EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

La lucha de los padres de los 43 “es como caminar con la pendiente hacia arriba”, dice el obispo

En una misa en el tercer aniversario luctuoso de Minerva Bello, madre de uno de los normalistas de-saparecidos, Rangel Mendoza dijo que la diócesis Chilpancingo-Chilapa está con ellos

Luis Daniel Nava / Zacarías Cervantes Chilapa / Chilpancingo

Febrero 05, 2021

Padres de los estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa recordaron ayer en Chilapa a la madre de uno de los 43, Minerva Bello, fallecida hace tres años a causa de un cáncer, cuyo nombre lleva el Centro de Derechos de Víctimas de la Violencia Foto: Luis Daniel Nava

Luis Daniel Nava / Zacarías Cervantes

Chilapa / Chilpancingo

Padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y el Centro de Derechos de Víctimas de la Violencia conmemoraron con una misa en Chilapa el tercer aniversario de la muerte de la madre del estudiante Everardo Rodríguez, la señora Minerva Bello Guerrero.
El obispo Salvador Rangel Mendoza que encabezó la celebración recordó con gratitud la lucha y el esfuerzo de Minerva Bello que fue vencida por el cáncer y pidió a los padres seguir adelante sin perder la fe en la búsqueda de los estudiantes.
Bello Guerrero de la comunidad de Omeapa del municipio de Tixtla falleció a los 52 años, el 4 de febrero de 2018, luchando contra un cáncer que se desarrolló a partir de la desaparición forzada de su hijo Everardo, junto a otros 42 estudiantes, registrada casi cuatro años atrás en la ciudad de Iguala.
La misa se realizó la tarde de este jueves en el templo de La Villa con la presencia del señor Francisco Rodríguez Morales, quien fue esposo de la señora Minerva, así como de una comisión de padres de los 43 normalistas desaparecidos y familiares de víctimas de desaparición de la región.
Asistió al obispo Salvador Rangel, Filiberto Velázquez Florencio, vicario de La Villa y director del Centro Minerva.
En su mensaje Salvador Rangel dijo que a la señora Minerva se le recuerda con gratitud por su lucha y su esfuerzo en la búsqueda de su hijo Everardo. “Lo mejor que podemos hacer hoy es recordarla”.
A los familiares de las víctimas les expresó que su camino es con la pendiente hacia arriba y a contracorriente. “Sigan sembrando esperanza; tenemos que seguir adelante sin perder la fe en la búsqueda”.
El obispo animó ayer a los padres de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos, a seguir adelante en su lucha. “No se desanimen, no se desalienten, sigan sembrando esperanzas, sigan sembrando ilusiones”, les pidió durante su homilía.
Durante la misa, que se transmitió por Facebook, Rangel Mendoza celebró que el organismo lleve su nombre y dijo que la finalidad de la misa “es para dar fe y esperanza a quienes siguen su lucha y sus acciones en busca de los 43”.
El obispo expresó que la lucha por los 43 estudiantes desaparecidos “ha sido un duro caminar, qué difícil ha sido hacerse escuchar, cuántos caminos, kilómetros han tenido que recorrer, cuantas voces han tenido que alzar para ser escuchados”, manifestó.
“Hoy recordamos a esa señora, Minerva Bello, una madre más de los 43, con gratitud recordamos su lucha, su esfuerzo, no tan sólo al hijo que perdió, sino la memoria de ella que fue vencida por la enfermedad, el cáncer, y lo mejor que podemos hacer es pedir por su eterno descanso, y ofrecer unas palabras de aliento a los que siguen su lucha”.
Añadió que la diócesis está con la lucha de los padres de los 43, y a favor de los más pobres, olvidados, necesitados, aunque agregó que “es como caminar la pendiente hacia arriba, es contra corriente”.
No obstante, les pidió a los padres de los normalistas desaparecidos hacer un esfuerzo, “un esfuerzo que no todos entienden”, Los animó a seguir adelante; “no se desanimen, no se desalienten, sigan sembrando esperanzas, sigan sembrando ilusiones”, les pidió.
Agregó que los actuales son tiempos difíciles por la pandemia, “y por la política, pero tenemos que seguir adelante, sin perder la fe y la esperanza en sus lucha, búsqueda e ideales, que no decaigan su fe y sus esperanza”, demandó.
Rangel Mendoza deseó también que la diócesis Chilpancingo-Chilapa, “poco a poco se vaya metiendo más en este tipo de pastoral social”, en referencia al trabajo del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello, que dirige el sacerdote Velásquez Florencio.

Salud de padres deteriorada

Melitón Ortega García, tío de Mauricio Ortega, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014, dijo que a más de seis años y medio de búsqueda de sus familiares, la salud de los padres de ha complicado y ha traído como consecuencia la ausencia en reuniones y la búsqueda en la calle.
Calculó que unos 10 madres y padres padecen de enfermedades que ya tenían y que se fue desarrollando en el proceso de la lucha.
Mientras que, dijo, a unos dos de los padres padecieron de síntomas de la enfermedad Covid-19 pero que ya están fuera de peligro.
“Es preocupante como el caso de nuestra compañera Minerva que en el camino de la búsqueda de su hijo no resistió, se le complicó la salud y finalmente tuvo que salir de la búsqueda. Se fue con esa ausencia, esa tristeza y ese dolor y dejó en manos de nosotros la tarea.
“Estamos bien organizados con la firme idea de encontrar a los estudiantes, la unidad de los padres nos da la fortaleza”.
Reconoció a más de dos años del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha entrado a una etapa complicada del caso de los estudiantes porque hay lentitud en los trabajos y por la detención de personajes como el capitán del Ejército, José Martínez Crespo, del que dijo existe evidencia de que coordinó el operativo donde se llevaron por la fuerza a los estudiantes.
“Entre más tiempo pasa se ha complicado más la búsqueda, con el tiempo se van muchas evidencias; a pesar el esfuerzo del nuevo gobierno hay una reserva de funcionarios del régimen anterior”, dijo.

Fue injusta su muerte

El director del Centro Minerva, Filiberto Velázquez, informó la eucaristía fue para conmemorar la memoria de la lucha y muerte de la señora Minerva.
Su fallecimiento, dijo, fue injusto porque fue a causa de una enfermedad que se agudizó por el hecho victimizante de perder a su hijo.
Explicó que tan sólo el hecho de tener a una víctima de violencia ha generado estragos en los padres.
“La mayoría tiene enfermedades crónicas degenerativas, diabetes, hipertensión que se agudizan con las búsquedas. El desgaste físico y emocional cobra su factura.
No obstante, de que la pandemia, consideró, pude ser un tiempo de restablecimiento de la salud de los padres pero que no los exento de alguno de ellos pudiera haber tenido sintomatología de Covid-19.
“Debemos seguir pendientes de la salud de los padres porque también hay otros familiares cercanos a las víctimas que han sufrido”.
El diácono entregó de parte del Centro Minerva Bello un reconocimiento al obispo Salvador Rangel por estar al pendiente de la organización y de los familiares de las víctimas.

Lucha por nuestro hijo porque siento que está vivo

Minerva le dijo a su esposo Francisco que continuara luchando por su hijo Everardo porque sentía que estaba vivo.
Este jueves Francisco Rodríguez Morales de 54 años permaneció discreto y en las últimas bancas de la iglesia de La Villa en Chilapa donde se conmemoró el tercer aniversario luctuoso de la muerte de su esposa, Minerva Bello Guerrero.
Bello Guerrero nació en 1966 en Omeapa y murió en el 2018 en su terruño tras perder la batalla contra un cáncer que se le complicó a raíz de la búsqueda por más de tres años de su hijo Everardo que fue llevado por la fuerza por policías y delincuentes en Iguala.
“Lloró mucho”, confía a este reportero don Francisco a tres años de la partida de su esposa.
Y a más de seis años de la desaparición de su hijo sigue sin conocer pistas de su paradero, el caso sigue estancado como al inicio.
“Nos sentimos como en cero, empezamos otra vez a lo mismo”, expresa de las últimas informaciones del caso que les ha dado funcionarios del gobierno federal y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero Francisco, de oficio obrero, dice no va desistir porque doña Minerva le dijo algo en su morada.
“¿Sabes qué?: Lucha por nuestro hijo porque siento que está vivo. Échale ganas, sigue hacia adelante porque siento que está vivo”.
Francisco Rodríguez, familiares y amigos recordarán de nuevo a Minerva Bello este sábado con un rezo en su tierra.
Omeapa, es un poblado del municipio de Tixtla con unos 400 pobladores, que vio nacer y crecer a Everardo Rodríguez, Emiliano Gaspar de la Cruz y Joshivani Guerrero de la Cruz, tres de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014.