Redacción

El gobierno municipal clausuró ayer un hotel que operaba como clínica clandestina donde era atendida una paciente con síntomas de Covid-19.
Mediante una denuncia ciudadana se logró constatar que cuatro habitaciones de la hospedería con razón social Dalias Suites Acapulco, estaban acondicionadas con aparatos e instrumental médico en condiciones insalubres; en uno de los cuartos tres personas cuidaban a una mujer enferma que presentaba problemas respiratorios y era suministrada con un tanque de oxígeno.
El hotel se ubica en la calle Diego Hurtado de Mendoza, lateral de la Vía Rápida, entre las avenidas Costera y Andrés de Urdaneta, mismo que fue clausurado como medida precautoria, por la Dirección de Reglamentos y Espectáculos que encabeza Francisco Alejandro Fabián Mújica.
En la operación participaron el director de Salud Pública, Irán Pierre Trani Astudillo; el director de Regulación, Control y Fomento Sanitario, René Talavera Rebolledo, así como empleados de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), de la Secretaría de Salud y de la Comisión para la Protección contra Riesgo Sanitario del Estado (Copriseg), con apoyo de policías estatales y municipales.
En el lugar había turistas hospedados, y cuando llegaron los representantes de los tres órdenes de gobierno se pudo constatar que no se aplicaban medidas de prevención sanitaria, aunado a que niños y adultos llevaban a cabo actividades recreativas en el área de la alberca.
Las autoridades estatales y municipales determinaron aplicar un cerco sanitario y someter a cuarentena a los trabajadores y huéspedes del hotel, para descartar que entre ellos haya casos positivos y prevenir en su caso riesgos de más contagios de Covid-19.