EL-SUR

Jueves 27 de Junio de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Desplazados de la sierra refugiados en Chichihualco piden regresar a sus casas

Los comunitarios que ocuparon Filo de Caballos les robaron sus cosechas, animales, pertenencias y en algunos casos viviendas, denuncia Crescencio Pacheco. Los saqueos siguen ante la presencia de militares y policías, denuncia

Zacarías CervantesChilpancingo

Diciembre 13, 2018

 

Al cumplir un mes refugiados en el auditorio de Chichihualco, los desplazados de comunidades del municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco) por la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) exigieron ayer a los gobiernos federal y estatal que los regresen a sus casas, y que repliegue a los civiles armados que siguen en Filo de Caballos, para garantizar su seguridad.
En conferencia de prensa el mediodía de este miércoles, los representantes de los desplazados Crescencio Pacheco González y Alma Delia Barragán declararon que no quieren pasar la Navidad y el Año Nuevo fuera de sus casas y de sus pueblos.
Dijeron que les preocupan los 150 niños menores de 14 años y los 20 adultos mayores porque ha llegado la temporada de frío y duermen en el piso, y sin el abrigo suficiente.
Informaron que el total delos desplazados varia de 400 a 500 porque la mayoría se fue a vivir con sus familiares a otras ciudades, o se han ido de migrantes o jornaleros. Los primeros días del desplazamiento se informó que había de mil 600 a 2 mil desplazados.
Pacheco González denunció que a un mes de que abandonaron sus casas han perdido todo porque los que se dicen policías comunitarios les robaron sus cosechas, sus animales, sus cosas que tenían en sus casas, y en algunos casos se han apoderado también de sus viviendas.
Denunció que los saqueos siguen aún ante la presencia de los soldados y policías estatales que no hacen nada por evitar los robos.
Cuando la conferencia había terminado sorprendió un niño de 10 años, estudiante de quinto grado de la escuela primaria Benito Juárez de Los Morros. Bajó de las gradas abriéndose paso entre los desplazados y se sentó en medio de Pacheco González y Alma Delia, sin más, soltó: “Yo lo que le pido al gobernador es que haga su trabajo, que nos ayude a sacar a la gente mala que está en nuestros pueblos para que nosotros podamos regresar a nuestras casas”.
Entre sollozos siguió: “yo ya no quiero seguir aquí, ya me cansé de seguir aquí. Allá dejé a mis abuelitos y ellos ya no pueden caminar. Quiero regresar a mi casa”.
Insistió, “le pido al gobernador que nos ayude a sacar a la gente de Tlacotepec para que nosotros podamos regresar. Yo quiero estudiar, quiero ir a la escuela”.
Antes, Pacheco González dijo que ya tienen un mes fuera de sus casas y comunidades de donde fueron sacados por quienes se hacen llamar policías comunitarios, y que el gobierno no ha hecho nada, aun cuando recordó que el gobernador Héctor Astudillo ha dicho que los grupos de civiles armados no pueden hacerse responsables de la seguridad pública.
Expresó que todo mundo sabe, “el obispo, el secretario de Gobierno Florencio Salazar, el propio gobernador Astudillo, quién está detrás de los civiles armados que nos desplazaron, pero no actúan para retirarlos”.
Reprochó que las autoridades ni si quiera les han ido a decir cómo está la situación, por qué no pueden retirar a los comunitarios y cuánto tiempo van a permanecer así, fuera de sus casas, y quien se va a hacer cargo de la seguridad en la zona de la sierra.
“Si el gobernador no puede retirarlos, cuando menos que nos venga a dar la cara y nos venga a dar personalmente una explicación”, demandó.
Agregó que a un mes de que se refugiaron aquí ya se encuentran en condiciones “no gratas, se nos está acabando todo el apoyo. El gobierno ha dicho que nos está brindando todo el apoyo pero no es cierto”.
Aseguró que la última remesa de despensas que les llevaron del gobierno estatal fue el 16 de noviembre. Dijo que a partir de entonces se ha encargado el municipio y la gente de la cabecera municipal.
Informó que desde entonces “tampoco se ha venido a parar nadie del gobierno y no sabemos qué pasa ni qué traman”.
Contó que ayer por estar fuera de sus pueblos incumplieron con las costumbres de su fe religiosa que es la veneración a la Virgen de Guadalupe, y que no quieren pasar Navidad y Año Nuevo fuera de sus casas porque son fechas de reconciliación y de unidad familiar.
“Pedimos a los gobiernos federal y del estado que se sensibilicen, que nos regresen a nuestros pueblos o que nos den una explicación y nos digan hasta cuándo vamos a seguir así”.
También denunció que a un mes de que dejaron sus casas siguen los saqueos, y que ya han perdido todo, “hemos perdido completamente todos nuestros bienes, la cosecha, animales, las cosas que teníamos en nuestras casas y algunos hasta estas han perdido porque los comunitarios se las han apropiado para vivir”.
También dijo que han perdido su convivencia y sus tradiciones.
Denunció que no entienden por qué los saqueos de siguen cometiendo ante la presencia de militares y policías estatales.
Acusó a las autoridades de inacción y omisión, pues dijo que “ya pasó un mes para que el gobierno realizara una investigación y se hiciera llegar información de lo que pasó, y actuar contra los responsables pero todavía no hace nada, por eso hoy le exigimos que nos regrese a nuestras casas, ya no queremos seguir aquí”.
Dijo que lo que más desean ahora que se acercan las fiestas de diciembre es “llegar a nuestras casas y restablecer nuestra vida como Dios manda. Toda la gente está sufriendo aquí, tenemos 150 niños y 20 adultos de la tercera edad y son los que más recienten el frío, porque duermen en el piso”.
Alma Delia Barragán quien salió de Los Morros con sus seis hijos y su esposo negó que hayan dejado sus pueblos porque deben algo, como han dicho los comunitarios, añadió que se salieron porque temen por la vida de sus hijos, y reclamó que el gobernador no haga nada a pesar de que ya tenía conocimiento que los llamados comunitarios iban a entrar a Filo de Caballos.
También reprochó lo que dijo el secretario Florencio Salazar en el Congreso Local cuando compareció con motivo del tercer informe de Gobierno, en el sentido de que están pagando las consecuencias por dedicarse a sembrar amapola, “pero la culpa es del gobierno porque nunca apoyan con proyectos ni empleos a la sierra. La sembramos porque no tenemos de donde más, otra fuente de trabajo”.
Le pidió al gobernador Astudillo Flores que ayude ahora a los desplazados, “que no se haga el sordo, y si no nos cree cómo vivimos que suba y le presto mi casa un día para que oiga los balazos, a ver si sigue diciendo que es nuestra culpa habernos salido”.
Alma Delia declaró que sólo Dios sabe por lo que están pasando y que sienten feo que la Navidad y el Año Nuevo no los van a pasar en sus casas, “y nunca había pasado estas fechas fuera de mi pueblo, hoy sé que no es agradable pasar estas fechas fuera de la casa y durmiendo en el piso”.