Lourdes Chávez / María Avilez

Chilpancingo

A las 3:30 de la tarde terminó el paro de labores de trabajadores de Enfermería del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, después de cinco días de protesta en la oficina de Gobierno y dos del cierre parcial del nosocomio con la destitución de la coordinadora del área, Tania Serna Maciel.
Según los manifestantes Serna Macial fue designada en marzo por una decisión política.
Desde el hospital una fuente indicó que a esa hora se retiraron los sellos de las áreas cerradas el viernes, con el comienzo del paro el viernes a las 4 de la tarde.
Entonces sólo aceptarían urgencias médicas, como partos pero siguió en funcionamiento medicina interna, de pacientes hospitalizados.
Estuvieron cerradas las oficinas de administrativas, supervisión de Enfermería, laboratorio, rayos X, farmacia y consulta externa.
Indicó que momentos antes, el director del hospital, Luis Fernando Cuevas, y la directora médica, María Isabel Gaytán les informaron que la coordinadora de Enfermería, Tania Serna Maciel, este lunes volverá a puesto operativo anterior.
El miércoles se abrirá un proceso de selección por convocatoria, para que la enfermera más preparada reciba un nombramiento oficial de coordinadora en dos días.
Temporalmente, la jefatura de Enfermería estará a cargo de la subdirectora médica y supervisora de cada turno, precisó.
El martes que comenzó la protesta, Serna Maciel fue señalada por sus compañeras de actuar con prepotencia, no tener el perfil para desempeñar el cargo y haber accedido al puesto por ser familiar de la diputada de Morena y presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Yoloczin Domínguez Serna.
Durante las negociaciones los manifestantes aseguraron que fueron engañados por autoridades que se retractaron en dos ocasiones del acuerdo de removerla.
El paro afectó los servicios a los derechohabientes

Una de las trabajadoras, Martha Elena Gómez Santana denunció el sábado que desde hace varios años no había ocurrido que el gobierno “impusiera” a una jefa de Enfermeras, hasta marzo del presente año. No obstante, las trabajadoras aceptaron su designación y no tuvo un buen desempeño.
Debido al cierre de áreas del Hospital General muchos derechohabientes fueron afectados en el acceso a los servicios de salud durante dos días.
Uno de ellos es Arnulfo, padre de familia que viajó el viernes del municipio indígena de Zitlala, al hospital de Chilpancingo a surtir una receta mensual para su hija, que padece microcefalia, justo cuando se realizaba el cierre de la puerta principal por trabajadores inconformes.
Indicó que durmió afuera esa noche, en espera de que el problema se resolviera en unas horas.
A la mañana siguiente volvió a su casa a tratar de conseguir en alguna farmacia particular las pastillas de Vigabatrina que le surten cada mes, pero no las encontró en Zitala ni en Chilapa. El domingo en la tarde volvió con su hija en brazos y con su esposa, para demostrar que no estaba mintiendo.
A las 4 de la tarde confirmó que el hospital ya estaba abierto pero en farmacia, la primera respuesta del personal fue que no contaban con el medicamento, y tras explicar su caso, le informaron que hicieron una revisión más cuidadosa y finalmente le entregaron las pastillas.