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Sábado 05 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Labor de todos, reconocer derechos indígenas, dice el arzobispo Aguirre

 * El relanzamiento de la Iglesia ante la emergencia indígena fue el sesgo en los actos de Juan Pablo II en su quinta visita al país, explica el párroco Jesús Mendoza  Ossiel Pacheco * El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, dijo que el reconocimiento de los derechos indígenas, que pidió el Papa en su … Continúa leyendo Labor de todos, reconocer derechos indígenas, dice el arzobispo Aguirre

Agosto 03, 2002

 * El relanzamiento de la Iglesia ante la emergencia indígena fue el sesgo en los actos de Juan Pablo II en su quinta visita al país, explica el párroco Jesús Mendoza

 Ossiel Pacheco * El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, dijo que el reconocimiento de los derechos indígenas, que pidió el Papa en su mensaje durante la canonización de Juan Diego, es una obra que debemos buscar entre todos, la sociedad, la Iglesia, las autoridades, los partidos políticos, las organizaciones sociales para que sea una obra de Dios.En tanto, para el párroco Jesús Mendoza Zaragoza, la canonización de Juan Diego, así como la beatificación de los mártires de Cajonos, en conjunto, plantean un relanzamiento por parte de la Iglesia ante la emergencia indígena; ese es el sesgo que quiso dar el Papa en sus actos centrales en su quinta visita a México.En entrevista, Aguirre Franco respondió al dirigente del Consejo de la Nación Amuzga, Daniel Sánchez Néstor, quien aseguró que la canonización de Juan Diego no dignifica la cultura indígena: “No somos una varita de virtudes, ni una lámpara de Aladino para hacer todo por arte de magia, la Iglesia busca transformar la mentalidad de la sociedad para lograr transformar la identidad”.Señaló que el Papa Juan Pablo II se manifestó a favor del reconocimiento de los derechos indígenas, a su llegada a la ciudad de México en el hangar presidencial, durante la misa de canonización de Juan Diego y la beatificación de los mártires de Cajonos, Oaxaca.Indicó que la Iglesia no se opone al reconocimiento pleno de los derechos indígenas, sin embargo, expuso que “a nosotros como Iglesia no nos toca pronunciarnos por la ley, no somos los que debamos hacer la reforma indígena; esto es función de los legisladores. La Iglesia está a favor del reconocimiento de todos los derechos indígenas”.“El Papa ha hablado a favor del reconocimiento de estos derechos, pero esperamos que nos ayuden para que estos acontecimientos sucedan porque no somos una varita de virtudes ni una lámpara de Aladino para hacer todo por arte de magia, queremos transformar la mentalidad para lograr la transformación de la sociedad”, dijo.Indicó que la reforma indígena es una obra de todos para que sea una obra de Dios, “no nos oponemos al reconocimiento pleno de los derechos ni a que se lleve a cabo la reforma indígena aprobada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa)”.En cuanto a que la canonización del indio Juan Diego no resuelve el rezago social, como lo afirmaron dirigentes indígenas, Aguirre Franco dijo que esta situación no lo va a resolver la Iglesia, pero “estamos en el caminar, ese es un impulso que nos da el Santo Padre para llevar a cabo este propósito, este objetivo”.Aseguró que tanto la canonización de Juan Diego como la visita del Papa, es un impulso para que se produzcan cambios profundos en la vida del país, “lo reconocen las autoridades, el pueblo de México”.Defendió la visita de Juan Pablo II a México, pues con la doctrina del Evangelio el Papa ha ayudado a la transformación de este país, así como lo ha hecho en otras parte del mundo, “su mensaje no es algo de Juan Pablo es el mismo Evangelio, él tiene el encargo de Cristo quien unifica en el mundo la predicación del Evangelio”.Y agregó: “Una palabra de Juan Pablo es iluminadora para actuar con criterio, no podemos negar su fuerza transformadora. Debemos desglosar ese mensaje que el Papa nos ha dado, porque de nada serviría si lleváramos a los indígenas a obtener una solución económica y el reconocimiento de sus derechos, si no les damos trascendencia a su vida”Busca la Iglesia reafirmar su opción preferencial por los indígenasEl jerarca de la Iglesia sostuvo que no basta que los indígenas trasciendan en lo material si se quedan solo en ese terreno, la canonización de Juan Diego va mucho más allá de lo terrenal, “no podemos quedarnos en sólo dar satisfactores, si eso no transforma a sus vidas. O como los mártires de Cajonos que lucharon para que su pueblo encontrara la luz de la fe”.

Dijo que San Juan Diego “obedece a un mandato divino, se dedicó a trabajar por sus hermanos, vemos en él un compromiso de llevar a cabo el encargo recibido por la Virgen de Guadalupe, es intercesor, abogado de los pueblos indígenas, vamos a pedirle a Dios seguir ese ejemplo, porque a los indígenas no sólo les vamos a llevar satisfactores sino acompañarlos en su caminar reconociendo los valores de su cultura y apreciando sus valores para que los enriquezcan, los conserven y los sepan comunicar”.Sobre si la Iglesia busca reivindicarse con los indígenas al elevar a los altares a Juan Diego después de más 500 años, particularmente en México, respondió que más que esto busca reafirmar su opción preferencial por los indígenas.“Es un trabajo que se viene realizando desde 500 años atrás, ha habido un trabajo en que la Iglesia ha querido caminar junto a los indígenas, hay luces y sombras, pero son más luces que sombras, pero unos han puesto más sus ojos en las sombras”, respondió.Y afirmó que la Iglesia no se reivindica, “se reafirma, lo ha venido haciendo, se motiva mucho más con el milagro guadalupano y ahora con San Juan Diego es una reafirmación a su servicio hacia el pueblo indígena y sus indígenas, sería injusto decir que la Iglesia haya marginado a los indígenas, no podemos negar que ha habido sombras”.En referencia al mensaje que dio el Papa en la Basílica de Guadalupe, donde dijo que México necesita de los pueblos indígenas, el arzobispo explicó: “Sí necesitamos de los indígenas, los necesitamos para el reconocimiento de nuestra identidad, para ser un pueblo con paz; un pueblo sin identidad es un pueblo enfrentado entre sí por sus discrepancias sociales, pero cuando reconocemos nuestros valores estamos aceptando las bases para alcanzar la paz”.Sin los indígenas, el país pierde su identidadEn tanto, para el párroco Jesús Mendoza Zaragoza la canonización de Juan Diego, así como la beatificación de los mártires de Cajonos en conjunto plantea un relanzamiento por parte del Iglesia ante la emergencia indígena; ese es el sesgo que quiso darle el papa en sus actos centrales en la ciudad de México.Señaló que Juan Pablo II en esta visita pastoral llamó la atención a la Iglesia de México, pues en las palabras está adelante en las luchas y reivindicaciones indígenas, pero no ha hecho todo lo que tiene que hacerse, “en la práctica todavía está atrasada, nuestra actividad no está a la altura todavía. La Iglesia tiene que ir al lado de los indígenas para incidir en la sociedad de distintas formas”. “Sin los indígenas el país pierde su identidad, la brújula, ellos necesitan de la solidaridad de México, para reconciliarse con perspectivas que se abren para consolidar su incidencia en las políticas sociales, económicas, en ese sentido sí se tiene que hacer algo para privilegiar a los indígenas, ahí es donde hemos fallado a los indígenas”, reconoció.Indicó que en la arquidiócesis de Acapulco hay un adelanto, al tener una comisión de pastoral indígena que está llevando a cabo una serie de acciones para que los indígenas sean protagonistas de su propio desarrollo dándole un lugar como sujeto, “no de asistencia, no de ayuda, sino para que expresen sus palabras, sus sentimientos, su religiosidad, ponernos al servicio de sus causas”.

Señaló que San Juan Diego es un signo, un catalizador que va a dar un sentido para ejercer una dinámica de más fuerza, de mayor eficacia pastoral, “porque la dignidad del indígena debe ser levantada desde la perspectiva del Evangelio, la Iglesia no debe buscar privilegios ni poder sino bajarse al mundo indígena para aportar lo que tiene que aportar para poder caminar con ellos a nivel eclesial”.Consideró que todos tenemos que contribuir con algo, pues la postración indígena es responsabilidad de todos, “no es tiempo de atizar culpas, sino aportar todos para que cada cual desde su terreno, las instancias del gobierno, organizaciones indígenas, iglesias, partidos políticos, reconozcan esta responsabilidad”.Respondió también a los dirigentes indígenas diciendo que en la Iglesia no todo es homogéneo, “hay distintas posiciones dentro de una pluralidad de posturas, pero hay posiciones muy afines a la demanda de que sean respetados los acuerdos de San Andrés. En ese sentido se manejaron las propuestas en el Encuentro Nacional de Sacerdotes Indígenas”, recordó.Ratificó que en la Iglesia hay diversidad de posiciones, “una posición amplia de las instancias eclesiales, al menos en el discurso se ha manejado a favor de la reforma indígena, hay quienes se preocupan más, otros menos”.Dijo que las críticas por parte de Sánchez Néstor, del nahua Guillermo Alvarez Nicanor del Consejo Estatal Indígena, del tlapaneco Amador Cortés Robledo del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena, y de la dirigente de la organización mixteca Ndu na ñu savi, Hermelinda Tiburcio Cayetano, son legítimas.“Que se expresen, eso nos sirve a todos, ver cómo nos miran para poder hacer los cambios y corregir”. Sin embargo, los conminó a llevar a cabo un análisis más objetivo y más sereno para que perciban las cosas ya en su justa dimensión.