EL-SUR

Martes 18 de Marzo de 2025

Guerrero, México

Acapulco  

Pudieron reducir los manglares el impacto del huracán Otis, revela estudio de la UNAM

Advierten los investigadores que desde la década de 1980 Guerrero ha perdido la mitad de la cobertura de estos ecosistemas costeros

Enero 11, 2025

Ramón Gracida Gómez

Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revela que los manglares pudieron reducir los daños materiales del huracán Otis, pero desde la década de 1980 Guerrero ha perdido la mitad de la cobertura de estos ecosistemas costeros, advirtió uno de los autores de la investigación, Bernardo Adolfo Bastien Olvera.
El integrante del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático llamó al gobierno a restaurar los manglares donde protejan más ante los fenómenos hidrometeorológicos y que han sido destruidos a costa del “capital privado”. Uno de los puntos “más críticos” de la pérdida de manglares en Acapulco es la laguna de Tres Palos, señaló.
El artículo titulado La preservación de manglares pudo haber reducido significativamente los daños del huracán Otis en la costa de Guerrero, México, fue publicado en la revista internacional académica Science of the Total Environment, en diciembre pasado.
El documento señala que las regiones costeras se han convertido en puntos importantes de desarrollo económico con importantes inversiones en turismo e infraestructura, sin embargo, este crecimiento ha ocasionado una “degradación” del ecosistema, por ejemplo, de los manglares.
La destrucción de estas “defensas naturales” ha dejado a las áreas en desarrollo más “vulnerables” a los peligros que los manglares podrían mitigar, por lo que los autores del texto llaman a resaltar a revalorar la importancia de los manglares, no sólo como como componentes ecológicos, sino partes integrales de una resiliencia económica de las comunidades costeras.
La investigación se centra en el huracán Otis, el huracán más costoso de México que pegó en Guerrero, estado que alguna vez tuvo una “extensa cobertura” de manglares, de acuerdo con el Sistema de Monitoreo de los Manglares de México, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
El propósito de los académicos es demostrar cómo la preservación del “capital natural”, en este caso los manglares, pudo haber mitigado significativamente con el fin de subrayar la importancia de la preservación de los ecosistemas de las costas.
Con base en los datos de la Conabio, los investigadores comparan la cobertura de los manglares en dos años, el primero es 1981 y el segundo es 2020, tres años antes del paso del huracán Otis.
Sus resultados muestran que si se hubiera mantenido la cobertura de manglares de 1981, ésta hubiera protegido 85 hectáreas de la infraestructura durante el meteoro, por lo que la estimación es de 3.02 por ciento de reducción de daños de colonias afectadas.
Precisa que la cobertura de manglares pudo haber previsto la destrucción de 29 viviendas, correspondiente al 1.08 por ciento del total de destrucción de casas tras el paso del meteoro del 25 de octubre de 2023.
Por teléfono, Bastien Olvera, doctor en Geografía de la Universidad de California, en Davis, Estados Unidos, señaló ayer que estos porcentajes de reducción de daños resultan de un huracán categoría 5, pero que serían mayores si el fenómeno hidrometeorológico fuera de menor intensidad, por lo que aún queda la pregunta de cuánto ha sido el daño acumulado desde hace más de 40 años.
Explicó que los manglares ayudan a mitigar “las marejadas de tormenta y los vientos que vienen desde la costa, entonces digamos que tenemos grandes flujos de viento y también de agua que si no tenemos ningún manglar, llegan directamente, pegan de frente a las comunidades costeras”.
“Pero con manglar incrementa, por un lado, la rugosidad por la que pasa el viento y disipa esa energía al pasar entre las copas, entre el follaje; esta energía de viento, pues básicamente causa fricción con todo el follaje”, agregó. Lo mismo pasa con las olas que llegan a las costas por el sistema de raíces que tienen los manglares.
El especialista en impacto del cambio climático en ecosistemas y bienestar social, expuso que Guerrero ha perdido la mitad de sus manglares desde 1980 y señaló que uno de los “puntos más críticos” de la pérdida de manglares en Acapulco es la laguna de Tres Palos.
Precisó que utilizaron tres métricas de daños: pérdidas de casas, destrucción de colonias y de la vegetación aledaña a la zona. Son cifras obtenidas del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), que pidió a organizaciones internacionales echar a andar un análisis de datos satelitales de los primeros días después del meteoro.
Indicó que el modelo estadístico se basa en la pregunta respecto a “qué tan lejos te queda el manglar más cercano, entonces es como distancia de cada uno de estos hogares al píxel, al área, a la localidad en la que tienes manglar”.
“La diferencia entre los 80 a hoy en día es que la mitad de los lugares estudiados, o sea, en toda la casa aledaña a Acapulco, ya se encuentra el manglar mucho más lejos de lo que estaba; es decir, la mitad perdió su manglar más cerca, y en promedio, su manglar más cercano se alejó 300 metros de donde ellos se encuentran”, ahondó.
El académico comentó que hizo este estudio junto con otros colegas después “de ver la devastación, de escuchar muchos testimonios de lo que pasó después del huracán, y pues bueno, de darnos cuenta que estamos todavía a tiempo de poder ser más resistentes a ese tipo de desastres hidrometeorológicos que cada vez serán de mayor intensidad por el cambio climático”.
Bastien Olvera dijo que actualmente hay “mucha voluntad política” para restaurar manglares en México porque la visión es que los ecosistemas son “aliados” en el desarrollo, “entonces hay que tomarles esas palabras y exigir que realmente no se quede en este discurso”.
El estudioso en sostenibilidad y modelación económica destacó que una aportación de su investigación es que la restauración de los manglares debe tomar en cuenta en dónde protegerían más.