En la misa para coronar a la Virgen María como Reina de la Paz, se presentaron los integrantes de la asociación civil Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, que pidieron a los católicos hacer conciencia de la situación para que no sigan desapareciendo personas.
También se pidió a familiares de víctimas de la violencia que pusieran en una mesa las fotografías de sus fallecidos.
Al final de la celebración eucarística, la madre de Crystel Dariman Alquicira Cortez, Leticia Rafaela Cortés, se acercó a esta reportera para solicitar que se le ayude a localizar a su hija que desapareció el pasado 27 de abril y no han tenido ningún avance en la búsqueda, aunque ya hizo la denuncia ante el Ministerio Público.
El arzobispo Carlos Garfias Merlos pidió por quienes han perdido la vida por la violencia, y a las familias que han sido afectadas trabajar como comunidad en la construcción de la paz.
La misa se realizó en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en Costa Azul, y fue presidida por el arzobispo. Luego de la coronación, antes de concluir, el párroco de esa iglesia, Bulmaro Hernández, presentó a un grupo de familias de desaparecidos.
Uno de ellos tomó el micrófono e informó que eran la asociación civil Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos y están integrados por 23 familias.
Dijo que tener un familiar de saparecido no nada más les pasa a ellos sino que “le puede pasar a cualquiera”.
Añadió que todos buscan a sus familiares con la esperanza de que estén con vida, aunque saben que podrían encontrarlos muertos.
El orador llamó a hacer conciencia para que no haya más desaparecidos: “el gobierno no quiere saber cuánta gente está desaparecida, no nos importa, lo que nos importa es encontrarlos”.
El arzobispo pidió a los católicos que acompañen con oración a quienes tiene desaparecido a un familiar o son víctimas, a estar cercanos a ellos, y mantenerlos cerca en medio “de las diferentes expresiones de violencia”.
En su mensaje al iniciar la misa, expuso que la Virgen María invita a los católicos a construir la paz, y que desde su regazo cuida y protege para que surjan sentimientos de construcción de la paz en donde pareciera que se recrudece la violencia.
Los exhortó a participar en la celebración por quienes han perdido la vida por la violencia y la inseguridad y por las familias.
En la homilía, Carlos Garfias indicó que es tiempo de ofrecer misericordia, atención y acompañamiento a quien más lo necesite y más en tiempos de violencia e inseguridad
Convocó a meditar la manera de estar con Cristo: “seamos constructores de paz dispuestos a acompañar a nuestros hermanos que se encuentran en circunstancias especiales consecuencia de la violencia e inseguridad”.
Así como a los jóvenes, mujeres y familias para evitar que sean víctimas de la violencia, “la paz surgirá de lo más profundo de nuestro corazón”.
En el altar, del lado derecho se colocó la imagen de la Virgen María para ser coronada y del lado izquierdo una mesa pequeña para que los familiares de las víctimas de la violencia colocaran su fotografía. “Era mi sobrino, me lo mataron” dijo susurrando una mujer de la tercera edad mientras quitaba las dos imágenes que colocó.
El párroco Bulmaro Hernández agradeció a los asistentes y les dijo que eso los anima a seguir trabajando en el proyecto de de construcción de paz.
Al terminar la celebración, Leticia Rafaela Cortez pidió ayuda para localizar a su hija Crystel Dariman Alquicira Cortez, de 18 años.
La joven, que está casada con un militar desde hace tres años, desapareció el 27 de abril cuando fue a la casa de su suegra a lavar ropa porque su esposo llegaba el 1 de mayo. Crystel, según relató su madre. Salió de su casa a las 8 de la mañana y a las 12 del día le avisaron que había desaparecido, sin darle más detalles.
Después un tío del esposo de su hija le indicó que la joven salió de la casa de su suegra a comprar y ya no regresó, sin embargo en la vivienda encontraron todas sus pertenencias.
“No sabemos qué pasó ahí, ya hice la denuncia en el Ministerio Público pero no nos dicen nada, no se avanza en nada para saber qué pasó con mi hija”, señaló Leticia mientras sus ojos se llenaron de lágrimas.
A menos de un mes de la desaparición de la joven no hay quien le dé una pista, por ello Leticia comparte fotos de la joven, números telefónicos y la petición a su hija de que se comunique “por favor”.