Aurora Harrison

La alcaldesa, Abelina López Rodríguez, se negó a hacer declaraciones sobre lo ocurrido el viernes con reporteros de diversos medios de comunicación a los que culpó de alarmar sobre la violencia que se vive en Acapulco gente cercana a ella y “guaruras” agredieron e impidieron la labor de los reporteros.
Este hecho se dio el sábado durante la exhibición de altares por el Día de Muertos que organizó el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia, que se llevó a cabo en el Parque de la Reina, López Rodríguez llegó pasadas las 6 de la tarde y antes de empezar el recorrido unos reporteros trataron de entrevistarla sin tener éxito.
Por la noche del sábado en su cuenta oficial de Twitter la alcaldesa escribió, sin puntuación: “Para dejar claro que jamás soy partidaria de callar a los medios comparto que sus opiniones responsables ayudan a realizar un mejor ejercicio del gobierno usted ciudadano tiene la última palabra”.
Por lo contrario, guaruras de la alcaldesa agredieron al reportero Samuel Mendoza, del portal de noticias Ahora Guerrero, quien con su teléfono se acercó a la presidenta para preguntarle sobre los últimos hechos de violencia suscitados en la zona turística de la ciudad y en la Central de Abasto.
De acuerdo con Samuel Mendoza, lo jalaron del brazo, lo empujaron y le dijeron que la alcaldesa no iba a haber declaraciones hasta después que terminara el evento; tras esa acción se salió del tumulto que rodeaba a la presidenta.
Abundó: “Aproveché para entrevistarla cuando estaba en el recorrido de la segunda ofrenda sobre las reacciones de lo que había dicho respecto a los medios, y en eso una señora me dice ‘¡ahorita no va a dar entrevistas!’ y me hicieron un movimiento para sacarme”.
“Me sigo de frente y vuelvo a meterme para preguntarle si con lo que había dicho no ponía en riesgo la vida de periodistas, y en eso me empiezan a jalar del brazo dos hombres corpulentos, muy altos. Les dije que no me jalaran, y me enredé con el cable de mi celular, pensé que me lo iban a quitar, en eso interviene Octavio (director de Comunicación Social) y me soltaron”, dijo.
También cerca de él estaba el fotorreportero Raúl Sendic García Estrada, quien intervino para decir que no le pegaran al colega Mendoza, pero los “guaruras” le jalaron la cámara.
El primer altar que recorrió la alcaldesa fue el de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, y cuando pasó al que elaboró el área de Presidencia se escuchó un grito entre las personas que la seguían: “La vamos a proteger de los medios chayoteros”.
Los pocos reporteros que acudieron a cubrir el evento, no siguieron a la alcaldesa en su recorrido por cada uno de los altares. El parque estaba lleno de ciudadanos que aprovechaban para tomarse fotografías en los altares y con la presidenta, mientras que otros hacían fila para esperar a que les dieran pan con chocolate.
Al concluir el recorrido, la alcaldesa subió al templete en compañía de funcionarios y ediles e hizo la premiación de los altares y entregó el corespondiente a la ganadora del concurso de calaveras y su mensaje fue con relación a la fecha del Día de Muertos.
Cuando bajó del templete, esta reportera se acercó para obtener una declaración, y sólo respondió del evento. Cuando se le abordó sobre sus declaraciones del viernes, cuando culpó a los medios de alarmar y les pidió que no informaran sobre los hechos de violencia en la ciudad, gente que estaba con ella impidió la labor de esta reportera y empezaron a empujar, para que la alcaldesa, quien ya no quiso responder, pudiera salir sin ser entrevistada. Y entonces caminó hacia la mesa donde estaban repartiendo el chocolate caliente, elaborado por la mamá de la presidenta y una pieza de pan.
La única pregunta que respondió fue la que se hizo de la afluencia de personas que llegó al parque para ver los altares. “La verdad que es un evento emotivo entre la partida de nuestros seres y el encuentro con las familias, fue muy emotivo y estoy muy emocionada”, respondió.
En un segundo intento por entrevistarla, la regidora morenista Flora Contreras y gente cercana a la alcaldesa hicieron un cerco a su alrededor y empezaron a decir “permiso”, “danos permiso, vamos a pasar”, “no te vayamos a tirar”, “vamos a pasar” y sacaron a la alcaldesa.