Jacob Morales Antonio

Los integrantes de la Comisión de Acceso a la Verdad por Violaciones a Derechos Humanos cometidas entre 1965 y 1990, el periodo de la guerra sucia, informaron que habrá una segunda visita a las instalaciones de la 35 Zona Militar en Chilpancingo, y a la base de la Fuerza Aérea en Pie de la Cuesta, luego de analizar la poca evidencia encontrada en las dos primeras inspecciones.
En una conferencia de prensa en el Centro de Convenciones de Acapulco, los integrantes de la también llamada Comisión de la Verdad de la Guerra Sucia informaron que la relevancia de las dos primeras visitas es que en las dos instalaciones militares no sólo desapareció gente de Guerrero, sino también de Sinaloa, Jalisco, Chihuahua y Ciudad de México.
Antes de la conferencia de prensa, la Comisión estuvo en la ex Zona Militar detrás del fuerte de San Diego donde actualmente hay oficinas del Ayuntamiento de Acapulco.
La titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) Yuriria Rodríguez Estrada dijo que las inspecciones son únicas e históricas en el mundo,  porque por primera vez una comisión de funcionarios y víctimas recurrieron a instalaciones que siguen funcionando.
Informó que ya se realizaron trabajos de inspección en el Campo Militar Número Uno. Reconoció la lucha de más de 50 años de los familiares de las víctimas, porque las manifestaciones dieron como resultado el acceso a las instalaciones militares, lo que calificó como un triunfo.
La comisionada precisó que debido a la metodología hay un proceso de cómo poder entrar con los integrantes de la comitiva a las instalaciones militares, y que son los colectivos los que proponen quiénes entran o en su caso los familiares directos, aunque en la pasada inspección se quejaron de que dejaron afuera justo a los hijos de desaparecidos.
Afirmó que en todo momento personal de la CEAV estuvo al pendiente de las víctimas, para atenderlos ante cualquier proceso que fuera revictimizante.
El integrante de la Comisión, Camilo Vicente Ovalle precisó que las actividades de inspección en las instalaciones militares “no son concluyentes”, que son actividades que forman parte del proceso de investigación, y que de los resultados que arrojen las visitas se van a integrar a otros procesos indagatorios, además de que habrá una segunda visita.
Mostró uno de los documentos que localizaron en las inspecciones, donde se destacó una ficha informativa del 25 de marzo de 1975 en el que se informa de la muerte de un militar y un civil, y la detención de dos civiles que fueron trasladados a la 35 Zona Militar y luego a la Ciudad de México.
En otro documento se informa de la detención de Hilda Flores Solís por el Ejército en Atoyac en 1971 y su traslado a la comandancia de la 27 Zona Militar en Acapulco (lo que hoy es la ex zona militar y que ocupa oficinas del Ayuntamiento, atrás del Fuerte de San Diego), “se menciona que por orden del secretario de la Defensa Nacional, Hermenegildo Cuenca Díaz, ella y otros detenidos serán trasladados al Campo Militar No. 1  disposición de la Policía Militar”.
También mostró una fotografía en la que aparecen dos personas de las que no se informó quiénes son, y que fue tomada en 1971, “probablemente” dentro de la base aérea de Pie de la Cuesta quienes estaban en calidad de detenidas-desaparecidas.
Luego informó que se han recuperado testimonios de la Comverdad levantados entre 2012 y 2014, en los que se habla de los “vuelos de la muerte”.
Vicente Ovalle agregó que en esta primera inspección no se pudo localizar un espacio específico al interior de 35 Zona Militar en Chilpancingo donde se pudieran realizar actos de tortura y detenciones ilegales. En el caso de la ex zona militar dijo que las instalaciones han tenido cambios y no hubo forma de identificar espacios de detención o tortura.
Mientras que en la base aérea de Pie de la Cuesta dijo que “sí se obtuvieron indicios relevantes en un espacio donde hayan estado probablemente en calidad de detenidas, personas que fueron detenidas por distintas instancias de seguridad” entre 1965 y 1990.
Indicó que además se documentaron los casos de cuatro sobrevivientes que estuvieron detenidas en ese lugar. Luego mostró fotos satelitales de los espacios inspeccionados.
La Comisionada Eugenia Allier Montaño expuso que el acceso no fue ninguna concesión a las familias de las víctimas, y que fue por la lucha y denuncia histórica que han realizado.
Mencionó que en las visitas hubo víctimas que estando en el espacio físico volvieron a recordar cosas que ya habían olvidado. De la visita a Pie de la Cuesta dijo que ese lugar fue el “eslabón con el campo militar número 1 para eliminar a las personas consideradas como enemigos. Fue muy importante la entrada a este lugar”.
Agregó que los espacios visitados han sufrido transformaciones lo que refrenda la impunidad de la guerra sucia, pero que se necesita que todo el pasado sea reconocido y conocido por la sociedad.
El comisionado, Abel Barrera Hernández destacó que estas visitas ayudan a entender más la lógica de lo que pasó en los años de la década de 1970. Dijo que en las inspecciones se tienen que verificar los testimonios de varios sobrevivientes y lo que ya existe. La base aérea de Pie de la Cuesta fue un lugar donde se dieron los vuelos de la muerte como parte del combate a la insurrección, mencionó.
Barrera Hernández agregó que recorrer las instalaciones es recuperar esa memoria, “no podemos decir que fue una cuestión del pasado, sino que es una cuestión que se tiene que reivindicar a los caídos, a los que fueron víctimas en Pie de la Cuesta, es una herida porque sabemos que en ese mar hay sangre, muertos, hay dolor y eso no lo podemos olvidar”, y destacó la lucha todos los familiares como Tita Radilla.
En su intervención Tita Radilla dijo “hoy se está logrando que podemos llegar a estos cuarteles donde en algún momento estuvieron nuestros seres queridos”.
Expresó que a pesar de más de 50 años es muy importante encontrar evidencias, “quizás mínimas pero hay esperanzas de que pudiéramos encontrar algo, lo más importante, lo que nos importa a los familiares, es encontrar a nuestros seres queridos”.
Agregó “sabemos que es una lucha titánica de esta Comisión de la Verdad, con la que nosotros queremos contribuir para poder saber y lograr e identificar el paradero de nuestros familiares que fueron desparecidos”.
Dijo que las visitas dan oportunidad a que los expertos vean los archivos, “y que esperamos se pueda encontrar información importante para saber del paradero. Es mucho tiempo de búsqueda, de tratar de encontrarles y no ha habido resultados, falta muy poco tiempo para que esta Comisión de la Verdad termine, y realmente no creo que podamos lograr el objetivo de encontrarles”.
Sin embargo, dijo que es un inicio y confió en que la Comisión continúe su trabajo terminando la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, “que se siga buscando, no se puede quedar  trunco” y pidió que la Fiscalía General de la República intervenga.