Argenis Salmerón

El ex director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) Leonel Galindo González, denunció que el contralor del Ayuntamiento Francisco Torres Valdez le pidió hacer una toma clandestina, y que las pipas fueron recogidas por la Secretaría General, que encabeza Ernesto Manzano, para manejarse de manera “rara y turbia”.
Ayer en la mañana el ex funcionario mostró los documentos en una diapositiva para responder a la solicitud del contralor de que se regrese el bono, la cual fue interrumpida por un empresario de Iguala, Armando Román Lima, quien reclamó que su constructora y comercializadora Roca prestó a la CAPAMA, en diciembre de 2019, 10 millones de pesos, para pagar aguinaldos de los trabajadores.
Galindo González dijo que no lo conocía, que si tiene inquietud se vean en los tribunales, y que lo mandó el contralor.
El ex director de la CAPAMA dijo que durante su administración la Secretaría General del Ayuntamiento recogió las pipas que deben ser operadas por el organismo, y ahora se manejan de manera “rara y turbia”.
También dijo que el contralor debería poner atención a la nómina de CAPAMA que está en más de 24.92 millones de pesos, y denunció que Torres Valdez le pidió hacer una toma clandestina en el poblado de El Treinta, a lo que no accedió.
Propuso al contralor del Ayuntamiento poner atención en el pago del finiquito a 18 ex trabajadores de CAPAMA que no le han pagado, “eso sí es una ilegalidad, porque hay una partida para el retiro a trabajadores”.
Añadió que el bono de productividad de más de un millón de pesos fue repartido entre 21 funcionarios de la paramunicipal.
Negó que hayan sido 12 funcionarios notificados para devolver el dinero, “eso es una aseveración falsa, es una mentira”.
Sostuvo que el organismo se rige por el Consejo de Administración y se toman todos los acuerdos para el funcionamiento. Ejemplificó que el bono de productividad se aprobó en el ingreso del 2020.
Recalcó que no hubo ninguna ilegalidad en el reparto del bono, “ninguna acción bajo el agua”.
Aseveró que CAPAMA tiene la “mala fama”, porque “se mueve la nómina. El contralor debería poner más atención”.
Indicó que el contralor del Ayuntamiento en sus declaraciones aseveró que por el bono de más de un millón de pesos hay delito de peculado, “ese delito no se configura”.
Pidió al Cabildo exigir un estudio médico al contralor, porque sostuvo que “padece de sus facultades mentales”.
Presumió que en su administración hubo mayor recaudo de ingresos para la CAPAMA y más participaciones federales, porque atacó el robo de agua que hay en la avenida Costera.
Explicó que en la zona turística hay huachicoleo de agua y su administración lo controló, que hubo un aumento en la recaudación, y por eso en el presupuesto de ingresos se dio un bono de productividad de más de 1 millón de pesos para 21 funcionarios, aprobado por el Consejo de Administración de CAPAMA que preside la alcaldesa, Adela Román Ocampo.
Galindo González aseveró que empresarios hoteleros, restauranteros, plazas comerciales y condominios, ubicados en la franja turística de Acapulco “huachicolean el agua”.
Citó como ejemplo un hotel –del que omitió su nombre–, y dijo que es de cinco estrellas, ubicado en la Costera, que tenía una toma de cuatro pulgadas clandestina.
“Así hoteles, restaurantes y condominios que no pagan, o no pagaban como debería de ser y nos dimos a la tarea de andarles cobrando”, puntualizó.
Expuso: “Algunos debían tres o cuatro años y se les conminó para que pagaran y así pudieran llegar a la regularización por el servicio del agua potable”.
Manifestó que hay “personal indeseable y protegidos”, que no trabajaban para el organismo del agua, entre los que mencionó a Andrés Manzano Rodríguez, hermano del secretario General del ayuntamiento, Ernesto Manzano Rodríguez.
Agregó que el contralor del órgano interno de CAPAMA y Rogelio Morales, entre otros que no trabajan y “son muy perjudiciales para el organismo”.
Leonel Galindo comentó que personalmente se tuvo que hacer cargo de la comercialización porque “Andrés Manzano está de adorno y para robar, y no hacen la función por la cual los contrataron”, remarcó el ex director.
Declaró que al descubrir el robo del agua le favoreció en sus finanzas a la CAPAMA y al municipio, que permitió mejorar el ingreso de recursos federales.