Tras los ataques en el corredor de Xochipala a Filo de Caballos no hay labores en unos 18 pueblos de Chichihualco y Zumpango, informan vecinos y la Policía Ciudadana
Zacarías CervantesChilpancingo
Septiembre 08, 2018
A raíz de la violencia que resurgió el miércoles pasado en los pueblos del corredor de Xochipala a Filo de Caballos, maestros de las escuelas de unos 18 pueblos de los municipios de Leonardo Bravo (Chichihualco) y Eduardo Neri (Zumpango), suspendieron sus actividades y las escuelas fueron cerradas, denunciaron pobladores de la zona y la coordinación de la Policía Ciudadana de esos dos municipios.
Además, parte del personal médico del Hospital Básico Comunitario de Filo de Caballos dejó de asistir a sus labores por temor a la violencia, en tanto que las empresas distribuidoras de productos también suspendieron sus actividades.
El jueves el gobernador Héctor Astudillo Flores declaró en Acapulco que la situación en los pueblos de la sierra se había “normalizado” porque ya hay presencia de la Policía Estatal y del Ejército, y dijo que espera que así siga, luego de que el miércoles hombres armados atacaron varios pueblos de la sierra de los municipios de Zumpango y Chichihualco, donde hubo un policía rural muerto y cuatro heridos en la comunidad de La Laguna.
Sin embargo, ayer la coordinación de la Policía Ciudadana informó que a pesar de la presencia del Ejército y la Policía Estatal la situación no se ha normalizado, porque las escuelas de al menos 18 pueblos de esos dos municipios están cerradas debido a que los maestros se niegan a ir a lababorar por temor a la violencia.
Eran de maestros dos de los vehículos incendiados; informan a la SEG que no irán a la zona
En el ataque del miércoles al menos dos vehículos de los que fueron incendiados por civiles armados de la autoidefensa de Tlacotepec, en el tramo Casa Verde-Xochipala, eran de maestros que se dirigían a las escuelas Coronel Robles y Vicente Guerrero de la zona 011, según el oficio 016 enviado por el supervisor al secretario de Educación José Luis de la Vega Otero, en el que le informa que mientras no se normalice la situación, los maestros “no subirán a sus centros de trabajo y que sólo se estarán presentando a firmar su hora de entrada y de salida a la supervisión, para que no se vean afectados en sus salarios”.
En el escrito el funcionario de la SEG informa al secretario de Educación que el miércoles “fueron despojados de sus pertenencias (auto celular y dinero) dos compañeros que iban rumbo a la escuela, este hecho se suscitó antes de llegar a Xochipala”, dice el escrito. También reporta que “la mayoría de los maestros fueron atemorizados por personas encapuchadas que salieron de la maleza”.
La coordinación de la Policía Ciudadana informó que son más de 50 escuelas cerradas de nivel preescolar, primaria, secundaria y telebachillerato de unas 18 comunidades desde el miércoles pasado cuando resurgió la violencia en La Laguna, municipio de Eduardo Neri, así como en Puentecillas, El Ranchito y Carrizal, del municipio de Leonardo Bravo.
La coordinación de la recién creada Policía Ciudadana que tiene su base en Los Morros y Filo de Caballos dijo que los maestros han advertido que mientras no haya garantías de seguridad no volverán a sus centros de trabajo, porque la presencia de los militares y policías estatales no será permanente en los pueblos, en cuanto se “calman las cosas en apariencia” las fuerzas federales y estatales abandonan la zona y los grupos armados vuelven a irrumpir.
Enfermeras del Hospital Básico Comunitario fueron buscadas cuando se refugiaron del ataque
Asimismo, vecinos de Filo de Caballos informaron que el miércoles personal médico del Hospital Básico Comunitaria de esa población viajaba en la Combi de la ruta Chilpancingo-Filo de Caballos que fue incendiada entre Casa Verde y Xochipala.
Contaron que el personal médico fue obligado a bajar de la unidad con el resto de los pasajeros, y después le prendieron fuego e hicieron varios disparos. Los pasajeros y los trabajadores del hospital, entre estos enfermeras con uniformes, corrieron a esconderse en una casa vecina, a donde un grupo de civiles armados llegó preguntando quién de los que estaban allí escondidos eran enfermeras.
Informaron que el resto de los pasajeros respondieron que nadie, en tanto que otro grupo escondía a las trabajadoras con uniforme para salvarlas de que se las llevaran por la fuerza, porque suponen que entre los agresores alguien iba herido y necesitaba atención médica.
Según los pobladores más de la mitad del personal del hospital que está en Filo de Caballos dejó de asistir a su centro de trabajo desde el miércoles, y las actividades han disminuido en un 50 por ciento.
El personal de este hospital atiende a habitantes de más de 100 pueblos de los municipios de Heliodoro Castillo, Leonardo Bravo, Eduardo Neri y Chilpancingo, y en tiempo de paz está abierto las 24 horas todos los días del año, contó uno de los pobladores.
Informó que este hospital presta atención médica de segundo nivel, medicina general, urgencias y servicios a la comunidad y que atiende a la población de los cuatro municipios con una plantilla de 60 trabajadores, de los cuales 14 son médicos generales, tres especialistas, dos ginecólogos y un pediatra, además 19 enfermeras. El resto es personal administrativo.
Las instalaciones cuentan con 12 camas, seis para hombres y seis para mujeres y la mayoría de los pacientes que acuden son mujeres embarazadas.
Actualmente por la falta de atención los pacientes tienen que trasladarse en vehículos particulares al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo para recibir atención médica, dijo el vecino de Filo de Caballos.
Asimismo debido a la violencia que resurgió el miércoles las empresas distribuidoras de productos dejaron de surtir las tiendas de todos los pueblos de la zona y han anunciado que no reanudarán sus actividades hasta que haya certeza de seguridad.