EL-SUR

Sábado 29 de Junio de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Presentan comerciantes desalojados del mercado viejo de Ayutla una queja ante la Codehum

Mientras presentaban el reclamo en Chilpancingo, otros locatarios fueron encerrados en la zona del antiguo mercado por órdenes de la alcaldesa Hortensia Aldaco, denuncian

Zacarías Cervantes

Diciembre 08, 2017

Chilpancingo

Comerciantes desalojados el martes del antiguo mercado de Ayutla, presentaron este jueves una queja ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum) por lesiones, abuso de autoridad, amenazas y prepotencia, en contra de la presidenta municipal del PVEM, Hortensia Aldaco Quintana.
La queja fue presentada, además, en contra del director de Seguridad Pública, Jesús Castro Apreza; el comandante de la Policía Municipal, Martín Ramos Morales, el director de Obras Públicas, Moisés Sánchez Guzmán, y el director de Protección Civil, Reveriano Flores.
Mientras el grupo de comerciantes, encabezado por Eneida Lozano Reyes y Honorina Neri, presentaba en esta capital la queja, en Ayutla, otro grupo de comerciantes fue encerrado en la zona del antiguo mercado, ubicado en el centro de la cabecera municipal, por órdenes de la alcaldesa, según denunciaron vía telefónica.
Los comerciantes habían decidido quedarse desde el martes en sus locales para evitar que se los destruyeran como medida de presión para obligarlos a trasladarse a las nuevas instalaciones, construidas a la salida hacia Cruz Grande, y a donde no se quieren ir por los daños que tuvo el inmueble durante el sismo del 19 de septiembre pasado.
Denunciaron que la alcaldesa ordenó ayer que les cerraran todos los accesos al antiguo mercado, y en el interior se quedaron encerradas alrededor de 50 mujeres, hombres y niños.
En Chilpancingo, Honorina Neri denunció ante la Codehum que el martes la Policía Municipal y empleados del Ayuntamiento golpearon a unas 20 mujeres que se negaron a abandonar el viejo mercado. “Nos golpearon con toletes y escudos” dijo.
Otras comerciantes denunciaron que los funcionarios y policías también cometieron atracos durante el desalojo, a Eneida Lozano le quitaron su celular y su monedero con 2 mil pesos, y Amada Morales acusó que a ella le robaron 5 mil pesos que llevaba en su bolsa para comprar carne para su negocio. Dijo que a otras de sus compañeras los policías les quitaron cadenas y esclavas de oro.
Honorina denunció que los policías llegaron como a las 8 de la mañana encabezados por la propia presidenta municipal Aldaco Quintana, quien gritó: “¡se acabó la tolerancia, sáquenlos a todos!”. Informó que con Aldaco Quintana iban unos 30 policías municipales y un igual número de funcionarios y empleados del Ayuntamiento, quienes arremetieron en contra de los locatarios, la mayoría mujeres que se colocaron al frente.
Contó que la presidenta municipal quiere que le dejen el espacio porque tiene el proyecto de construir una plaza cívica “según porque quiere el desarrollo y la modernización de la cabecera municipal”.
Dijo que le han dicho que no es que se opongan al desarrollo, pero que tuvieron un acuerdo de que se cambiarían al nuevo mercado hasta que les dieran a conocer el dictamen de la revisión que pidieron, porque el nuevo edificio tuvo cuarteaduras durante el sismo del 19 de septiembre, “queremos que nos digan en qué condiciones están las instalaciones para que nos vayamos sin temor a riesgos”.
Pero dijo que la presidenta no les ha entregado la copia y que solamente les ha leído, “de lejos”, un oficio sin mostrarles el contenido.
La comerciante también denunció irregularidades en la distribución de los locales. Dijo que, de los 400 puestos solamente unos 200 fueron entregados a los auténticos comerciantes, y el resto se repartió entre los allegados a la presidenta municipal a la que le tocaron siete, y otros fueron entregados a los miembros de siete comités. Aseguró que hay integrantes de estos comités que se quedaron hasta con 23 locales, y otros con 12.
Explicó que estos locales los están vendiendo o rentando, mientras que unos 200 comerciantes del antiguo mercado se quedaron sin sus puestos.
Añadió que el problema es que ahora que fueron echados de las antiguas instalaciones, ya no tuvieron a dónde irse y se llevaron su mercancía a sus casas. “Hubiera visto, la noche del martes, a muchos no les quedó más que llorar”, dijo después de que presentaron la queja ante la Codehum.
Honorina denunció que también recibieron amenazas directas de la presidenta municipal, contó que la encontró el miércoles y la increpó, “tú eres la revoltosa, que chula te ves, vergüenza te había de dar cómo gritaste ayer (el martes) en el mercado viejo”.
Añadió que le contestó que sólo exigió que le respetaran sus derechos y los de los otros comerciantes, pero la alcaldesa le reprochó, “que ejemplo le pones a tus hijos. Cuida bien tu local, ¿eh?”. Honorina declaró que lo último le sonó a amenaza.
A su vez, Eneida Lozano, comadre de Aldaco Quintana, explicó que ella no tiene local en el mercado, pero que tiene cuatro comercios en las calles aledañas al antiguo centro de abastos; dos tortillerías, un restaurante y un negocio de venta de juguetes.
Informó que se solidarizó el martes con los comerciantes a los que aún no les han entregado sus locales y que aun así los estaban desalojando. Aclaró que se sumó, además, porque también sale perjudicada con los trabajos de la construcción de la plaza cívica, puesto que al abrir las calles con la maquinaria, obligadamente tiene que cerrar sus negocios, “¿y quién  me va a pagar a mí y a mis empleados el tiempo que duren cerrados?”, preguntó.
Informó que habían tenido un acuerdo con la presidenta municipal, de que la obra se construiría por etapas para no afectar a los comerciantes que tienen negocios en las calles que ya se están abriendo, pero el Ayuntamiento ya abrió todas las calles alrededor de lo que era el mercado, y están obligando a cerrar sus negocios a los propietarios establecidos en la zona.
Eneida reconoció que el martes les pidió a los comerciantes del mercado que no se salieran en tanto que el Ayuntamiento no les entregara sus locales en el nuevo mercado, además del dictamen de la revisión que le pidieron, “porque la presidenta luego no cumple sus compromisos”, les dijo.
Añadió que esto molestó a Aldaco Quintana, quien le reclamó, “lo de usted ya es personal conmigo, comadre”. Para Eneida, el reproche de la presidenta municipal es una amenaza, a pesar de que le explicó que su participación en el movimiento no es en contra de ella, sino de la autoridad, y que lo mismo hubiera hecho si no fuera ella la alcaldesa, porque considera que es una arbitrariedad lo que se está cometiendo.