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Sábado 28 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Economía  

Don Antonio Sandoval, maestro restaurador y sastre del Niño Dios

Jacob Morales Antonio En los estantes del Mercado Central de Acapulco se han colocado los mejores trajes para los niños Dios que este 2 de febrero, Día de la Candelaria, se ocupan para conmemorarlo. Esa tradición del catolicismo es ahora parte de la ocupación del señor Antonio Sandoval, quien comenzó vendiendo trajes desde hace 10 … Continúa leyendo Don Antonio Sandoval, maestro restaurador y sastre del Niño Dios

Febrero 02, 2023

Niños Díos adornados con diferentes trajes, que están en venta en el Mercado Central de Acapulco Foto: Carlos Carbajal

Jacob Morales Antonio

En los estantes del Mercado Central de Acapulco se han colocado los mejores trajes para los niños Dios que este 2 de febrero, Día de la Candelaria, se ocupan para conmemorarlo.
Esa tradición del catolicismo es ahora parte de la ocupación del señor Antonio Sandoval, quien comenzó vendiendo trajes desde hace 10 años, pero terminó dedicándose al arreglo de los muñecos religiosos.
Sentado en una pequeña banca en el pasillo de su local, el hombre pinta una escultura de un metro de altura, ayudándose con una pistola de presión.
En su local se pueden encontrar diferentes imágenes religiosas, y también los famosos ropajes para el niño Dios. Las prendas van desde los 250 hasta los 600 pesos según el tamaño y el material usado para su elaboración.
Los hay de todos los colores, y brillos pero resaltan los blancos con toques dorados, o aquellos atuendos de San Judas, Juan Diego, y del Sagrado Corazón.
Antonio dice que las ventas aun no alcanzan su punto máximo, porque en otros años antes de la pandemia, es justo el 2 de febrero por la mañana cuando decenas de mujeres acuden de última hora a buscar el traje para el Niño Dios.
Las prendas que se venden van desde los 15 hasta los 60 centímetros, que son las medidas de los muñecos comerciales y más comunes que se pueden encontrar, dijo el hombre.
Contó que comenzó vendiendo prendas en el mercado, pero debido a que la mayoría de sus clientes llegaba con las reproducciones religiosas maltratadas o quebradas, para poder conservarlas como clientes les comenzó a dar mantenimiento con lo que tenía a la mano.
Conforme pasó el tiempo fue adquiriendo mayor experiencia, y comenzó a comprar equipo adecuado para realizar los trabajos de restauración, y ahora no solo vende ropa, también arregla los que están maltratados o quebrados.
Antes de Navidad, por día restauró entre 5 y 7 piezas de Niño Dios, y el costo iba de 200 a los 250 pesos, según el tamaño o lo maltratado que estaban.
El hombre indicó que la inflación lo afectó porque hay material que subió el doble de su precio como un líquido que pasó de costar 90 pesos el litro a 180 pesos.