* Denuncian colusión entre judiciales y una banda de asaltantes de Petaquillas * Ya se han interpuesto más de 11 denuncias, pero a la fecha no hay seguimiento de éstas, acusa la representante de joyeros de la calle 5 de Mayo, María López Iglesias

 Karina Contreras * Cuatro organizaciones de vendedores de joyería del Centro bloquearon por cinco horas la avenida Cuauhtémoc, entre las calles 5 de Mayo y Eduardo Mendoza, para exigir a las autoridades policiacas que pongan un alto a la delincuencia organizada, pues aseguran que ha saqueado sus locales.

Asimismo demandaron la aprehensión de Moisés Zenif González Adame, alias La Vaca, de quien aseguraron que pertenece a una banda de asaltantes de Petaquillas, la cual ha participado en varios robos.

Otras de las peticiones fue la presencia de integrantes de la Policía Federal Preventiva (PFP) para que resguarde sus locales, ya que –dicen– ellos también pagan impuestos, así como la devolución de una mercancía robada el lunes, de la cual se recuperó “más de 50 por ciento”.

Antes del bloqueo, que fue encabezado por el dirigente de los comerciantes del Centro, Antonio Pineda, así como de la Costera, Gustavo Téliz, los inconformes ofrecieron una conferencia de prensa en el restaurante Sanbors del Centro, donde denunciaron que viven en un estado sin ley, donde la delincuencia ha rebasado a las autoridades.

Allí reprocharon el “burocratismo” que se da en los ministerios públicos, “los cuales muchas veces tienen relación con los delincuentes”.

La secretaria general del joyeros de la calle 5 de Mayo, María López Iglesias, dijo que en lo que va del año han interpuesto más de 11 denuncias por robo, “pero hasta la fecha no hay seguimiento de las mismas”.

Al contrario –agregó– los saqueos a los establecimientos siguen a cualquier hora del día, y aunque los delincuentes han sido identificados por los comerciantes y la Policía Judicial y Preventiva, “éstos se saludan y hacen negocio con los agentes”.

Por su parte, Juan Manuel Guillén Peñuelas, de quien el lunes por la madrugada fue saqueado su negocio y el botín fue de 2 millones de pesos, se dijo molesto y decepcionado por el burocratismo de la justicia.

Explicó que en un año ya ha interpuesto dos denuncias por robo: la primera fue el 11 de julio de 2001, quedando la averiguación previa TAB/I/ 782/2001, y la más reciente que es la TAB/I/1123/ 2002, en las cuales los culpables confesaron haber participado y aún así fueron liberados por policías judiciales de la Agencia Central.

Guillén Pañuelas indicó que el robo se suscitó a las 4:15 de la madrugada, según el sistema de alarmas que tienen contratado, pero que la patrulla 199 reportó sin novedad cuando pasaban por el lugar a las 6 de la mañana.

El empresario aseguró que ellos tienen conocimiento de que la Policía Judicial del Estado “recibe de la banda de Petaquillas 27 mil pesos mensuales”, y que por ello están dispuestos a pagarles también a los agentes para que los apoyen.

Otro de los afectados, Lorenzo Román Chávez, pidió al gobernador René Juárez Cisneros más atención, pues la situación que priva en Guerrero es grave. Dijo que no basta con cambiar al procurador, sino efectuar investigaciones serias y esclarecer y recuperar lo robado.

Señaló que los comerciantes quieren cero tolerancia en Guerrero, “porque no se puede vivir en un estado de impunidad con los sueldos que ganan las autoridades judiciales”.

Pidió que se suspenda la seguridad para los funcionarios y que se pague para que cuiden a los ciudadanos, pues pagan impuestos y trabajan.

La protesta

Después de la conferencia, los integrantes de la Unión de Comerciantes Establecidos del Centro, la Unión de Joyeros del Centro, la Asociación de Comerciantes de la Costera y el centro joyero El Abuelo, se dirigieron a la calle 5 de Mayo, pero minutos después decidieron también bloquear la Cuauhtémoc, a la altura del monumento a Juan R Escudero.

Allí cerca de 100 comerciantes, con mantas en las que se leía “Alto a la delincuencia”; “Exigimos la recuperación de la mercancía  de Juan Manuel Guillén”; “Alto a la impunidad de la delincuencia por la policía judicial”, entre otras, se mantuvieron en la protesta, lo que provocó un altercado con un agente de Tránsito que les señalaba que eso era un delito federal “y que ya los quería ver cuando llegaran los antimotines”.

Los comerciantes también recibieron reclamos de algunos ciudadanos que les decían que no tenían la culpa de los que les pasaba y no tenían por qué sufrir los bloqueos.

Al lugar llegó el secretario de Protección y Vialidad, Leonel Villalobos Chávez, quien les decía a los inconformes que se fueran a cerrar las oficinas a la Procuraduría, y posteriormente les manifestó que el 8 de octubre él reforzó totalmente el servicio de seguridad de la calle 5 de Mayo.

Les pidió que presionar a la Policía Judicial del Estado, pues allí sólo provocaban congestionamiento vial.

Pero los quejosos se mantenían firmes y le señalaban que no se moverían hasta que fueran “autoridades competentes”.

Este comentario molesto al general, quien se retiró a un costado de la calle.

En entrevista, Villalobos Chávez indicó que cuando los hechos son consumados no pueden hacer nada, “porque no somos autoridades investigadoras ni ministeriales”. Manifestó que las instrucciones del alcalde Zeferino Torreblanca era “mantener la cordura y el diálogo con los inconformes hasta que se considere prudente”.

Cuando se le mencionó que agentes de su dependencia fueron señalados como cómplices del robo y de que en esa zona ha subido la delincuencia, respondió: “toda acusación debe ser probada ¿usted lo puede probar?. Y luego señaló que los comerciantes estaban mintiendo y que para eso la prensa revisara su información.

Al lugar también llegó el delegado de la PGR, Efrén Suástegui Anaya, con el del MP, Rafael Meza Adame, quienes tampoco lograron que los inconformes cedieran, sino al contrario, la actitud de ambos sólo provocó que se alteraran. Y es que el delegado Suástegui Anaya no daba una respuesta clara y concreta a las demandas, por lo que las exigencias de los comerciantes fue la presencia del procurador de Justicia, Jesús Ramírez Guerrero.

En declaraciones a la prensa, Meza Adame señaló que “no acepto las acusaciones de contubernio de los judiciales con la delincuencia”.

A las 2 de la tarde los inconformes bloquearon la calle Eduardo Mendoza, y amenazaron con seguir a la Costera si no se presentaba el procurador Jesús Ramírez.

A las 3 de la tarde llegó al lugar el secretario del ayuntamiento, Guillermo Ramírez Ramos, quien tampoco pudo hacer nada.

Pero ante la amenaza de desalojo por antimotines, los inconformes le decían a Ramírez Ramos que esa era la única forma de que les harían caso y le explicaban sus peticiones.

Al lugar llegó el jefe operativo de la SPV, Jaime Delgado López, con agentes del grupo especial Halcones y policías preventivos, además del subdirector de la PFP en el puerto, Mario Orozco Paz.Y después de 4 horas de bloqueo llegó el subprocurador de Justicia, Antonio Nogueda Carbajal, quien pidió una mesa de trabajo y después de escuchar las demandas se comprometió a poner una mesa en la primera agencia del MP para dar seguimiento a las averiguaciones hechas por los comerciantes.Asimismo, informó que las instrucciones dadas por el procurador de Justicia era que  la Contraloría del estado se pusiera a cargo de investigación, para revisar internamente que es lo que paso con la liberación de los delincuentes.Asimismo dijo que secundarán la petición del ayuntamiento para que la PFP brinde protección a los comerciantes de la calle 5 de Mayo.Los comerciantes se retiraron a las 5:30 de la tarde, pero con la advertencia de que si no había cumplimiento a los acuerdos ahora bloquearían la Costera.