Mariana Labastida

El segundo fin de semana largo para Acapulco ha sido “bueno”, consideraron empresarios. Indicaron que estos puentes son un respiro para los negocios turísticos, ante la posibilidad de que el próximo año ya no existan y que son los que permiten que algunas empresas se mantengan.
La propietaria del hotel Alba Suites, Mary Bertha Medina Cortés, manifestó que ante la alerta por la pandemia del coronavirus, a pesar de que se diga que el calor afecta el virus; “simplemente yo lo que sugiero para todos es que más vale ser exagerados en los cuidados que se puedan tener”.
Una propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador es que los fines de semana largo se eliminen, ante, señaló, la falta del conocimiento de las fechas cívicas por las que se dan los días de descanso.
“Está excelente la ocupación del fin de semana largo”, externó Medina Cortés, quien indicó que el sábado por la noche cerró al cien por ciento en el número de habitaciones ocupadas en la hospedería de su propiedad.
Recordó que para todos los hoteleros, restauranteros e integrantes del sector turístico, son un respiro los puentes largos, por lo que suspenderlos “será el fin de muchos negocios y hoteles, si los quitan para el próximo año”.
De la suspensión de clases a partir del 20 de marzo, dos semanas antes del calendario oficial para el receso de Semana Santa, Mary Bertha Medina consideró que será bueno para Acapulco, que el único problema que se podría tener es que la pandemia del coronavirus llegue al puerto porque “no hay ningún protocolo a seguir en los hospitales ya sean privados ni de gobierno”
Consideró que hay personas que van a preferir venir al puerto en lugar de estar en la Ciudad de México por la escasez de productos, y porque aparte se dice que el virus no es resistente al calor.
El gerente general de Suites Jazmín, Jorge Laurel González, resaltó que se tuvo entre sábado y domingo una ocupación promedio del 87 por cierto, y que ayer estuvo por arriba del 90 por ciento, por lo que consideró que fue buena.
Externó que saber si es de los últimos puentes largos está en reserva de la propuesta que haga el presidente, que siguen los hoteleros y los del sector turístico esperando que no se cancelen como lo externó López Obrador.
Expuso que con el coronavirus hay una afectación económica que puede impactar a Acapulco si se cancelan los fines de semana largos.
Dijo que es acertado que se hayan suspendido las clases, que espera que dicha medida dé un resultado positivo evitando que haya más casos de coronavirus en el país.
Laurel González también coincidió en que se puede beneficiar a Acapulco con la suspensión de clases, de acuerdo con el avance y la movilidad que tenga la pandemia en México, que permita a los nacionales disfrutar de los lugares turísticos del país y que la alerta se supere pronto.
El presidente de los Restauranteros de Caleta y Caletilla, José Luis Laredo Vargas, dijo que “a lo mejor a Acapulco le beneficia porque supuestamente al coronavirus no le gusta el calor, obviamente la gente va a querer estar por acá de este lado, pero si no hay trabajo no va a haber dinero y no se va a poder salir”.
Indicó que el puerto está preparado para atender a los turistas que lleguen, que se tiene la capacidad pero no para la atención médica, y consideró que de darse un caso en Acapulco entonces se evitará viajar. “Vamos a tomar todas las precauciones para que esto no suceda en Acapulco” .
Del segundo fin de semana largo, externó que los visitantes que llegaron no vinieron limitados, sino que compraron a los negocios locales y se vieron las playas llenas, por lo que consideró que fue bueno.