Unos 200 familiares, amigos y compañeros de la joven nutrióloga asesinada, Magdalena Aguilar Romero, asistieron la tarde de ayer a la misa por su novenario y levantamiento de cruz en la capilla de Guadalupe, en el barrio donde fue hallada desmembrada hace diez días en un local comercial de su ex pareja, César Gómez Arciniega, señalado como el principal responsable del feminicidio.
El párroco que ofició la misa reconoció a los padres y hermanos de Magdalena como feligreses asiduos a la parroquia, y pidió para ellos una pronta resignación.
En la homilía se escuchó un sobresalto de los asistentes cuando el padre comparó el caso de Magda con el pasaje bíblico de Macabeos, que relata cómo una madre y sus siete hijos fueron sometidos a tortura, y uno a uno fueron mutilados de sus extremidades frente a su madre y después cocinados en ollas y sartenes, en el intento del rey Antíoco de obligarlos a comer carne de cerdo, que para ellos iba en contra de la ley judía. “Vemos ahí la maldad de un rey y que puede estar en cualquiera de nosotros, si nos descuidamos. Ellos son mártires y murieron igual o peor que nuestra hermana Magda”.
A la misa asistieron unas 200 personas que llenaron la capilla a su máxima capacidad y muchos de ellos se quedaron afuera.
La misa duró una hora, de 12 a 1 de la tarde. Al finalizar de manera emotiva muchas de las personas se acercaron a los padres y hermanos de Magdalena para manifestar su solidaridad y dar el pésame. Lo que causó el llanto de sus familiares.
Después de la misa familiares y amigos se trasladaron a la casa de los abuelos cerca de la capilla donde fue la misa, allí continuaron los rezos.
Ayer se vio al papá de Magda con sus dos nietos, un niño de seis años y una niña de tres.

Han tratado de extorsionar a la familia por información de la ubicación de César

Al finalizar la misa uno de los familiares de Magda dio a conocer que ayer no tenían información sobre César, el ex esposo de ella y principal sospechoso del crimen. Reveló que han intentado extorsionar vía telefónica a la familia personas que ofrecen información sobre su paradero y les piden dinero.
Dijo que tienen información de que el prófugo de la justicia podría estar en Baja California, Cancún o incluso en el municipio de Huitzuco, donde tiene familiares.
Otro familiar dijo que los papás de Magda solicitarían el apoyo de la Fiscalía de Guerrero y del gobernador Héctor Astudillo Flores para solicitar el apoyo y colaboración de esos estados, para coordinar alguna acción que logre la detención.

Sellos de aseguramiento rotos en el lugar del crimen

En el lugar donde ayer se realizó la misa de levantada de cruz de Magda está en el mismo barrio donde vivía la mayoría de sus familiares. De hecho, donde ayer se hicieron los rosarios después de la misa es la casa de sus abuelos, está en una calle paralela donde ella vivió durante un tiempo con su esposo, donde desapareció el 13 de enero y donde fue hallada muerta nueve días después.
Por un callejón que pasa entre las casas de sus abuelos y tíos se atraviesa de la calle Huixteco a la de Los Adobes, que es donde estaba la casa de sus suegros y enfrente el local donde fue hallada muerta.
Ayer se vio un pequeño altar para Magda con dos fotografías de ella afuera del local donde fue hallada desmembrada y parte de su cuerpo cocinado.
Los sellos que fueron colocados por la Fiscalía del estado el 22 de enero cuando fue localizada se vieron rotos. La puerta estaba cerrada con una cadena y candado, y en el interior del pequeño local se veía que los objetos siguen en el mismo lugar.
Enfrente, en la casa de los ex suegros se ve una miscelánea operando con normalidad, según vecinos, los papás de César están divorciados y la mamá renta a la tienda la planta baja de su casa.
En ese barrio de Guadalupe la vida de las personas parece normal, y nadie habla del caso.
En algunos postes se ven los carteles que colocaron los familiares de Magda después de su desaparición, uno de ellos afuera de la casa de su ex suegra y del departamento donde vivía César.
Hace una semana un juez vinculó a proceso a Silvia, la mamá de César, y le impuso prisión preventiva por su probable responsabilidad en el caso.
Magdalena cumpliría el próximo 20 de julio 26 años, era la madre de dos niños y la mayor de tres hermanos.