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Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Economía  

Encuentran familias las playas de Acapulco más llenas de lo que pensaban

Los prestadores de servicios turísticos comentan que algunos turistas llegan al mar y al ver que hay gente, prefieren retirarse. También notan que los que están en condominios no bajan a la zona de arena

Mariana Labastida

Abril 02, 2021

Bañistas en su mayoria menores de edad captados en la playa Tlacopanocha Foto: Carlos Alberto Carbajal

Mariana Labastida

Siendo leal a Acapulco, de nuevo la familia Nochebuena llegó al puerto en las vacaciones de Semana Santa, pensaron que encontrarían menos gente, como el año pasado, pues pese al cierre de playas visitaron el puerto.
En esto mismo coincidieron con la familia Guerrero, cuyos miembros también pensaron que habría pocos bañistas en Acapulco, y decidieron viajar por primera vez al puerto.
Los prestadores de servicios turísticos comentaron que algunos turistas llegaban a la playa y al ver que había gente, preferían retirarse. También han notado que los que están en condominios no bajan a la zona de arena, y otros solamente para rentar la moto acuática o dar un paseo en banana, después regresan a sus viviendas.
En el acceso de plaza Polonia, donde el miércoles prestadores de servicios turísticos denunciaron la salida de aguas residuales, la salida del canal que fue cubierta con arena y colocaron sillas vacías. Los visitantes se instalaron en el mobiliario que está en la primera fila frente al mar, donde llega el oleaje que es alto y alcanza a mojar los pies.
A unos metros del acceso estaba la familia Guerrero, acomodada debajo de una de las sombrillas. Ellos rentaron un departamento en el condominio La Palapa, a través de la aplicación Airbnb, llegaron el lunes y regresan mañana a la alcaldía Gustavo A. Madero, en Ciudad de México, en donde viven.
El costo de la renta por los cinco días y cuatro noches que pagaron es de unos 9 mil pesos, lo que tendría un costo de 450 pesos por persona por noche, por un departamento frente a la playa; lo que les pareció un precio accesible, que incluso están pensando en regresar en diciembre.
“Nos regresamos mañana para no nos agarre el tráfico, porque pensamos que llegará más gente y ahorita está tranquilo, no hay mucha gente. Vemos mucha seguridad y medidas para evitar el contagio del coronavirus. La mayoría de los que pasan vendiendo algo traen cubrebocas y nosotros mantenemos distancia con otros bañistas”, dijo Jorge Guerrero.
Él viajó a Acapulco con su esposa e hijos. Es la primera ocasión que visitan el puerto y lo hicieron porque es un lugar cercano a su casa, “dijimos vamos a conocer, si vemos a mucha gente nos regresamos” o la otra opción era limitar su estancia en el departamento que rentaron, “lo que no queremos es tener mucho contacto con otras personas”, por eso es que no habían visitado el puerto, “no se nos antoja donde hay mucha gente”.
Lo que les pareció caro es el costo de los deportes acuáticos, mientras que el hospedaje, comida y traslado les parece justo.
Los que cada año visitan Acapulco son los Nochebuena, quienes llegaron este jueves por la mañana. Después de instalarse en el hotel Malibú, se movieron a playa Icacos, a donde llegaron con una hielera con bebidas y algunas botanas. Rentaron dos sombrillas con su mobiliario de playa, para sentarse los diez integrantes de las dos familias. Un prestador de servicios acuáticos les ofreció un paseo en banana, uno de los del grupo le preguntó cuántos cabían y en automático respondió que 100 pesos por persona, algunos se interesaron en contratar el paseo y pidieron que regresara después.
Los miembros de la familia Nochebuena son de Iztapalapa, Ciudad de México, y Zacualtipán, Hidalgo, se quedarán en Acapulco hasta el domingo. Esperaban que, al igual que el año pasado, encontrarían las playas casi vacías pero no fue así; sin embargo, consideraron que estaban tranquilas en comparación a otros periodos de Semana Santa, “esta tranquilo”, comentó uno de ellos.
Respeto a viajar, a pesar de los riesgos, otro de los viajeros externó que “el que se va a morir se va a morir y el que no, se va a quedar”.
Esperaban encontrar habitaciones más económicas por lo que el precio por noche se les hizo caro, aunque ya tienen planeados sus días en Acapulco, con el gasto promedio, al llevar a playa las bebidas que consumen y no tener que comprarlas a precio más elevado.