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Barbie, Harry Potter y Ricochet G-4, los juguetes más pedidos a los Reyes Magos

* La famosa muñeca en su versión del Cascanueces no se encuentra por ningún lado  Jeanette Leyva Reus * Juguetes de todos los materiales, tamaños, colores y precios eran buscados con desesperación por padres de familia, quienes el viernes visitaron centros comerciales y puestos callejeros en busca del juguete perfecto para el rey del hogar. … Continúa leyendo Barbie, Harry Potter y Ricochet G-4, los juguetes más pedidos a los Reyes Magos

Enero 05, 2002

* La famosa muñeca en su versión del Cascanueces no se encuentra por ningún lado 

Jeanette Leyva Reus * Juguetes de todos los materiales, tamaños, colores y precios eran buscados con desesperación por padres de familia, quienes el viernes visitaron centros comerciales y puestos callejeros en busca del juguete perfecto para el rey del hogar.

Este domingo se celebra en todo el país la llegada de los Reyes magos, quienes cargados de juguetes visitarán los hogares para entregar los regalos a los niños que se han portado bien durante todo el año, según marca la tradición.

En estas fechas en que los Reyes magos empezaron su tarea desde hace varias semanas, la búsqueda del juguete pedido se vuelve una minuciosa tarea.

En la víspera del seis de enero los centros comerciales y las calles del primer cuadro de la ciudad se ven abarrotados de padres que caminan preguntando de puesto en puesto y de tienda en tienda por el precio del juguete a fin de economizar.

La Barbie Cascanueces y el Ricochet G-4, los más solicitados

En el 2002 y a sus 43 años la estilizada muñeca Barbie sigue siendo la preferida por las niñas mexicanas.

De rostro y cuerpo perfectos y con una versatilidad de profesiones y actividades, esta muñeca se ha convertido en la líder de ventas.

En las tiendas de autoservicio y tianguis la muñeca es exhibida en sus múltiples estilos desde médico, veterinaria, ejecutiva, rockera y hasta surfer, pero es en esta temporada en donde la Barbie del ballet del Cascanueces demostró ser la muñeca más solicitada, al encontrarse agotada para tristeza de cientos de niñas que esperan recibirla.

Sus creadores Ruth y Elliot Handler –Barbie es el nombre de su hija– nunca imaginaron el fenómeno que desataría su invento, cuando decidieron crear una muñeca que no representara a un bebé y con la cual las niñas podrían ser algo más que “mamás”.

En el pasillo de un centro comercial una mamá preguntó a la encargada por el estante con esa muñeca. La vendedora respondió simplemente que “está agotada”. Es en esos momentos cuando la solidaridad sale a flote y una madre que escucha la respuesta, responde con timidez: “aún la pueden encontrar en Wal Mart, vale cuatrocientos pesos”.

Los pasillos de los almacenes están llenos de juguetes, en uno de ellos, una mamá sostiene en una mano un teléfono celular en la otra un muñeco de batalla, mientras habla detalla minuciosamente cómo viste el muñeco, sus características y el nombre, “seguro que es”, responde con duda, la respuesta al otro lado de la línea parece afirmativa; con todo y dudas lo pone en su carro de supermercado.

Azucena Ramírez tiene cuatro años de edad. Al preguntarle qué le pediría a los Reyes magos contesta sin empacho: “quiero una computadora para hacer mi tarea y también una Barbie Casanueces, y ya les dije a mis papás que no voy hacer berrinches”.

Son pocos los niños que acompañan a los papás a escoger el juguete, uno de ellos dice a su pequeño vástago “si no está aquí, los Reyes no podrán encontrarlo, así que escoge mejor otros juguetes”, los padres se refieren al juguete Ricochet G-4 que vale más de mil 200 pesos y se encuentra en la parte superior de los estantes, lejos de la vista de los niños.

Aldair Magos de siete años de edad, lo describe con euforia: “ese el juguete que yo quiero, lo anuncian en la tele, tiene control remoto, y si choca sigue caminando, es el que quiero”.

En otro centro comercial, una pareja de jóvenes padres de familia eligen un triciclo y una bicicleta. Entre los dos juguetes el precio oscila entre los mil 200 pesos; en un rincón cuentan minuciosamente el dinero destinado al regalo, al final una sonrisa aflora en sus rostros y se dirigen a la caja.

En el centro de la ciudad la situación es diferente. La tienda departamental Woolworth utiliza parte de la banqueta que está en el frente para ofertar cientos de juguetes que a cada momento son vendidos; en el tercer piso ya hay una romería con largas filas para pagar.

La imitación de una Barbie cuesta allí alrededor de 40 pesos; una Barbie original sin ningún accesorio más que un sencillo vestido varía entre los 80 y 90 pesos dependiendo de la tienda, pero también hay imitaciones más completas que se llaman Kari Michel que cuestan entre los 90 pesos con diferentes accesorios.

En estos tiempos de guerra no podían faltar las armas. Bazookas con radios y cascos valen alrededor de 400 pesos.

En un estante también se ofrece el niño brujo de moda: dependiendo el tamaño de la presentación Harry Potter se vende entre 250 y 350 pesos.

Para niños de menor edad, otra opción son los clásicos Nenucos gemelos que cuestan más de 600 pesos y uno sólo 400.

Una muñeca que llora y hace burbujas vale 170 pesos y el ángel Serafín roncador cerca de 500 pesos.

Si lo padres desean para sus hijos una pista de carreras de metal deben desembolsar 400 pesos en los centros comerciales y más de 100 en los puestos callejeros.

Los ya clásicos juegos de destreza como Pulgas locas y Operando varían entre los 200 y 250 pesos y los patines para los niños cuestan 200 pesos.

Los precios en los puestos semifijos instalados en el primer cuadro de la ciudad y en el área de Tepito varían en pequeñas proporciones, las diferencias entre los centros comerciales es la garantía del juguete. El viernes al mediodía es poca la gente que transita en esa parte de la ciudad, parejas que preguntan por carros de control remoto que cuestan desde 35 pesos hasta más de 700 pesos; Batmans de plástico de 25 pesos y en los puestos es posible encontrar escondida una de las Barbies de 450 pesos.

Una vendedora ambulante comenta que la venta en comparación con el año pasado “está floja, pero por eso aquí tendremos abierto todo el día hasta el seis de enero para que los Reyes magos se lleven los juguetes”.

En ese establecimiento es posible adquirir una muñeca de cerca de un metro de estatura con apariencia a una Barbie en pocomás de 200 pesos, vestidas a la moda o con esponjados vestidos de tul, las muñecas también hablan y tienen el color teñido de rubio a negro y pasando por colores como el fiuscia.

La publicidad hizo su trabajo, la reforma fiscal y la eterna crisis por la que atraviesa el país es olvida en estos días de frenéticas compras de juguetes, todo con la única finalidad de hacer que el seis de enero sea inolvidable para los niños, los llamados reyes del hogar que por unas horas disfrutarán, jugarán y destrozarán lo que algunas veces con enorme esfuerzo ha sido comprado, “pero su cara de felicidad lo vale”, afirma un padre de familia quien sostiene a un bebé en brazos mientras prueba con el otro un muñeco que al sonido de la voz contesta “te quiero”.