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Sábado 06 de Julio de 2024

Guerrero, México

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Es falsa la versión del gobierno estatal sobre el asesinato de los sacerdotes: arzobispado

Los cuatro acompañantes de los religiosos confirmaron que no se suscitó ningún conflicto en Juliantla, dice en un boletín. Es extraño que se juntaran diferentes bandas delincuenciales y que la autoridad no acudiera, considera el obispo Rangel Mendoza. Carecen de sustento los señalamientos de la Fiscalía contra el padre Germaín, dice la diócesis

Zacarías CervantesChilpancingo

Febrero 08, 2018

 

El arzobispado de Acapulco dijo en un boletín de prensa que los cuatro acompañantes de los sacerdotes asesinados confirmaron que nunca se suscitó ningún conflicto durante el baile en Juliantla, Taxco, como dice la Fiscalía General del Estado.
La diócesis Chilpancingo-Chilapa calificó los señalamientos del fiscal Javier Olea Peláez contra el sacerdote asesinado, Germaín Muñiz, como “ambiguos y carentes de sustento”, y pidió que si la víctima tenía vínculos con la delincuencia que se hagan las investigaciones, “y determine concretamente a qué grupo delictivo pertenecía, y no se limite a hacer simples señalamientos”.
En un comunicado firmado por el obispo Salvador Rangel Mendoza, el vocero de la diócesis, Benito Cuenca Mayo y el secretario canciller Armando Vázquez Rodríguez, que se dio a conocer en conferencia de prensa el mediodía de este miércoles, la diócesis aseguró que el padre Muñiz García nunca estuvo vinculado a ningún grupo delictivo y que la fotografía en la que aparece portando un arma, y por la que se le quiere vincular a grupos delincuenciales, está fuera de contexto.
En conferencia de prensa el martes el fiscal Olea Peláez afirmó que antes del asesinato de los dos sacerdotes en Taxco éstos tuvieron problemas en el baile en Juliantla, al que asistieron grupos criminales de Morelos, Guerrero y del Estado de México y que de éste último eran los agresores a los sacerdotes, porque habrían reconocido al padre Germaín como un integrante de un grupo criminal contrario, debido a la difusión de una fotografía en la que aparece armado y con hombres vestidos tipo militar, tambiérn armados.
En conferencia de prensa en la que estuvieron el vocero de la diócesis y el secretario canciller, expresaron que el sacerdote nunca estuvo vinculado a un grupo delictivo, aunque tenía conocimiento de la presencia de éstos por su labor pastoral en la región de Mezcala.
“Tenía conocimiento por la naturaleza misma de su trabajo pastoral de la operación de algunos grupos en esa zona, pues al ser un párroco y persona pública tenía que desplazarse por la zona donde estaban asentados esos grupos, para atender a las diferentes comunidades que integran la Parroquia de San Cristóbal, en la población de Mezcala, donde ejerció el ministerio durante cinco años”, se lee en el texto.
El comunicado firmado también por el obispo Rangel Mendoza dice que “les causa extrañeza” la declaración del fiscal de que en el baile al que fueron los sacerdotes en Juliantla se hayan reunido integrantes de grupos delincuenciales de Morelos, Estado de México y Guerrero sin reportes de algún enfrentamiento entre ellos, o entre participantes en el evento, y que tampoco hubiera presencia de la fuerza pública estatal o municipal sabiendo de la asistencia de estos grupos.
El obispado dice que las declaraciones del fiscal “son esencialmente ambiguas, y consideramos que carecen de sustento” y exigió que las investigaciones sean “objetivas, verídicas y apegadas conforme a derecho y a la verdad”.
También reclamó que si la Fiscalía del Estado declara que el presbítero Germáin Muñiz estuvo vinculado a algún grupo delictivo, “se le exhorta a que determine concretamente a qué grupo delictivo pertenecía y que no se limite a hacer simples señalamientos”.
“En vista de que el hecho daña la reputación del presbítero Germaín Muñiz exigimos a la Fiscalía General del Estado a realizar las investigaciones necesarias y no hacer declaraciones basadas en supuestos hechos”, demanda.
Además exigió a la Fiscalía una copia “completa y certificada” de la carpeta de la investigación “que sustentan los dichos declarados, ya que como fiscal tiene la obligación de esclarecer la realidad de los hechos, sustentándolos en pruebas fehacientes y verídicas”.
La arquidiócesis de Acapulco reconoce en un comunicado, “su cercanía y la ayuda que nos han dado para realizar los trámites que han de hacerse en la situación de duelo y dolor que vivimos por el asesinato de los Padres Iván y Germaín, y el cuidado de las personas que resultaron heridas en ese mismo hecho criminal”.
Pera igual manifestó su “extrañeza” hacia algunos contenidos de la declaración del señor fiscal este martes porque parece “extraño” que personas pertenecientes a grupos delictivos diferentes portando armas hayan podido convivir en el baile, sin incidente alguno, pues eso, “no parece ser su actuar ordinario”.
Dice que hay cuatro sobrevivientes del ataque: la hermana del padre Germaín, un profesor, un pescador y una química que afirman que no tuvieron ningún conflicto dentro del recinto del baile en Juliantla.
“Estos cuatro sobrevivientes relatan que al venir de regreso a Taxco rebasaron el carro de los agresores, que fue tras ellos, los alcanzó, les obstruyó el paso y los baleó”.
Dice que las fotografías que aparecen en las redes sociales donde se ve al padre Germaín flanqueado de personas armadas y encapuchadas, de acuerdo con el obispo Salvador Rangel, le fueron tomadas una ocasión en que el padre pasaba por ese camino para ir a atender comunidades de su parroquia, pero que “no son prueba de que este sacerdote se encuentre involucrado en el crimen organizado”.
Agregó que estos asesinatos indignan a muchas personas, en particular a fieles católicos “y de otras iglesias que han tenido la bondad de manifestarnos su solidaridad”.
Asimismo pidió que conocida la verdad se actúe en justicia.
En la conferencia de prensa de Chilpancingo, el vocero Benito Cuenca insistió en lo que ha declarado el obispo Rangel sobre la fotografía, que se difundió hace meses y que ante el hecho “en que estamos hoy está descontextualizada, por lo tanto no pueden vincularlo por eso”.
Dijo que se entiende que fue una “lamentable imprudencia” de la víctima haberse tomado esa fotografía, pero tenía que hacerlo para poder pasar por el territorio que controlan los delincuentes.
El vocero contó que conflictos siempre han habido con los grupos de la delincuencia organizada en la zona donde trabajaba el padre Germaín, pero que él se dedicaba solamente a su labor pastoral dentro del territorio de su parroquia.
Aseguró que no hay evidencias de que los padres y sus acompañantes hayan ido en estado de ebriedad, como dice la Fiscalía, “y yo no puedo especular sobre esa información”.
Insistió en que acudieron a esa fiesta porque había un evento musical en el que los sacerdotes tuvieron la oportunidad de participar, “quizá fue una imprudencia que se regresaran a esas horas de la noche sabiendo el resigo que corría su vida”, admitió.