Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Familiares del comisario de Las Conchitas, anexo del ejido de Ciénega de Puerto Alegre, municipio de San Miguel Totolapan, Carlos Márquez Oyorzábal, asesinado y desmembrado el sábado pasado, clamaron seguridad “urgente” del gobierno, debido a que fueron amenazados de muerte por el grupo delictivo que mató al campesino ecologista.
En un primer video aparecen 11 niños –uno de ellos en brazos de su madre– y cuatro mujeres. Están apiñados afuera de una casa de adobe, visiblemente aterrados, algunos sollozan. En un segundo, dos niños y dos niñas lloran abrazados alrededor de su madre.
Y en un audio, la hermana del comisario Márquez Oyorzábal, habla: “Nos encontramos en Las Conchitas, necesitamos seguridad lo más pronto posible, porque la verdad que ya nos torturaron bien feo; primero empezaron con mi hermano, lo torturaron bien feo y dicen que van a acabar con todos nosotros, con toda la familia, con los niños y que nos van a quemar”.
Pide que “lo que se pueda hacer” por ellos, “lo queremos lo más pronto posible, que se muevan rápido, porque la verdad esto urge”.
Reprocha entre llanto: “Cuando a mi hermano lo estaban torturando nosotros hablábamos, pedíamos apoyo y nadie nos escuchaba. Nadie nos hizo caso, y lo siguieron torturando”.
Enseguida, se escucha la voz entrecortada por el llanto de un niño, que dice: “Yo ya no quiero que siga pasando esto, a mi tío lo mataron y yo no quiero que siga pasando esto. Dicen que nos van a venir a matar, a descuartizar, como le hicieron a mi tío”.
Otra niña, hija de la víctima, también interviene llorando: “Mataron a mi papá. No quiero que nos sigan matando, queremos que nos apoyen a todos. Estamos encerrados en una casa de Las Conchitas”.
En el video, en el que aparecen 11 niños y cuatro mujeres en la puerta de una casa de adobe, se escucha la voz de una mujer. “Necesitamos apoyo lo más pronto que se pueda. Estamos aquí, inseguros, en una casa de adobe. Ya no tenemos salida, nos sentimos atrapados. Ya no tenemos fuerzas para caminar, ya no aguantan nuestras fuerzas. Sentimos que ya no podemos resistir más cosas”.
Refiere que ya se les está acabando todo, “todas las fuerzas de la vida”.
Una segunda mujer agrega que ya se están quedando sin cosas de comer “y ya no podemos ir a traer, los carros ya no sirven, necesitamos apoyo del gobierno, pero rápido, porque si no, nos van a venir a matar, ya nos dijeron. Por favor”.
El video termina cuando, a lo lejos, se escucha la voz de un niño llorando que demanda: “Necesitamos ayuda”.
En el segundo video se observan dos niñas y dos niños abrazando a su madre. Todos lloran. En este se escucha la voz de otra mujer que clama: “Por favor, mándenos al gobierno, necesitamos que nos lo manden, porque la verdad es muy feo lo que nos está pasando, ya no queremos que nos sigan pasando más cosas”.