El presidente de la Federación de la Cámara de Comercio del Estado de Guerrero, Alejandro Martínez Sidney, dijo que en este mes 28 negocios cerraron en la zona suburbana por el delito de extorsión, que repuntó por la pandemia.
En declaraciones a reporteros, el empresario aseguró que los jóvenes, que pertenecen a pandillas, golpean y amenazan a los dueños de los negocios, como taquerías, tortillerías, talleres mecánicos, distribuidoras de abarrotes, materialistas y fondas.
Pidió a los policías de los tres órdenes de gobierno realizar recorridos de seguridad en la zona suburbana y atender el llamado de auxilio de los pequeños empresarios.
Sostuvo que el “estallamiento” de extorsiones en la zona suburbana es en las colonias Sabana, Zapata, Renacimiento y Sector 6, “estos comerciantes han expresado su desesperación y preocupación, por que estos grupos delictivos, que son pandillas, causan asesinatos y agresiones y están afectando la economía de esa zona. Todavía no tenemos ese problema en la Costera, ni en el primer cuadro de la ciudad”.
“Sabemos que la gente está desesperada y no tiene trabajo, pero esos jóvenes no pueden agarrar ese camino fácil, de ir a golpear o amenazar a personas que están trabajando honestamente. Estos jóvenes, que se trasladan en motonetas y transporte público, son un peligro latente”, puntualizó.
Por otro lado, Martínez Sidney dijo que los empresarios de los diferentes establecimientos de la Costera están acatando las nuevas medidas sanitarias, reduciendo el aforo de clientes y el horario, “la salud pública es prioridad, pero sin quitar el renglón de la economía. La economía no se puede detener por ninguna circunstancia, después del coronavirus”.
Indicó que los empresarios tienen un “quebranto económico”, incluso se redujo su poder de adquisición a lo básico y “hay otros que no llegan ni a lo elemental, hay gente que la está pasando muy mal, otros están pidiendo prestando y endeudándose”.