EL-SUR

Sábado 28 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Exigen universitarios justicia para Adela Rivas; se busca liberar al feminicida, denuncian familiares

Presenta Wilivaldo Rojas su libro sobre la víctima en Filosofía y Letras de Chilpancingo. En la obra se plantea que el caso no se convierta en uno más de los que quedan en la impunidad, expone el moderador Joel Iturio

Zacarías CervantesChilpancingo

Febrero 22, 2018

 

En la presentación del libro Adela Rivas Obé. Heroína de la honestidad, los familiares de la doctora del IMSS fue asesinada en 2016 exigieron “justicia plena” en el caso, pues según su ex compañero Wilivaldo Rojas Arellano, hay indicios de que se le intentó allanar el camino al presunto feminicida para que sea puesto en libertad.
El libro escrito por Rojas Arellano fue presentado el mediodía de este miércoles en el auditorio de la Unidad Académica de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) en Chilpancingo, y fue comentado por las universitarias América Wences y Silvia Alemán quienes se sumaron al reclamo de justicia.
Adela Rivas Obé era directora de microzona de clínicas del IMSS en Petatlán, Papanoa, Petacalco y La Unión. Desapareció el 22 de septiembre de 2016 después de acudir al IMSS en Zihuatanejo y su cuerpo fue hallado el 11 de octubre del mismo año en la playa la Majahua en ese puerto.
Por su parte el moderador de la presentación el también universitario Joel Iturio explicó que la obra tiene el objetivo de que en este caso realmente se haga justicia y no se convierta en uno más de los que quedan en la impunidad, como muchos que ocurren en Guerrero.
También comentó que su contenido refleja la grave situación de violencia que se vive en el estado.
Ante un auditorio al que asistieron una 50 personas, el hijo de Adela Rivas, Bolívar Darío narró todo lo que su familia ha tenido que pasar y enfrentar, primero en la búsqueda con vida de su madre y después en la lucha por la justicia (luego de su asesinato) y para que realmente se castigue al detenido.
Como muchos de los que intervinieron, el joven dijo que su madre fue asesinada por ser honesta, porque que ahora en el contexto de violencia que se vive en Guerrero “es un delito y un grave crimen ser honesto en un estado y en un país corrupto”.
Expresó que hasta sus familiares han tenido que hacer las investigaciones a pesar de la presencia de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Contó que el 23 de octubre del 2016 fue aprehendido Édgar Arturo como presunto asesino de Adela Rivas Obé, relató que él era encargado de farmacia de la clínica del IMSS de Petacalco y estaba bajo el mando de la doctora.
Se quejó que a pesar de que el nuevo sistema de justicia penal fue implementado para agilizar los procesos en el caso de su madre no ha sido así, “llevamos casi un año con cinco meses y no hemos encontrado justicia, a pesar de que la FGE tiene pruebas y evidencias no hemos encontrado justicia”.
Explicó que el proceso que está viviendo su familia es revictimizante porque no les han dado justicia, “nosotros lo único que hemos pedido desde que se agarró al culpable y (hemos pedido) hasta estos momentos es que el gobierno haga su tarea y que a nosotros nos dé la justicia que buscamos”.
Recalcó que a los familiares no les interesan los medicamentos que se robaba el detenido, “no nos interesa hacia dónde iban y qué se hacía con ellos, porque al final de cuentas es el IMSS el que tiene que velar por sus intereses, nosotros lo que queremos es justicia porque mi madre fue asesinada por ser honesta”, dijo en referencia a que la doctora investigaba un supuesto desabasto de medicinas de la farmacia de la clínica del IMSS de Petacalco y al final encontró que se trataba de un desfalco por parte del ahora detenido y por este motivo él la asesinó.
Reprochó que la violencia hacia las mujeres no para a pesar de que ya se publicó la alerta de género en ocho municipios “y al contrario (la violencia de género) ha repuntado”. Recordó el caso de la niña Diana Paulina de 13 años asesinada en Chilapa, el de la nutrióloga Magdalena asesinada por su esposo en Taxco. También citó el caso de Gladys quien fue asesinada junto con sus dos hijas por su esposo en Otlatepec, municipio de Tlalchapa.
Asimismo nombró que en la edición de ayer de El Sur se informaba el caso de Lucía Gómez y su hija de 7 años quienes este miércoles cumplieron 14 días desaparecidas en la capital.
Señaló que en el caso de la nutrióloga de Taxco el feminicida está todavía prófugo y el de Tlalchapa lo asesinaron, después cuestionó que si eso es lo que espera el gobierno de que cada quien se haga justicia por su propia mano, “¿Qué no se supone que tenemos instituciones creadas por el Estado para garantizarnos seguridad y a las que les estamos pagando impuestos para que la policía haga su trabajo de prevenir y las autoridades de hacer justicia? ”.
Reclamó cuánto tiempo más tendrán que esperar para que no sólo se termine la violencia hacia las mujeres sino la violencia en general, manifestó que para eso están las instituciones del Estado pero realmente no están funcionando.
Asimismo pidió a la sociedad que despierte y salga a decir “basta” y denunció que la violencia se ha desatado también por la corrupción y otros problemas sociales.
Exhortó a que ya nadie se encierre en su burbuja con la argumentación de que “a mí no me va a pasar nada ‘porque el día que te pase qué vas a hacer si a la otra persona a la que le vas a pedir ayuda está también en su burbuja y no te va a hacer caso’, debemos salir cada quien de nuestras burbujas porque la violencia nos pasa a cualquiera y mientras no cambiemos nuestra forma de pensar y le exijamos al gobierno que haga su trabajo las cosas no van a cambiar”, advirtió.
Sentenció que su familia va a seguir exigiendo justicia porque el caso aún está por resolverse, informó que entre finales de este mes y a principios de marzo se va a hacer la última audiencia y espera que se haga justicia, aunque se cuestionó que ésta no está garantizada totalmente.
Por su parte, Wilivaldo Rojas Arellano explicó que el libro que escribió es una forma de exigir justicia “y estamos aquí para eso, para exigir justicia”, denunció que hay indicios de que las autoridades le quisieron allanar el camino al responsable para que salga libre ya que rechazaron algunas pruebas (en su contra) sin embargo después éstas fueron readmitidas.
“Se habla que el detenido es de familia reconocida y de mucho dinero, pero si este sujeto se deja libre será un pésimo mensaje para la sociedad y en especial para las mujeres porque es de los pocos casos en donde el asesino está encarcelado (pero aún sin sentencia)”, recalcó.
Rojas Arellano agregó que los familiares de Adela Rivas exigen “justicia plena” y que este es el objetivo que busca por medio de su libro. Exigió a nombre de todos los familiares a que se le imponga la pena máxima a Édgar Arturo.
Por separado, la comentarista de la obra América Wences dijo que en efecto la honestidad de Adela Rivas fue lo que provocó que le arrebataran la vida, y que lo peor es que hasta ahora no se le ha hecho justicia. La universitaria habló del perfil y la trayectoria en la Universidad de Adela y su ex compañero Wilivaldo Rojas.
En seguida la otra comentarista, Silvia Alemán Mundo añadió que la pareja destacó en la lucha social, en la política y en la lucha universitaria y que eso es lo cuestionable, “¿Por qué una mujer que vivió una vida de lucha incansable por su pueblo y por sus pacientes tiene que tener un final así? Eso es lo que nos indigna profundamente”, lamentó.
Denunció que este asesinato ejemplifica la impunidad que existe en el país, la grave situación de violaciones a los derechos humanos y pidió a mantenerse de pie para que se haga justicia y no se repitan casos como este.
Asimismo la secretaria de Acción Femenil del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG), Evelia Catalán denunció que el asesinato de la doctora evidencia que las instituciones de justicia no están funcionando y convocó a los asistentes a alzar la voz y seguir con las acciones en exigencia de justicia.
Destacó que a Adela Rivas le quitaron la vida pero no el legado que deja a la sociedad y a los universitarios.