Durante su mensaje en la inauguración del foro consultivo La universidad que Guerrero y México necesita, el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán, subrayó que si es necesario reformar la ley orgánica lo harán, pero “esta reforma, que quede claro, saldrá del consenso entre los universitarios”.
Indicó que la autonomía no se regatea, más “cuando la UAG la está ejerciendo con mucha responsabilidad, con mucho respeto a todos los poderes del país”. Agregó el rector que los resultados que se han tenido en los últimos tiempos no tienen parangón y que ha estado dando gracias a los estudiantes, profesores y directivos.
Señaló que ese foro era un acto de responsabilidad del Consejo Universitario y que tiene el objetivo de ver qué viene para el futuro.
Agregó que ya está el borrador de lo que será la nueva Ley de Educación Superior, la cual se discutirá en el Congreso en los próximos meses, “si es necesario tenemos que reformar nuestra ley de la universidad”, aunque advirtió que esa reforma será en consenso con los universitarios.
Manifestó a los presentes que debe seguir la sinergia que se han planteado juntos, para que la UAG siga trascendiendo en los ámbitos nacional e internacional, que sus egresados deben estar preparados para enfrentar el mundo.
Señaló que la UAG, inmediatamente de que asumió la presidencia Andrés Manuel López Obrador, fue la primera que se planteó un plan de austeridad y eso ha servido mucho para ir atendiendo los problemas, que la creación de la Comisión de Armonización tiene el objetivo de ir dando seguimiento a los planteamientos, que en materia del plan sectorial de armonización se han presentado para la educación media superior y superior del país a través, de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Saldaña Almazán señaló que se debe realimentar con lo que se está planteando en el país, tener una mirada de cómo se tienen que ir marcando las metas y objetivos de la UAG, “sólo de esa manera vamos a estar a la vanguardia siempre, para que nuestra universidad se siga consolidando hacía el futuro”.
Reiteró que la UAG es la universidad que menos recursos recibe por alumno, incluso hay universidades con menos matrícula, que tienen el doble del subsidio; pero también es de las más transparentes en su rendición de cuentas y es de las dos en el país que no tuvo ninguna sola observación.
Luego, dijo a los funcionarios federales presentes, entre ellos, el subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, Pablo Arroyo Ortiz, y el coordinador de Proyectos Especiales y Vinculación Social de la Subsecretaria de Educación Superior, Ramón Cárdenas Villareal, que su asistencia daba ánimos y fortaleza, además de que los comprometía a seguir impulsando el proyecto que se ha planteado el presidente López Obrador, de hacer instituciones más fuertes, más democráticas y, pos supuesto, que le sirvan al pueblo de México.
Mientras que la integrante de la Comisión de Armonización, que designó el Consejo Universitario, Berenice Illades Aguiar, dijo que para ese foro se habían registrado 303 ponencias e inscrito mil 454 universitarios. Señaló que en julio de 2018, la gente de manera contundente expresó su anhelo de construir un México justo, pacífico, libre, solidario y democrático; donde sus principios fueran la honradez y el respeto a la legalidad.
Indicó la investigadora que como universidad tiene que preservar todas las fortalezas, reconocer las debilidades, limitaciones y malas prácticas, para que en el “marco de cambio de la nación, seamos capaces de generar los cambios internos en nuestra universidad, que nos haga mejores universitarios y mejores ciudadanos”.
La también directora de Posgrado de la casa de estudios agregó que el proceso de armonización es la oportunidad de la universidad, en el contexto del cambio de régimen político que está experimentando el país, para consolidar su proyecto de universidad, con una visión de futuro, autónoma, pública, democrática y corresponsable de aportar al diseño del nuevas concepciones y estrategias de desarrollo, para el país, el estado y sus regiones.
Illades Aguiar señaló que la UAG tiene el reto de revisar y armonizar los planes y programas de estudios, la oferta educativa y las líneas de investigación, con la política nacional, asegurando su permanencia local. Aseguró que se debe trabajar fuertemente en la articulación de la ciencia, del conocimiento e innovación con los requerimientos del entorno social y económico, de tal forma que los egresados se preparen mejor para resolver problemas a través del trabajo interdisciplinario, transdiciplinario y multidimensional, por lo que es imprescindible reforzar la formación sociohumanista, los valores éticos.
Aseguró que lo expresado en la Ley Orgánica de la UAG está en concordancia con los principios rectores del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 y “queda ahora generar las condiciones para concretar el perfeccionamiento del modelo universitario y, de aquí, la importancia de la consulta a la comunidad universitaria mediante el foro”.
Illades Aguiar dijo que es importante el proyecto de la universidad y consensuar las estrategias requeridas, para que consolide las condiciones y sus capacidades, para su desarrollo y fortalecimiento, que esto coadyuve a la transformación de la entidad y nación.
Para finalizar, llamó a estar unidos en esa gran tarea y que a partir de las condiciones, pero también de las diferencias, con inclusión, igualdad, pluralidad y respeto, “hagamos una profunda reflexión de lo que ahora somos y lo que queremos ser, para que juntos determinemos el horizonte, el futuro de nuestra querida y honrada institución”.
Mientras que el subsecretario de Educación Media Superior, Juan Pablo Arroyo, en un breve mensaje dijo que le da mucho gusto que la universidad de Guerrero crezca y se fortalezca, que tenga esa dimensión de escuela. Dijo a los presentes que tienen grandes retos, para sacar a la UAG adelante y señaló que lo que viene en el futuro es incierto.
Añadió que esto es verdad sobre todo para la vida de los jóvenes, porque no se sabe qué esperar con las tecnologías, la lucha política y los resultados del desarrollo. El funcionario federal añadió que hay grandes dificultades que enfrentar, porque políticas aplicadas en 30 o 40 años han dejado un país roto, dividido y con altos niveles de inseguridad, “las alternativas de los jóvenes no han sido claras y no los hemos incorporado a la vida productiva”.
Añadió que la responsabilidad de una universidad es hacer posible que los jóvenes se incorporen a la vida productiva, creativa e innovadora, y que siempre tengan el reto de seguir aprendiendo. Indicó el funcionario que es el gran reto que tienen las universidades y donde se pretende desarrollar nuevos horizontes para su desempeño.
El subsecretario dijo que ojalá la UAG tenga la certidumbre de ir con rumbo acertado, para darle perspectiva de vida a todos los jóvenes que están esperanzados en que la universidad les dé un futuro para mejor.
En el panel de las nuevas políticas federales y la reforma a la media superior y superior, en la UAG; así como la autonomía, el secretario de la ANUIES, Jaime Valls Esponda, señaló que la autonomía constituye una protección especial concedida en la Constitución a las universidades, para resguardarla de intromisiones o intereses externos, pero que no las exime de someterse a la transparencia y rendir cuentas.
Señaló que en los últimos años se ha dado una lucha, porque se ha intentado modificar leyes e imponer órganos internos de control, o modificar el procedimiento de elecciones de las autoridades en varias partes del país. Aseguró que las universidades se encuentran en un “momento en que la autonomía ha sido objeto de agresiones externa, que intentan vulnerar la vida universitaria”. Señaló que el permitir el ingreso de externos en la toma de decisiones sería una violación a ésta.
Aseguró que en la reforma constitucional, la gratuida y obligatoriedad es un gran reto para sus cumplimiento, pues se necesitan recursos para poder alcanzar una cobertura del 50 por ciento en 2024, cuando actualmente se tienen 39.7 por ciento. Alerto que la brecha se está aumentando entre los estados pobres, como Oaxaca, que estaba a cinco puntos de la media nacional y ahora esta a más de 15 puntos.