EL-SUR

Sábado 28 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Encuentran amordazado y con dos balazos el cadáver del sacerdote de Cacalotengo, municipio de Taxco

   El cuerpo estaba a 25 kilómetros de Iguala, en el crucero de Maxela. Al parecer, “se trató de una venganza”, informa el subprocurador de Averiguaciones Previas, Nogueda Carvajal. El lunes había sido reportado como desaparecido. Descarta el subsecretario de Asuntos Religiosos, Javier Bataz, que la muerte del sacerdote esté ligada con algún conflicto religioso … Continúa leyendo Encuentran amordazado y con dos balazos el cadáver del sacerdote de Cacalotengo, municipio de Taxco

Junio 03, 2004

 

 El cuerpo estaba a 25 kilómetros de Iguala, en el crucero de Maxela. Al parecer, “se trató de una venganza”, informa el subprocurador de Averiguaciones Previas, Nogueda Carvajal. El lunes había sido reportado como desaparecido. Descarta el subsecretario de Asuntos Religiosos, Javier Bataz, que la muerte del sacerdote esté ligada con algún conflicto religioso

 Oracio Lagunas Iguala

Amordazado y con dos balazos en la cabeza de una pistola calibre 380 fue encontrado ayer a 25 kilómetros de Iguala, el cuerpo sin vida del sacerdote de la comunidad de Cacalotenango, municipio de Taxco de Alarcón, Marco Antonio Crispín, reportado como desaparecido la mañana del lunes pasado, informó el subprocurador de Averiguaciones Previas de la Procuraduría       General de Justicia del Estado (PGJE), Antonio Nogueda Carvajal.

Consultado en sus oficinas, el funcionario contó que la mañana de ayer miércoles policías de la Federal Preventiva reportaron que una camioneta tipo estacas estaba abandonada a la altura del crucero de Maxela ubicado a 25 kilómetros de Iguala, donde acudieron agentes del Ministerio Público quienes encontraron el cuerpo a 300 metros del vehículo.

Adelantó que por la forma en que fue asesinado el sacerdote y porque dentro de su camioneta todo estaba en orden “todo parece indicar que se trató de una venganza, aunque eso se va a confirmar o descartar conforme a las investigaciones”.

Informó que hasta el momento la PGJE no tiene ninguna pista, y dijo desconocer también si la muerte del sacerdote tenga que ver con algún conflicto religioso en la comunidad a donde estaba asignado, “eso se van determinar en las investigaciones”.

Mientras que el subsecretario de gobierno para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez, descartó que la muerte del sacerdote de Cacalotenango esté ligada con algún conflicto religioso que se haya generado en esa comunidad: “No había indicios, es un asunto que no se puede ver como conflicto religioso”.

Bataz Benítez calificó la muerte del sacerdote, como un hecho “lamentable” y aseguró que lo que está haciendo esa dependencia es “coadyuvar con la diócesis Chilpancingo-Chilapa –que encabeza el obispo Efrén Ramos Salazar– para que se actúe conforme a derecho”

El subprocurador de la PGJE, Antonio Nogueda, dijo que el sacerdote fue reportado por feligreses de la comunidad de Cacalotenango como desaparecido desde el lunes, sin embargo dijo desconocer si se había integrado alguna denuncia de hechos.

Dijo también que el martes, aproximadamente a las 10 de la noche, la madre del sacerdote, Carmen Flores Zapoteco, acudió a la dependencia para denunciar que “su hijo tenía dos días de desaparecido –desde el domingo– y pidieron la intervención para localizarlo”.

Nogueda Carvajal mencionó que por este caso la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos Graves integró la averiguación previa FEIDG/0112004,       para dar con los responsables y para determinar el móvil del asesinato.

De acuerdo con las primeras investigaciones policiacas, Crispín Flores salió la mañana del lunes de su parroquia ubicada en el poblado de Cacalotenango, a bordo de su camioneta, pero se desconocía su rumbo. Al caer la tarde, tras su ausencia, el sacristán reportó al comisario municipal, quien al parecer no dio parte al presidente municipal, Pablo Landa Sotelo, pues desconocían del hecho en la Dirección de Seguridad Pública.

El cuerpo del sacerdote estaba boca a bajo, con las manos atadas a la espalda con hilo utilizado para la elaboración de hamacas y con la boca vendada. El o los homicidas, le dispararon en dos ocasiones en la nuca mientras el sacerdote se encontraba hincado; una de las ojivas –según los peritos balística– tuvo salida entre el ojo derecho y el tabique nasal, en tanto la segunda sólo marcó la punta a mitad de la frente.

Según datos no oficiales, la Policía Especializada en Delitos Graves, es la encargada de hacer la investigaciones, pero hasta las cinco de la tarde de este miércoles, el titular del Ministerio Público, Rogelio Peralta López, se negaba a proporcionar datos sobre el hallazgo y las probables líneas de investigación a seguir.

Después de levantarse el cadáver, fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense para la práctica de necropsia de ley, hasta donde acudieron los familiares para su reconocimiento. (Con información de la Teresa de la Cruz).