Luis Daniel Nava

Chilapa

En medio de la desinformación y con una espera de por lo menos 8 horas, unas mil 500 personas mayores de 60 años recibieron la vacuna china anti Covid-19 CanSino en el inicio de la primera de cinco jornadas de inoculación.
La espera y la falta de información provocaron que algunos adultos tuvieran mareos y la molestia de algunos beneficiarios y familiares.
Se instalaron cuatro puntos de vacunación: uno en el colegio Morelos en el centro de la población; el segundo en la preparatoria José Vasconcelos en el norponiente; en la Unidad Deportiva en el nororiente y en el hospital del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en la periferia de la ciudad.
Familiares y los adultos apartaron su lugar desde las 5 de la mañana. Otros empezaron a llegar a las 7, 8 y 9 de la mañana.
Los adultos, la mayoría acompañados de familiares, acudieron hasta con bancos y pequeñas sillas por si se hacía larga la espera. Llegaron caminando, en automóviles particulares, taxis, motos y bicitaxis.
A las 9 y media de la mañana, la señora Josefina Flores de unos 60 años, del barrio céntrico de San Francisco dijo en entrevista que no sabía nada del proceso para su vacunación porque no les daban información.
Comentó que acudía a vacunarse para protegerse del nuevo virus. “Ojalá nos ayude. Estamos en la mejor disposición para que estemos mejor de salud”.
Explicó que en la ciudad se han dado cuenta de que los casos de Covid-19 ya no se reportan con las autoridades sanitarias porque desde hace meses los enfermos se quedan en casa para curarse.
–¿Tiene miedo de vacunarse?
–No tengo miedo para vacunarme. Al contrario, siento que va a ser para protegernos. Dios quiera que todo salga bien y que la vacuna nos ayude.
A la una de la tarde empezó la desesperación ante la falta de información y el ayuno de los cientos de personas. Algunas recibieron alimentos de sus familiares, otras más acudieron a sus casas.
En las afueras de la Unidad Deportiva donde no hay lugar para resguardarse del sol, una señora fue atendida con una Cocacola bien fría cuando se le había bajado presión arterial.
A la una y media de la tarde llegó el cargamento de vacunas en un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional y tardó de una hora a dos horas en ser llevado a los centros de vacunación.
En los puntos de vacunación se impidió a los reporteros tomar fotografías en planos generales de las salas de espera de los adultos y en el lugar donde fueron inyectados. La orden, de acuerdo con el personal de organización, fue de la subdelegada de Programas Sociales del gobierno federal, Paula Angélica Miranda Silva.
A las 3 con 40 minutos de la tarde salieron de las instalaciones del Colegio Morelos los primeros adultos que ya habían sido inoculados.
Apoyados en bastones, el matrimonio de Magdalena Nava García, de 74 años, y Javier Nava Hernández, de 79, salió caminando en una calle soleada con una temperatura de 28 grados.
–¿Cómo se siente?, preguntó este reportero.
–Bien, gracias a Dios. Estoy bien, bien, bien. Llegamos a las 8 y media de la mañana. Muchas gracias. No nos dieron fecha para una próxima vacuna.
A los beneficiarios de las vacunas les recomendaron no comer grasas ni picante, tampoco ingerir bebidas alcohólicas.
A las 10 de la noche se aplicaron las últimas dosis de vacunas en el hospital Insabi; ahí sin importar la letra inicial del apellido.
Las jornadas de vacunación en la ciudad continuarán este jueves y viernes, sábado y domingo se atenderá a la zona rural.