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Miércoles 24 de Abril de 2024

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Economía  

“Allá es más fácil contagiarse que acá”, dice turista mexiquense en playa Bonfil

Mariana Labastida En la Bonfil los meseros de algunos restaurantes ofrecen la renta de palapas o servicio de alimentos y bebidas en la playa a pesar del cierre de éstas desde la semana pasada. “Hay recorridos de las autoridades pero vienen en la mañana y regresan en la tarde, se puede estar todo el día … Continúa leyendo “Allá es más fácil contagiarse que acá”, dice turista mexiquense en playa Bonfil

Abril 10, 2020

Mariana Labastida

En la Bonfil los meseros de algunos restaurantes ofrecen la renta de palapas o servicio de alimentos y bebidas en la playa a pesar del cierre de éstas desde la semana pasada.
“Hay recorridos de las autoridades pero vienen en la mañana y regresan en la tarde, se puede estar todo el día sin que los molesten”, ofreció uno.
En uno de los accesos una patrulla de la Guardia Nacional y un camión con integrantes de la misma se resguardaban del sol. Contaron que por la mañana recorrieron las playas y lo harían nuevamente entre las 4 y 5 de la tarde. Mientras, esperaban esa hora y evitaban que alguien ingresara a la playa en el acceso donde ellos estaban.
En el primer acceso a playa Revolcadero el paso es libre. En el estacionamiento cercano a la zona de arena estaba un vehículo con placas del Estado de México estacionado. Sus propietarios son una pareja que disfrutaba del mar.
“Estamos más seguros aquí que no hay gente que allá, dicen ‘mantengan la sana distancia’, pero en el transporte público no se puede, es más fácil que te contagies allá que aquí”, comentó la joven luego de darle un trago a la lata de cerveza.
Estaban instalados en con una mesa de madera y dos sillas que les rentaron trabajadores de la zona. Eran los únicos dos turistas. En otra de las palapas estaban cuatro personas más pero eran residentes.
“Si vienen a sacarnos ahorita nos vamos. Vamos a comer y regresamos más tarde”, dijo el visitante al preguntarle si no habían visto policías o marinos que les dijeran que no podían estar en la playa.
Ambos tenían la información de que las playas estaban cerradas y eso fue lo que los animó para viajar a Acapulco por cuatro días, de miércoles a sábado, por los días libres que tenían. En el Estado de México son parte de la población que sigue trabajando.
En el mar estaban pescadores. Por la playa un joven con una red iba ya de salida después de sacar un huachinango.
En un recorrido al ingresar a la zona de restaurantes de la Bonfil se vieron vehículos con placas de Morelos, Ciudad de México y Estado de México. “Pásele, quiere servicio”, “le rentamos una palapa”, “aquí tenemos servicio de restaurante en la playa”, ofrecieron trabajadores de la zona.
Al preguntarles si las playas estaban cerradas, explicaron que sí, pero que la vigilancia se hacía por la mañana y regresaban por la tarde y había un horario por lo que se podía estar sin ningún problema.
En el acceso a un lado del restaurante Las Gaviotas se vio a cuatro grupos de personas, uno de ellos en el agua jugando con su mascota. Eran unas 15 personas aunque con mesas separadas, siguiendo la recomendación de sana distancia.
Otros se organizaban con un par de músicos a quienes les pagaron por una canción. Uno cantó junto con ellos para un video que grabó su pareja.
A lo lejos, más personas cerca del mar, incluso una pareja de adultos mayores. El director del Centro de Atención y Protección al Turista de Acapulco (CAPTA) Jondalar Castillo, indicó que haría un recorrido por la tarde en la zona de playa Diamante porque los habitantes de los condominios insisten en bajar a la playa con la puesta del sol.