* Los pobres pagan el agua más cara del mundo pues mil litros en pipa les cuestan 47 pesos, cuando a los hoteles les cobramos 28 a 30 pesos, aseguró el alcalde durante su intervención  

Hanako Taniguchi Ponciano, Agencia Reforma, ciudad de México * El presidente municipal de Acapulco, Zeferino Torreblanca Galindo, manifestó que la politización en el manejo del agua es uno de los principales problemas que ha causado los rezagos en materia hidráulica que vive el país y que hace que los pobres paguen el agua más cara, en la primera evaluación del Programa de Modernización de Organismos Operadores de Agua que se llevó a cabo en la residencia oficial de Los Pinos.“Se han politizado los organismos en algunos estados, se han dejado representantes como directores o gerentes que tienen más un criterio político que un criterio técnico y de capacidad.“Me parece que las políticas en materia de agua tendrá que insistirse en temas que vayan más allá de una administración: técnicos con capacidad, propuestas a largo plazo y no planteamientos cortoplacistas que en nada resuelven la profundidad y la magnitud”, dijo Torreblanca GalindoEl presidente municipal explicó que en el caso de Acapulco, el 20 por ciento de la población carece de agua potable, lo que aumenta los gastos del municipio que es el encargado de pagar las pipas que llevan el agua a las zonas sin agua potable.

“En Acapulco 20 por ciento de la población carece de agua potable entubada y tiene que obtenerla a través de pipas de agua y a través de las extracciones que hacen ellos mismos.“Pero esa agua no le cuesta a la gente, nos cuesta a nosotros. Es el agua más cara del mundo, mil litros en pipa nos cuestan 47 pesos, cuando a los hoteles les cobramos 28 a 30 pesos”, explicó en entrevista al término de la evaluación.Por su parte el secretario de Medio Ambiente, Víctor Lichtinger aseguró que en el caso de Chiapas, la población que carece de agua potable aumenta hasta 35 por ciento en todo el estado. La falta de cobertura en el sistema de agua potable y alcantarillado no sólo provoca que la población más pobre tenga que pagar un precio muy alto por conseguir agua, sino también ocasiona enfermedades que obligan a la población a gastar en medicamentos.“Quien no recibe agua teniendo el mismo derecho ciudadano, paga mucho más por ella, ya sea en dinero, esfuerzo o en salud. Aún hoy, en los albores del siglo 21, doce millones de mexicanos y mexicanas no cuentan con conexión directa y ellos tienen que acarrear el agua hasta sus casas, de fuentes poco seguras y muchas veces contaminadas.

“En zonas marginadas urbanas y rurales, la exposición constante a aguas residuales en arroyos, canales de desagüe y ríos, se incrementan los problemas de salud y agrava el círculo de la pobreza”, dijo Lichtinger.El secretario de Medio Ambiente consideró que una de las principales causas de este problema es la falta de pago por parte de los usuarios que no han tomado conciencia sobre la gravedad de la situación en la que se encuentra el sector hidráulico.“Tenemos a veces un concepto distorsionado de los pagos. Es necesario entender que lo que no pagamos directamente por el uso del agua, tarde o temprano, cada vez más temprano, lo pagaremos mediante su escasez, enfermedades y costos hospitalarios, deterioro del paisaje, pérdida de oportunidades económicas y de calidad de vida”, explicó el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.    De acuerdo con Mario Bustamante Grajales, director de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Chiapas, lo que hace falta, además de recursos, es instrumentar programas que abarquen a comunidades de menos de 50 mil habitantes que no se contemplan por parte de la Comisión Nacional del Agua.

“Lo que nos preocupa en estos momentos es que en las zonas urbanas hay asentamientos irregulares donde hay un núcleo muy importante de población que no tienen infraestructura y por lo tanto compran el agua muy cara, la compra en pipas y es la gente que más paga por el agua y reciben agua de dudosa calidad.“Hace dos semanas presentamos a la Conagua un proyecto de acciones que pensamos implementar en nuestro estado porque no hay un programa para estos municipios para reactivar su situación financiera. No hay un programa específico dirigido a los que tienen menos de 50 mil habitantes, entonces tenemos que impulsarlo para que coordinadamente podamos innovar y dar respuesta a esta situación”, explicó en entrevista.De acuerdo con la Conagua, actualmente ya se instrumentan programas enfocados a las comunidades rurales que carecen de agua potable, que suman un total de 6 mil personas en todo el país pero aún hacen falta recursos.“Tenemos programas específicamente dirigidos a las comunidades indígenas y a las comunidades rurales, pero la única solución para ampliar la cobertura hasta estas zonas es que haya más recursos disponibles para invertir en infraestructura”, dijo Cristóbal Jaime Jáquez.