Óscar Ricardo Muñoz Cano

La directora de la Escuela de Iniciación Artística de Acapulco, Liliana Donají Soto Monroy, declaró que, respecto a la queja por acoso presentada ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y en la Contraloría General del Ayuntamiento de Acapulco contra ella y otra funcionaria, así como contra un maestro por parte de la ex colaboradora Alondra Berber Mijangos, sólo habrá que esperar a que las autoridades actúen.
En breve charla telefónica, dijo que “nosotros esperaremos la resolución que corresponda, otra que cosa que haya que opinar la verdad no, los asuntos están donde tiene que estar y esperaremos la resolución de las autoridades”.
Antes de ello, sólo adelantó que “nosotros estamos en la escuela trabajando, hay talleres que se vienen extras para inicios de octubre tomando en cuenta que la población sigue encerrada y nosotros nos estamos enfocando en eso, nuestras clases en línea”.
“Realmente a mí lo que me preocupa, lo que me toma mi tiempo es la escuela, seguir haciendo los talleres, que cada vez se puedan ver mas beneficiados (…) Lo demás son cosas que suceden, ahí no sé qué decir al respecto, cada quien tiene objetivos distintos y el de nosotros es seguir trabajando en la escuela con todo lo que se viene”. Recordó que sólo queda un año de la administración municipal y reiteró que son las autoridades quienes tienen que opinar y actuar.
El pasado lunes se hizo pública la queja presentada en febrero por la escritora y promotora cultural Alondra Berber contra dos funcionarias de la Escuela de Iniciación Artística Asociada de Acapulco G65 –la directora y la responsable de Control escolar–así como contra un maestro de música por malos tratos, una campaña de desprestigio y despido injustificado luego de que denunció una agresión sexual.
Y es que luego de haber hecho la queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y en la Contraloría General del Ayuntamiento de Acapulco, a la fecha, casi siete meses después, no hay ninguna resolución (El Sur, edición del 15 de septiembre, 2020).
Tras ello, Berber consideró necesario hacer visible la denuncia para prevenir actos futuros de violencia explícita y sutil, aclarando que no pide restitución del empleo, sino medidas de no repetición y reparación del daño, que inhiban el acoso y hostigamiento sexual y laboral en las instituciones de gobierno, como la que describe en los documentos de denuncia en los que narra, entre otras cosas, que un profesor de música fue acosado por la directora de la escuela y la responsable de Control escolar para que renunciara y su plaza fuera ocupado por la pareja sentimental de ésta última.
Dicha pareja sentimental, maestro de música también, fue señalada de tocar de manera indecorosa a Berber Mijangos en diciembre de 2019 y cuya denuncia derivó en el despido de la propia Berber Mijangos a principios de este 2020.