“Más que priísta, renejuarista”, Casimiro Vega Galeana llega al gobierno perredista de Acapulco de Félix Salgado Macedonio, nada menos que a la Dirección de Tránsito. Y nada menos como nuevo subdirector administrativo.
–Vienes de ser delegado del Registro Público de la Propiedad, y el que quedó en tu lugar te acusa casi de un desfalco –se le pregunta al instalarse apenas en su oficina, en alguna parte de la entrevista.
–Él habla de desvío, dice que 8 millones de pesos –precisa el que ha sido identificado como el hombre de las confianzas de Carmen Juárez Cisneros, hermana del ex gobernador René Juárez.
Pero dice que su conciencia “está tranquila”, porque a un año de haber entregado la dependencia al abogado Juan Perea –un cercano al gobernador Zeferino Torreblanca–, no ha sido requerido por la Contraloría.
En su primer día de trabajo, Vega Galeana firma un altero de permisos provisionales de circulación. Aquí también tendrá entre sus funciones la autorización de las licencias de manejo y de llevar el control de cuántos trámites de estos se expiden diariamente, “y obviamente que se ingrese lo que debe ser en Caja”, destaca.
Tendrá bajo su cargo el control laboral de aproximadamente 400 policías de Tránsito y de unos 120 trabajadores administrativos. Más de 500 empleados públicos de una de las dependencias que los gobiernos priístas convirtieron en uno de los nidos de la eterna corrupción. Procurará para todos su Seguro Social y su seguro de vida. Autorizará las altas y bajas en la nómina, descuentos, vacaciones, permisos.
Dice que se siente “bien, bien, excelentemente bien” al llegar a su nuevo cargo, el décimo cuatro de una larga carrera en el servicio público, pero en gobiernos del PRI. Insiste en sentirse agradecido con la “distinción” de sumarse a lo que llama “el proyecto” del alcalde Félix Salgado Macedonio, a quien respetuosamente llama “el ingeniero”. Ya hasta considera en afiliarse al PRD.

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Casimiro Vega es abogado egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de Azcapotzalco. Desde 1988, cuando terminó sus estudios profesionales se incorporó al gobierno de José Francisco Ruiz Massieu como jefe de la Unidad de Control de Gestión Prioritaria, una oficina de la Secretaría Particular del entonces gobernador. El secretario particular era Juan Carlos Hinojosa Luelmo, del círculo más cercano a Ruiz Massieu, como lo fue René Juárez, a quien sin embargo conoció hasta mucho después.
En el mismo periodo pasó a la Contraloría del estado donde ocupó el cargo de jefe del Departamento de Responsabilidades y Situación Patrimonial. Asimismo fue secretario particular del entonces director de Gobernación, Orlando Téliz Sánchez. Luego estuvo como jefe del Departamento de Asistencia Técnica a Municipios, del Centro Estatal de Desarrollo Municipal, lo que ahora es el la Coordinación de Fortalecimiento Municipal.
En 1990 tiene un primer acercamiento con René Juárez Cisneros, cuando éste fue alcalde de Acapulco. En el Ayuntamiento renejuarista fue funcionario en la Contraloría municipal, a cargo entonces de Baltazar Calvo. Pero es en el trienio de Rogelio de la O cuando conoce a Carmen Juárez Cisneros, a la sazón subcoordinadora del Programa Nacional de Solidaridad en Acapulco (Pronasol), donde fue su colaborador.
En 1994, gracias a la intervención de su ex jefe Juan Carlos Hinojosa –para entonces director de Comunicación Social del director general del Infonavit, José Francisco Ruiz Massieu– fue ubicado en el gobierno federal, siendo el último año de Carlos Salinas de Gortari como presidente de la República. Casimiro Vega fue entonces subdirector de Comunicación Social de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuyo titular era Fernando Solana, y en los últimos meses José Ángel Pescador Ozuna.
Fue ratificado en el cargo al comienzo del sexenio de Ernesto Zedillo, en el efímero paso de Fausto Alzate por la SEP, el que se presentaba con grado de “doctor”. Se quedó también cuando el secretario de Educación fue Miguel Limón Rojas, pero entre tanto reacomodo a mediados de 1995 quedó al descubierto que con el asesinato de Ruiz Massieu ya había quedado en el desamparo político.
Regresó entonces al puerto, donde primero sólo pudo encontrar trabajo como maestro de la Preparatoria de la Universidad Americana de Acapulco, fundada precisamente por Ruiz Massieu. No tardó mucho en llamarlo nuevamente Carmen Juárez Cisneros, en aquellos días subdirectora administrativa del DIF municipal, con Juan Salgado Tenorio como alcalde, y en el organismo fue jefe de Presupuesto y Control. Luego Carmen Juárez pasó a ser directora de Gestión Social y se lo llevó como subdirector.
Vino el huracán Paulina y Salgado Tenorio solicitó licencia. Pero ya en el círculo de los Juárez Cisneros, Casimiro Vega fue incorporado al Programa Emergente de Vivienda para los damnificados del meteoro, que coordinó el entonces secretario de Planeación, René Juárez.
Como candidato del PRI a gobernador, Juárez Cisneros lo nombró coordinador del Programa Estatal de Oportunidades en Acapulco, una de las estrategias de la campaña. Ya como gobernador, lo hizo subdirector de la Promotora de Playas, de la que siete meses después fue el director.
En marzo de 2001, Juárez Cisneros decidió moverlo al Registro Público de la Propiedad, donde lo nombró delegado en Acapulco, hasta que concluyó el sexenio.
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–Dicen que René Juárez te puso en el Registro Público, entre otras cosas, para ganar terrenos o para cambiar datos de algunas propiedades.
–Eso es falso. Te puedo afirmar categóricamente que yo no hice ahí ningún movimiento de nada.
“Yo siempre te lo he dicho a ti, que más que priísta he sido renejuarista”, reconoce sin embargo en otra parte de la entrevista.
Cree que las siglas del PRI son una losa más pesada que la etiqueta de renejuarista, y se sacude. “Las distinciones que tuve con los cargos en otras administraciones, en el caso del licenciado René Juárez, fueron siempre por decisión de él, no del PRI. No es que hable mal del partido, en lo absoluto. Mis respetos para todos”.
Y defiende: “Las amistades están por encima de todo. Mi amistad con René Juárez, con Carmen Juárez, pues es una realidad. Son mis amigos, son-mis-a-mi-gos. Mi amistad está en otro ámbito. Y mi lealtad ahorita con el presidente municipal, desde luego con el señor secretario (de Protección y Vialidad) y con el señor director (de Tránsito)”.
Casimiro Vega se propone “acabar con el coyotaje” en Tránsito, pues lo considera como “un cáncer que lacera la economía de los automovilistas”.
–Sí, porque los coyotes siguen existiendo, aquí todo mundo lo dice.
–Por supuesto que sí, por supuesto que sí. Estamos nosotros organizándonos y vamos a tener reuniones permanentes con los transportistas, con todas las agrupaciones, con todas las diferentes agrupaciones, para que ellos asignen un gestor exclusivo de ellos para que pasen directamente sin necesidad de la intermediación de los coyotes. Y amén de esto vamos a poner aquí vigilancia para que esos coyotes no hagan ya esa labor.
Al fin de la entrevista, el nuevo funcionario felixista dedica su primera jornada a tener todo listo para hacer su primer pago de nómina.