El panteón municipal de El Palmar ubicado en Paso Texca, se convirtió en un jardín de flores amarillas y rojas, familias enteras llegaron a visitar las tumbas en este Día de Muertos.
Este lunes desde las 8 de la mañana decenas de familias acudieron a dejar flores en las tumbas, algunas aprovecharon el domingo y por eso ayer la gran mayoría ya tenían flores y estaban pintadas.
El espacio cobró vida desde el viernes cuando vendedores ambulantes se colocaron en la entrada y otros en el estacionamiento del panteón, también así lo hicieron los promotores de las empresas que ofrecen servicios funerarios.
A pesar del llamado de las autoridades de no ir en familia a visitar a los muertos en el panteón, se observó que al panteón llegaron adultos mayores, acompañados de niños que apenas y caminan.
El señor Juventino Bracamontes junto a su esposa limpió la tumba de la abuela de su esposa, quien falleció en mayo pasado por causas naturales, precisó que no fue por Covid-19, ella tenía 85 años.
Después de lavar la tumba le dejaron flores de cempasúchil. El hombre lamentó que la abuela falleciera por negarse a ser atendida de su enfermedad debido a que para ella la religión era más fuerte que la propia medicina.
Respetando las medidas sanitarias, el hombre y su mujer indicaron que se anticiparon en acudir al panteón, para evitar la aglomeración que se prevé para este martes. Ponderó las acciones que los trabajadores del panteón han previsto para evitar los contagios.
El señor Juventino indicó que la sociedad ya comenzó a aprender a convivir con el virus de Covid-19 y a pesar de la arraigada tradición de acudir el 2 de noviembre al panteón, muchos se adelantaron y desde casa estarán acompañado a sus seres queridos.
En el recorrido en el panteón se observó y hubo quejas de algunos visitantes de un borbollón de agua ubicado en la parte norte del cementerio porque comenzó a afectar las tumbas de sus familiares, algunas estaban rodeadas de lodo y otras cubiertas por el agua cristalina.
Las tumbas al igual que las gavetas también tenían ofrendas florales, algunas hasta las fotografías de las personas que fallecieron.
El año pasado en pleno pico de la pandemia de Covid, se habilitaron 300 tumbas para fallecidos por la enfermedad, y ayer lució limpio y sin basura acumulada.
Mientras en el panteón de Las Cruces las largas filas de los automóviles estacionados continuaron en las laterales del bulevar Vicente Guerrero, y hubo más movimiento afuera del panteón por la gran cantidad de personas que acudieron.