Anotó Henry Martín y el choricero Gastón Sauro hizo un autogol
Édgar Contreras / Agencia Reforma Ciudad de México
Julio 04, 2020
Édgar Contreras / Agencia Reforma
Ciudad de México
En la “nueva normalidad”, América y Toluca mantienen sus viejas costumbres.
Las Águilas se impusieron 2-0, con un tanto de Henry Martín y autogol de Gastón Sauro en su debut en la Copa por México, ante unos Diablos Rojos que siguen a la baja, como en el Clausura 2020.
Un juego en el que destacaron las medidas sanitarias y que tuvo como ingredientes un aguacero y hasta un apagón poco antes del minuto 45 en el Estadio Olímpico Universitario.
En el contexto de la pandemia por Covid-19, los jugadores del Toluca llegaron en camionetas para evitar la aglomeración. Ya traían puesta la ropa de entrenamiento, con lo cual permanecieron poco en el vestidor, como dicta el protocolo sanitario. El técnico José Manuel de la Torre utilizó cubrebocas y goggles.
Eso fue lo más llamativo de los choriceros, que en lo futbolístico fueron superados.
El América exhibió su poderío. Al 12 ya ganaba luego del gol de Henry, quien aprovechó un rechace del portero Luis García, tras un disparo de Emanuel Aguilera, complicado tanto por la cercanía como por la lluvia.
Los Diablos Rojos ni siquiera cruzaban la media cancha. Las Águilas tejieron bien sus jugadas, apostaron por la circulación de balón, cambios de juego, paredes como aquella en la que Henry dejó en el mano a mano a Roger Martínez, quien definió mal.
El segundo gol llegó al 43, cuando Giovani dos Santos arrancó por izquierda, mandó un centro raso y el central Gastón Sauro resbaló, con tan mala suerte que desvió el balón hacia su propio arco.
A medio minuto del final llegó el apagón. El árbitro tuvo criterio y mandó a los jugadores a descansar.
El América saltó a la cancha en el complemento con 10 cambios, incluidos Emilio Sánchez y Adrián Goransch, jugadores prometedores, mientras que el Toluca modificó a todo el equipo. Esa también será parte de la “nueva normalidad” ya que la crisis económica orilló a los equipos a hacer pocas contrataciones.
No hubo más sorpresas, pese al ímpetu de los jóvenes azulcremas por incrementar el marcador, así como el hambre de los sustitutos escarlatas, entre ellos el ex americanista Haret Ortega.
Para fortuna de ambos cuadros, tampoco hubo lesionados, un gran riesgo por la lluvia y por los 110 días sin que el balón rodara en canchas mexicanas.