EL-SUR

Miércoles 03 de Julio de 2024

Guerrero, México

Acapulco  

Podría tardar hasta cinco años la reparación de las lanchas de fondo de cristal, advierten

Los trabajadores ya están buscando otro empleo o se van de Acapulco a Los Cabos o Puerto Vallarta, y otros acuden a playa Manzanillo y ayudan a que otros barcos se recuperen de manera más rápida

Febrero 07, 2024

La playa Manzanillo volvió a convertirse en astillero para reparar embarcaciones, después del desastre que causó el huracán Otis Foto: Carlos Carbajal

Ramón Gracida Gómez

La reparación de todas las lanchas de cristal puede tardar hasta cinco años porque cuesta hasta 250 mil pesos y no hay apoyo del gobierno, entonces los trabajadores ya están buscando otro empleo o se van de Acapulco, advirtió el reparador de embarcaciones de playa Manzanillo, Alberto Lara de los Santos.
Comentó que los barcos que se encuentran en esta playa la misma marea del huracán Otis los trajo y hay otras embarcaciones, la mayoría de fondo de cristal de Caleta, que sus dueños las localizaron y “por sus medios las subieron a flote, las remolcaron y las trajeron aquí porque ahorita de momento es el único lugar donde se podrían reparar”.
Dijo que a la vuelta de la playa Manzanillo, que hasta 2019 era un astillero, se encuentra otro astillero, pero “tiene un año de espera para subir barcos y repararlos” y el Club de Yates está destruido.
Indicó que en Caleta había 50 lanchas de fondo de cristal, de las cuales sólo cinco han sido reparadas en Manzanillo y ya están trabajando con la revisión previa de Capitanía de Puerto; pero auguró que sólo el 10 por ciento del total estará listo para laborar en Semana Santa y en diciembre se podrían sumar cinco o seis embarcaciones.
Actualmente, ocho lanchas de fondo de cristal están siendo reparadas en playa Manzanillo, el proceso de reparación empieza desde que la sacan del mar, la suben a la playa y luego “a nivelarla porque la lancha al hundirse se descuadró, hay que alinearla y cambiar la madera que está dañada y después aplicarle fibra de vidrio para su protección y duración”.
Con la pintura, todo este proceso cuesta, mínimo, entre 180 mil y 250 mil pesos porque la madera larga, como la viga que estaba a unos metros de Alberto Lara, cuesta 6 mil pesos, y la tornillería es de acero inoxidable; y otro gasto es el motor, que cuesta entre 250 mil y 300 mil pesos.
Alberto Lara de los Santos dijo que “el sector turístico náutico no ha recibido apoyo directamente, gracias a Dios tuvimos el apoyo que nos dio el presidente de la República para reparar las casas o negocios, y algunos ese dinero pues lo están invirtiendo en sus barcos porque el barco es lo que les da para mantenerse”
“Y otra parte del dinero lo están consiguiendo a través de préstamos; según comentan, parece que va a haber apoyos para los prestadores de servicios turísticos porque venir Acapulco y sin ningún servicio turístico náutico, pues como que la gente no va a venir”.
Propuso que el gobierno facilite préstamos “con intereses blandos para poder salir de la crisis porque para uno es difícil, yo en mi caso, yo tenía cinco fondos de cristal, perdí cuatro, recuperé una y para que recupere las otras cuatro, tengo que trabajar aquí duro para poder ganar dinero, hacer una y volver a meter una y de aquí a un año”, él gastó entre 80 mil y 90 mil pesos porque él mismo reparó su lancha.
“Es mucha la inversión, yo creo que va a tardar para poderse nivelar, yo creo que va a tardar unos 5 años en nivelarse a como estaban antes, y algunos yo creo que ya no van a regresar porque es mucha la inversión, van a buscarse otro trabajo”, advirtió.
Dijo que los trabajadores que aún no tienen empleo porque las lanchas no han sido localizadas o reparadas, “se van turnando, o sea, trabajan unos un día, otros trabajan otro, se van turnando para poder subsistir porque no hay trabajo, mucha gente se quedó desempleada, capitanes de barco, marineros de barco”.
Algunos se han ido a Los Cabos o Puerto Vallarta a buscar empleo, y otros acuden a playa Manzanillo y ayudan a los trabajadores de otros barcos para que la reparación sea más rápida y puedan trabajar, como se observó en la tarde de este martes.
El resto de las embarcaciones que no están laborando o no están siendo reparadas siguen hundidas y para localizarlas se sumergen buzos y las sacan con tambos de plástico que “los llenan de aire y como si fueran unos globos, empiezan a levantar los barcos”.
Alberto Lara de los Santos expuso que él también es miembro de la cooperativa de Caleta de fondo de cristal y contó que Capitanía de Puerto los ha citado para hacer una lista de embarcaciones perdidas y “que más o menos nos demos una idea dónde se hundieron y que ellos mandarían personal de la Armada para buscar, pero es un poco burocrático pues, un poco lento el proceso”.
Son los mismos trabajadores de las embarcaciones que en su tiempo libre se sumergen en el mar para encontrarlas; frente a playa Manzanillo hay muchos barcos hundidos de grandes dimensiones, como uno está arrumbado en la arena, entonces Alberto Lara consideró “que va a ser una labor titánica, eh, hasta para la autoridad, sacar, limpiar toda la bahía”, principalmente porque no se cuenta con barcos especializados para rescate.
Además de las lanchas de fondo de cristal que están siendo reparadas, la playa Manzanillo también está ocupada por los cayucos de pescadores recuperados, entre 12 y 15 ya fueron reconstruidos, y algunos ya flotan en el mar y están yendo a pescar.