EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Grupo criminal con respaldo de militares explota los bosques y desapareció a tres defensores, denuncian

Ejidatarios de Los Guajes de Ayala, en la sierra de Coyuca de Catalán, explican que se han organizado para defender con las armas sus recursos forestales y advierten de un inminente enfrentamiento. Informan que el 20 de septiembre sicarios mataron a un vecino en La Destejada, quemaron cinco casas, tres camionetas, una destiladora de mezcal y desplazaron a las familias que ahí vivían. Demandan la intervención del presidente López Obrador y del secretario de la Defensa Luis Cresencio Sandoval para detener el terror en la zona y del gobernador Héctor Astudillo para atender las necesidades de los pueblos

Lenin Ocampo TorresGuajes de Ayala, Guerrero

Febrero 09, 2021

 

Un hombre armado habla en una asamblea de vecinos de El Pescado, en la sierra de Coyuca de Catalán Foto: Lenin Ocampo Torres

La caída del precio de la goma de opio provocó que la explotación forestal y el saqueo de los ejidos fuera la alternativa de los grupos delincuenciales para seguir obteniendo ganancias y continuar controlando las comunidades en la sierra de Guerrero.
“Desde la caída del precio de la amapola los grupos de la delincuencia están talando árboles para salir de su crisis, apoyados por las autoridades y hasta acompañados por elementos del Ejército”, dice el secretario del comisariado ejidal de Los Guajes de Ayala, Javier Hernández durante un recorrido por el ejido que se encuentra en la sierra de Coyuca de Catalán.
En este ejido, los pobladores han tenido que organizarse para proteger su bosque de la tala ilegal de árboles que un grupo armado “ha realizado con protección de los soldados” y han advertido sobre un “inminente enfrentamiento para defender sus tierras”.
Los hombres se han tenido que armar luego de una incursión del grupo de Crescenciano Chano Arreola y los militares el 30 de marzo del 2020 a la zona maderable del ejido, donde llegaron con tres grúas para arrastre y carga de madera en rollo, personal para talar árboles y camiones de carga para el transporte de los troncos.
Ante estos hechos un grupo indefinido de ejidatarios se tuvo que organizar para tratar de parar los trabajos de la tala ilegal sin poder conseguirlo, desde entonces hay amenazas en contra de los ejidatarios y familias que intentan defender sus recursos maderables.
“El oponernos es motivo de amenazas de muerte, desaparecieron al presidente del Consejo de Vigilancia de nuestro Ejido (Elías Gallegos Coria) desde el 16 de octubre, se los llevaron y hasta la fecha no se sabe nada. Creemos que ya no está con vida y aquí la petición es dar con su paradero para darle cristiana sepultura”, expone Javier Hernández a los medios de comunicación que recorrieron el sábado la zona forestal en conflicto.
En el mes de octubre un grupo armado llegó a la comunidad El Perro, de donde se llevaron Elías Gallegos y a su hijo Fredy Gallegos García, que aún se encuentran desaparecidos. Elías es gestor de su ejido, defensor de los bosques y productor de mezcal; sus familiares interpusieron una denuncia por su desaparición y hasta el momento no ha sido atendida por la Fiscalía del Estado.
Días antes, el 20 de septiembre llegaron dos Hummer con militares del 75 Batallón de Petatlán a la comunidad de La Destejada, en sus vehículos los acompañaba Audel Montúfar “con vestimenta militar, rodearon el lugar y detuvieron a Eduardo Cortés Martínez a quien entregaron a un grupo de sicarios que llegaron al lugar y lo privaron de la vida”.
Además, quemaron cinco casas, tres camionetas, una vinata donde se destilaba mezcal y desplazaron a las familias que ahí vivían.
“Ha sido muy difícil, hay zozobra y miedo, incluso tres chamacos tuvieron que emigrar y dejar su familia por el miedo a esta problemática. En realidad, tenemos miedo, pero a la vez sacamos fuerza para defender lo que creemos que es nuestro y por ley es lo que nos corresponde”, finaliza el secretario del comisariado ejidal durante el recorrido por la sierra de Los Guajes de Ayala.

La Asamblea

El domingo los ejidatarios de Los Guajes de Ayala realizaron una asamblea en la comunidad de El Pescado, donde denunciaron que “soldados y gente de Crescenciano Chano Arreola se están robando la madera y han amenazado a las comunidades quemando casas, matando y desapareciendo a los pobladores”.
Durante la asamblea habló un hombre armado con un AK-47 conocido como cuerno de chivo y vestimenta militar, que reveló “que los hermanos Espino Cortés (lugartenientes de Chano Arreola) operan como grupo delincuencial en el crucero del Aguacate y cuentan con el apoyo de elementos de la Sedena”.
Pidió al secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, que intervenga “dado que si no lo hace los enfrentamientos son inminentes contra dichos militares que hacen labores de sicarios”.
Además, el secretario del comisariado ejidal, Javier Hernández, exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador y al secretario de la Defensa “que investiguen a sus elementos del Ejército que junto con sicarios han llevado el terror al ejido”.
Señaló que en los operativos de la gente armada “los acompaña el mayor José Hernández Flores, destacamentado en el 109 Batallón de Infantería de El Ticuí, en el municipio de Atoyac de Álvarez”.
La asamblea comenzó al medio día y se realizó en la cancha de la escuela primaria, donde llegaron al menos 50 mujeres y un grupo pequeño de hombres que estuvieron en la reunión que duró una hora y en la que también pidieron al gobernador, Héctor Astudillo Flores, que “visibilice nuestro ejido y atienda las necesidades de la sierra, donde no hay caminos y en sus comunidades hace falta un doctor que atienda a los mil 600 habitantes”.
Asimismo, dijeron que fueron excluidos del programa Sembrando Vida y que durante la visita del presidente a Petatlán “se dio luz verde para inscribir a los pueblos, pero en el caso de nosotros que queremos sembrar aguacates no podríamos entrar porque nuestra zona de cultivo es donde esta el conflicto, necesitamos la pacificación para que no haya más violencia”.

Los Guajes de Ayala

El ejido de Los Guajes de Ayala queda a ocho horas de Chilpancingo; para llegar a sus comunidades se tiene que viajar cuatro horas de Coyuca de Catalán a la sierra de Tierra Caliente colindante con Petatlán. Sus caminos están en pésimas condiciones y sólo pueden transitar vehículos todo terreno y cuatrimotos. Los poblados y rancherías no cuentan con luz eléctrica y la gente tiene que comprar páneles solares para tener ese servicio.
La mayoría de los niños sólo terminan la primaria y los que tienen mejor suerte emigran al Estado de México donde continúan sus estudios. Cuentan con una primaria y una clínica para las 31 comunidades del ejido, no cuentan con doctor y sólo un enfermero se encarga de atender a los mil 600 habitantes.
Hasta antes de la caída del precio de la goma de opio, el 80 por ciento de los pobladores se dedicaba al cultivo de amapola. Actualmente la mayoría se dedica a la siembra de maíz y una pequeña parte a la ganadería.
En el año 2016 los ejidatarios comenzaron el aprovechamiento sustentable de los recursos maderables como proyecto alternativo a la siembra de la amapola; solventar gastos para abrir brechas y comunicar a las comunidades.
Hasta hace un año con la elaboración del programa de manejo forestal avalado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y supervisado por la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa), los ejidatarios pretendían llevar la luz a los poblados, pero el proyecto fue truncado por el acoso de los grupos delincuenciales que operan en la región.