EL-SUR

Martes 02 de Julio de 2024

Guerrero, México

Educación  

Se inconforman funcionarios de la UAG y luchadores universitarios ante la violencia en el estado y el país

Se conmemora el 56 aniversario de la lucha por la autonomía universitaria en la Alameda capitalina. Los luchadores Constantino Salmerón Catalán y Arturo Miranda Ramírez, el secretario general José Alfredo Romero Olea y el ex rector Florentino Cruz Ramírez, lamentan el asesinato del trabajador de la escuela de Psicología, Francisco Javier Ramírez García

Alina Navarrete FernándezChilpancingo

Diciembre 31, 2016

Durante la conmemoración del 56 aniversario del movimiento por la autonomía de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), funcionarios y luchadores estudiantiles expresaron su inconformidad ante la violencia en el país.
Los integrantes del movimiento, Constantino Salmerón Catalán y Arturo Miranda Ramírez, quien también es director de la escuela de Ciencias de la Educación; el secretario general, José Alfredo Romero Olea y el ex rector Florentino Cruz Ramírez, lamentaron el asesinato del trabajador administrativo de la Unidad Académica de Psicología de la UAG en Acapulco, Francisco Javier Ramírez García, cuyo cadáver apareció junto a otros tres desconocidos en fosas clandestinas en la colonia Alta Cuauhtémoc.
El acto se llevó a cabo en la Alameda de la capital, frente al monumento a los caídos de 1960. Ahí estuvieron la hija del luchador social, Jesús Araujo Hernández, Flor Araujo Manning; los integrantes del movimiento estudiantil, Juan de Dios Estrada, autor de la porra universitaria; Bernardino Vielma Heras; Miranda Ramírez; Salmerón Catalán; la activista Roberta Campos Adame, los ex rectores Cruz Ramírez, Ramón Reyes Carreto y Arturo Contreras Gómez, Romero Olea y los secretarios generales del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG), Ofelio Martínez Llanes, y del Sindicato de Trabajadores Técnico Administrativos y de Intendencia al Servicio de la UAG (STTAISUAG), Brenda Alicia Alcaraz González, entre otros universitarios.
El rector Javier Saldaña Almazán no asistió al acto. Romero Olea justificó su ausencia diciendo que está recuperándose de una cirugía y dio a los asistentes los saludos del rector. Aseguró que la administración central trabajará para que haya organización y unidad ante los asesinatos, secuestros y extorsiones que afectaron a maestros y estudiantes este año.
Salmerón Catalán, Miranda Ramírez, Romero Olea, Cruz Ramírez y Roberta Campos participaron en el acto, y todos coincidieron en que la lucha estudiantil de 1960 por la autonomía de la UAG fue uno de los movimientos más emblemáticos del estado, que terminó con muchos universitarios y simpatizantes muertos, por lo que es necesario que continúen los trabajos para garantizar los derechos en la institución.

Reclaman por la violencia y piden seguridad

En su intervención, Miranda Ramírez habló del asesinato de Francisco Javier Ramírez García, y recordó que hasta este viernes por la mañana, aún se desconocía el paradero del trabajador de la Unidad Académica de Psicología de la UAG en Acapulco, César Urrutia Guerrero, de 34 años. “¿Cuántos universitarios más van a seguir cayendo en este estado de inseguridad?”, expresó.
Según Miranda Ramírez, Saldaña Almazán “por su carácter de representación de la institución (la UAG) no puede, ni debe encabezar un acto de protesta por estos hechos”, es decir, los asesinatos y secuestros; luego preguntó si el resto de los universitarios permanecerán callados ante la situación.
Recordó que cuatro estudiantes de Ciencias de la Educación fueron asesinados en los últimos dos años, y que esa escuela ya marchó en la capital para exigir el esclarecimiento de los hechos, pero que hay más casos en otros puntos del estado, por lo que “tenemos que unirnos para exigir seguridad, que si es incapaz el grupo del poder para brindar seguridad, entonces que renuncie”.
Dijo preferir que la sociedad “vea feo” a los universitarios cuando salen a protestar, a no hacer nada por exigir que se garantice el derecho a la seguridad y todo lo que marca la ley.
Salmerón Catalán lamentó que Guerrero cuente con miles de millones de pesos en presupuesto y que los recursos no se inviertan de la manera correcta. “La seguridad se perdió, ¿qué hace la policía, el Ejército? Si todas las autoridades incurren en el soborno, ¿dónde quedará la seguridad? ¿Quién nos la va a dar?”, cuestionó.
Refirió que “algunos diputados federales”, sin mencionar a ninguno en particular, opinan que la sociedad debe armarse, “¿se imaginan esa torpeza sin un estudio previo de lo que es la justicia, el derecho? Ojalá la escuela de Derecho (de la UAG) reúna y haga mesas redondas para discutir lo que verdaderamente es la seguridad y proponer adiciones a los artículos que protegen a los delincuentes”.
Criticó que la Comisión de Defensa de Derechos Humanos (Codehum) almacena quejas que en realidad sólo benefician a los delincuentes. Al final, lamentó la poca asistencia de los universitarios al acto y dijo que espera que en los siguientes años lleguen más para conmemorar la lucha de 1960.
Por su parte, Cruz Ramírez dijo que los asesinatos y desapariciones comenzaron en 2007, “con esa absurda guerra contra el narcotráfico que ha enlutado a México desde el norte hasta el sur, que ha convertido nuestros campos en fosas clandestinas”, en referencia a las acciones que implementó durante su gobierno el presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa.
Dijo que los universitarios lamentan la situación, pues “en enfrentamientos de fuego cruzado han muerto estudiantes nuestros y en agresiones directas han muerto maestros nuestros. Ayer (jueves) identificaron al compañero Francisco Ramírez, y se hacen pruebas para ver si el otro compañero (César Urrutia) también estaba ahí (en la fosa clandestina)”.
Señaló que es lamentable observar cómo el gobierno federal, el estatal y los municipales han sido rebasados por la delincuencia organizada, “pero indigna más el hecho de que quienes se dedican a la profesión de la política y han vivido y se han enriquecido en los cargos públicos, los partidos, sus dirigentes, no estén planeando, no estén haciendo nada serio ni consistente para superar esta crisis”.
Aseguró que a los políticos no les importa que un ciudadano común pueda salir de su casa con la certeza de que va a regresar; al concluir su intervención dijo que está seguro de que Saldaña Almazán convocará a los universitarios para resolver compromisos pendientes y para conversar con el gobierno y las organizaciones sociales, “para saber cómo podemos todos comprometernos para sacar a Guerrero de esta situación indeseable”.
Romero Olea dijo que a los funcionarios de la UAG les duele que se atente en contra de los universitarios que se dedican a la educación, que no se meten con nadie, “por eso pedimos y exigimos, de manera institucional, el esclarecimiento de este homicidio (el de Ramírez García)”.
Aseguró que los universitarios analizarán la situación, en los márgenes de sus derechos, para organizarse aunque “no nos gusta salir a las calles, exigir de una manera fuerte lo que nos corresponde, pero las cosas no se pueden dar de otra manera”, dando a entender que la UAG podría protestar el próximo año.