El alcalde prista de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena insistió en el dialogo con el alcalde de Tixtla, el perredista Hossein Nabor Guillén, sobre el rechazo del Cabildo tixtleco al proyecto intermunicipal del relleno sanitario en Matlalapa.
Sin embargo, Leyva Mena comentó que, en caso de que continúe el rechazo de la obra en la comunidad de Matlalapa, en Tixtla, en Chilpancingo ya previeron cuatro terrenos alternos para construir una celda emergente.
Consultado al término de la presentación del programa del Festival de Otoño, Leyva Mena insistió en dialogar con Hossein Nabor sobre la decisión que tomó el Cabildo de Tixtla de no aceptar la construcción del relleno.
Leyva Mena aseguró que este proyecto no va a contaminar, sino que al contrario, se aprovechará el gas metano que se produce para generar luz eléctrica gratuita para Matlalapa, empleos y derrame económico, además de que existe la posibilidad de tener recursos internacionales para el proyecto.
Dijo que, hasta el momento se han invertido en la construcción 7 millones de pesos, de los 80 millones obtenidos de la federación.
El alcalde dijo que, sin embargo, ya tienen previstos cuatro posibles terrenos, donde podría construirse la celda emergente, dado este conflicto.
“Nosotros sólo estamos esperando las cuestiones de carácter técnico para hacer y definir estos asuntos, los permisos serían prácticamente de cuatro a cinco meses, y una vez aprobados los permisos tendríamos tres meses para hacer la celda, y hecha las celda tirar la basura, procesarla”, detalló al respecto.
Al cuestionarle cuánto tiempo esperarán a que Tixtla asienta para que se eche a andar el relleno sanitario, respondió que, “ya no estamos esperando, nosotros tenemos ya una ruta alterna, una ruta es tratar de continuar con el dialogo e informar al pueblo de Tixtla, la segunda es un asunto que tenemos que construir en otro lado”.
Dijo que las 300 toneladas de desechos que genera la capital cada día son un problema delicado, debido a la sobresaturación del tiradero.
Explicó el alcalde priista que tras 20 años, “de estar tirando la basura ahí, obviamente ya está saturado en este esquema. Hay dos montículos, en la parte de en medio de estos montículos existe un pequeño contenedor para procesar los lixiviados, esto lo podemos hacer a un lado, construir en la parte baja de ese mismo, y en la parte de en medio, que está limpia, construir una celda emergente”.
Añadió que sólo están esperando la autorización para hacerlo, y pueda ponerse a funcionar en unos cuatro o cinco meses, en lo que se concluye la construcción del relleno.