EL-SUR

Jueves 04 de Julio de 2024

Guerrero, México

Acapulco  

Mantiene la esperanza de que regrese su hijo, desaparecido por policías en 2018

Celebran misa en la iglesia de San Judas Tadeo, en el barrio Tambuco por Jonathan Guadalupe Romero

Diciembre 23, 2022

Misa por el cumpleaños 30 del joven desparecido en 2018, Jonathan Guadalupe Romero Gil en la parroquia del Tambuco del fraccionamiento Las Playas Foto: Jesús Trigo

Jacob Morales Antonio

La madre de Jonathan Guadalupe Romero Gil, desaparecido por policías municipales de Acapulco, aún le compra ropa a su hijo, quien este jueves cumplió 30 años, y en su honor celebró una misa en la iglesia de San Judas Tadeo, en el barrio Tambuco.
Para la señora Socorro Gil Guzman, la última vez que pasó una cena con su hijo fue el 24 de diciembre de 2017. Jonathan fue detenido y desaparecido por policías municipales de Acapulco, el 5 de diciembre de 2018, en los alrededores de la cancha ubicada en el malecón.
Doña Socorro dice que cada diciembre, como antes de 2018, le compra ropa a su hijo con la esperanza de que vuelva y se la ponga, para ir a casa de su mamá en Coamazac, Taxco. Este jueves celebró una misa en su cumpleaños 30, y frente al altar de la iglesia colocó la imagen de Jonathan, junto a una veladora y flores blancas.
Recuerda que a su hijo le encanta ir al río y a la cascada del pueblo, cada que llegaba diciembre estaba ansioso, junto con sus hermanas, para irse y pasar allá la cena de navidad y comer pozole con su abuela.
Antes de ser desaparecido, Jonathan tenía 26 años y ya había acordado con su familia ir de vacaciones a Taxco y en poco tiempo mudarse a vivir allá, porque ya había concluido su carrera de abogado.
La señora Socorro también recordó que luego de la desaparición de su hijo, los días 23, 24 y 25 salió a las búsquedas que se realizaron con policías ministeriales en la colonia La Mira, y después en el Kilómetro 21, donde le tocó una balacera, porque tirotearon la caravana de policías ministeriales.
Desde esa fecha “no hay cena” en casa. Porque no ha pensado en ello, sino en su hijo, además de que fue desplazada por las amenazas que ha recibido, por exigir la presentación con vida de Jonathan.
“Esta navidad será igual que las otras: triste. Pero con un poco de alegría”, porque en casa una de sus hijas parió a dos gemelos y con ellos, ahora, colocaron un árbol de navidad y luces navideñas, “para mí es un rayito de luz entre la oscuridad”.
Llorando dijo que en el árbol colocó la fotografía de su hijo, “me da mucha tristeza pensar que vamos a pasar la navidad sin él, otro año más”.
A pesar de que se ha cambiado de casa, la señora aún guarda la ropa de su hijo, la lava y la cuelga para que esté lista en el momento en que regrese. Dijo que hace algunos días lavó los tenis de Jonathan, porque ya olían mal.