211 federaciones miembro un documento con directrices para la reanudación del futbol.
Se exige un distanciamiento físico y aumento de las medidas de higiene a largo plazo, tanto en los entrenamientos como en la competición. Se incluyen acciones como el desinfectar regularmente el equipamiento deportivo, establecer caminos de dirección única para limitar la interacción en áreas de concentración de los equipos (hoteles, campos de prácticas), tirar pañuelos en un contenedor.
También se destaca la necesidad de realizar test y chequeos médicos diarios.