EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Guerrero  

Tlachinollan: la renuncia de tres secretarios de Seguridad es una evidencia de fracaso

Pide Abel Barrera replantear la estrategia de seguridad, porque en algunos municipios tiene más poder el jefe de plaza del crimen organizado que el presidente o presidenta

Julio 26, 2024

Daniel Velázquez

El director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, opinó que “es una mala señal”, “un foco amarillo”, que un tercer secretario de Seguridad Pública en el estado haya renunciado, porque evidencia que la estrategia de seguridad en el estado no ha funcionado.
Consultado por teléfono, sobre los cambios en el gabinete de seguridad del estado y en el municipio de Acapulco, Barrera Hernández opinó que en Guerrero “no fructifica esa estrategia de ‘abrazos, no balazos’, aquí más bien se tiene que actuar con la ley en la mano para poder hacer trabajos de inteligencia y poder desactivar a los grupos criminales que han adquirido mucho poder, poder económico, poder fáctico, porque en algunos municipios tiene más poder el jefe de plaza que el presidente municipal y el poder de las armas porque la disputa es con fuego, se tiene que replantear la estrategia de seguridad porque está costando muchos muertos, muchos desplazamientos”, y el impacto emocional, social, económico que tiene en las familias que son víctimas de violencia.
Recordó que el gobierno de Evelyn Salgado Pineda dejó en manos del gobierno federal la estrategia de seguridad para que mandos militares asumieran el control de la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado, “a tres años estamos viendo que esa estrategia no ha funcionado, la renuncia de este tercer secretario es un balance negativo de que la seguridad en el estado está resquebrajada y que por lo tanto dejar en el Ejército, en las Fuerzas Armadas, buena parte de la seguridad lo que ha provocado es que la gente se ha quedado huérfana, indefensa”.
Reflexionó que es contradictorio que aunque aumente el número de los agentes de las fuerzas de seguridad en el estado, la sensación de orfandad de los ciudadanos ante el problema de la inseguridades es mayor.
De la renuncia de Gabriel Zamudio López a la Secretaría de Seguridad Pública, el director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña, consideró que “es un foco amarillo, de que no está funcionando la estrategia y de nada ha servido la mayor presencia de efectivos militares, Guardia Nacional. En fin, todo lo que se ha aumentado porque eso está desconectado de una estrategia mayor relacionada con la prevención, la cercanía, la proximidad con la población el tomar en cuenta el sentir de la gente, el identificar el modus operandi de los criminales e ir al fondo, el desmantelar las estructuras criminales, en depurar las estructuras del estado relacionadas con la inseguridad”.
“Creo que a veces se da la impresión de que se busca maquillar la política de seguridad, en el sentido de que no hay acciones de fuerza sino más bien acciones sociales, programas sociales para desactivar el delito, desactivar la reproducción de grupos del crimen organizado pero eso es insuficiente está visto en Guerrero”.
“Es una mala señal, el hecho de que vayan tres secretarios de Seguridad Pública en menos de tres años, aunque hayan renunciado en diferentes causas y coyunturas”.

Que los dichos no queden lejos de los hechos

De la llegada de un militar a la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, Barrera Hernández indicó que ya está probado desde la década de los 70 que no hay garantía de mejoras en la seguridad, “por el contrario, optan por decisiones verticales, no están interesados en interactuar con la población, usan sus mandos para mantener una postura hermética y consideran, regularmente, al ciudadano como un enemigo o un peligro”.
Consideró que ese tipo de nombramientos solo son salidas emergentes ante la crisis de inseguridad, “son decisiones cupulares para poder contener una situación que se ha desbordado desde hace meses y años”.
Para enfrentar el problema de la inseguridad, consideró, se necesita hacer una limpia al interior de las instituciones del seguridad, “porque sabemos que hay personal que lleva años trabajando para dos patrones, para el estado y la delincuencia”, tener un diagnóstico claro del problema de la violencia y la colisión entre agente del estado y los generadores de violencia.
Del mensaje que dio el nuevo secretario de Seguridad Pública de Acapulco, Eduardo Arturo Baillares Mendoza, durante su toma de protesta ante el cabildo de que invitará a la sociedad para que participen de manera activa, “eso sería algo, que esperamos que se haga”.
“Eso lo veo muy bien, esperemos que tenga un plan muy operativo, cómo lo va a hacer, porque muchas veces, como pasa con muchos planes de gobierno se quedan en letra muerta, el papel aguanta todo, pero una cosa es el discurso y otra cosa es el trabajo práctico, el involucramiento con la población. Yo creo que tenemos que dar un compás de espera para que veamos cómo va operar este vínculo de la Secretaría con la población y ver qué acciones van a implementar”.
Agregó que una cosa es el discurso y otra es cómo se va a aplicar, cómo se va a operar: “ahí es dónde está el signo de interrogación”.