Los afectados laboraban en escuelas ubicadas en lugares apartados y les quedan a deber cuatro quincenas. Demandan la intervención del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador
Karina Contreras
Noviembre 04, 2020
Karina Contreras
La Secretaría de Educación Guerrero (SEG) dio de baja a alrededor de 26 maestros, de preescolar y primaria, así como de educación bilingüe, que trabajaban por contrato en escuelas apartadas de comunidades en Costa Chica y quedándoles a deber cuatro quincenas, por lo que demandan la intervención del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En declaraciones para El Sur, los maestros de contrato, que pidieron omitir sus nombre por temor, comentaron que como ellos hay muchos en esa situación, por lo que se están organizando para llegar al presidente, porque en una reunión “nos dijeron que México les cambió las cosas, que porque el gobierno es Morena y ellos son PRI, por eso ya no había cabida para nosotros, que fue orden del presidente López Obrador”.
Los docentes comentaron que el pasado 26 de octubre los llamaron a la delegación y les avisaron que se quedaban sin trabajo, que responsabilizan de la situación al delegado de los Servicios Educativos de Costa Chica, Orfanel Gallardo García; el responsable de Recursos Humanos, Andrés Reyes Carrillo; así como el director de Personal, Génaro Sánchez.
Comentaron que la situación inició a mediados de agosto de 2019, cuando la SEG abrió bolsa de trabajo y se registraron subiendo su documentación, entre el 15 y 20 de octubre del año pasado. Luego, desde la oficina Recursos Humanos de la delegación Costa Chica les marcaron, para informarles que había una orden de presentación para trabajar, con vigencia del 1 de noviembre al 15 de diciembre de ese año, aunque la mayoría empezó en octubre y les fueron asignadas sus escuelas en los lugares más apartados y marginados.
“Entregamos la documentación necesaria a la delegación, para que procesarán los pagos. Lo que no sabíamos es que esas órdenes de presentación no tenían techo presupuestal, no tenían clave, las dieron por la presión de padres de familia que no tenían maestros en sus escuelas”, dijo uno de ellos.
Dijeron los docentes que iniciaron antes de lo que marcaba el contrato y terminaron una semana despues de que venció, pues el 22 de diciembre fue la salida de vacaciones. Agregaron que al inicio del año no sabían qué pasaría con ellos, pero nuevamente la delegación “nos comunicó que regresaramos a las aulas, que el contrato se extendería. Incluso, nos pidieron documentación actualizada, generando gastos, con la constancia de no antecedentes penales y así fue, el 7 de enero de este año regresamos todos a trabajar y empezamos a preguntar por los pagos de las quincenas ya trabajadas”.
“El día 16 de enero nos citan en la secundaria técnica de Florencio Villareal (Cruz Grande) y nos dice el delegado (Orfanel Gallardo García) que nos tenía una noticia del director de Personal, Génaro Sánchez, de que el estado no tenía dinero para cubrir nuestros pagos”.
El delegado les comentó que tenía unas propuestas, una era “que aceptaramos que no nos pagarían esas quincenas y a cambio nos ofrecían, primero, un nombramiento con clave presupuestal libre, con código 95 y con un tiempo mayor a seis meses y 1 día tiempo, lo que pide la ley para generar derechos sobre la clave; y, segundo, al término de éste nos darían el nombramiento definitivo código 10. Los que no aceptáramos, nos pagarían lo trabajado y nos darían las gracias”.
A pesar de la pandemia, ellos siguieron trabajando y “cuando se inició el ciclo, nos informaron que regresaramos, que nuestros lugares estaban seguros, pero que los nombramientos se iban a demorar; primero por la situación epidemiológica y, dos, porque antes se iban a realizar los nombramientos de los docentes que solicitaron cambios; después la asignación a normalistas y al final nosotros, pero que estaban seguros nuestros nombramientos”.
Indicaron que confiaron en ellos, porque “en Recursos Humanos nos dijeron que estuvieramos tranquilos, que nosotros estábamos seguros y como ya estabamos en plantilla de la escuela, creímos en lo que nos decían y seguimos trabajando, subiendo cada semana a nuestras comunidades, a dejar trabajos impresos, porque son comunidades muy pobres y no hay forma de que tomen clases en línea. Los trabajos eran pagados por nosotros, con dinero propio”.
Pero las cosas cambiaron, pues el 26 de octubre los citaron en la delegación, para decirles que no serían contratados, “nos dijeron que México les cambió las cosas, que porque el gobierno es Morena y ellos son del PRI, por eso ya no había cabida para nosotros, que fue orden del presidente López Obrador. Fue así como nos dejaron sin trabajo y el compromiso hecho no sirvió nada, las quincenas dadas y todo lo manejaron a su conveniencia. Nos utilizaron, en pocas palabras”.