EL-SUR

Jueves 17 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Economía  

Por vez primera en nueve años bajaron las remesas enviadas de EU a Guerrero: Banxico

En el primer trimestre de 2024 fueron 704.5 millones de dólares, 17.3 millones menos que los 721.8 millones de dólares del mismo periodo del año pasado, según documento de esa entidad

Mayo 04, 2024

Ramón Gracida Gómez

Por primera vez desde hace 9 años, datos del Banco de México (Banxico) muestran una reducción de las remesas enviadas a Guerrero en el primer trimestre, puesto que de enero pasado a marzo sumaron 704.5 millones de dólares, 17.3 millones menos que los 721.8 millones de dólares del mismo periodo del año anterior, es decir, 2.4 por ciento menos.
La serie histórica del envío de remesas de los paisanos que viven en Estados Unidos revela que la última vez que ocurrió una reducción anual en el primer trimestre de un año fue en 2015, cuando ingresaron 293.4 millones de dólares en el primer trimestre, 3.2 millones menos que los 296.6 millones de dólares registrados en el mismo periodo de 2014.
Un documento del banco BBVA advierte que el efecto final en las familias receptoras de remesas es mayor por el efecto inflacionario y la cotización del dólar por debajo de 17 pesos, “lo cual se traduce en menos pesos al momento del cobro”.
Los tres primeros meses de 2016 acumularon 342 millones de dólares de remesas enviadas a Guerrero, luego a 368.3 millones en el siguiente año, a 374.6 millones en 2018, 406.2 millones en 2019, 486.9 millones en 2020, 559.5 millones en 2021, 673.1 millones en 2022 y 721.8 millones de dólares en 2023.
Este último año, Guerrero recibió 3 mil 181.8 millones de dólares, 191.7 millones más que los 2 mil 990.1 millones de dólares registrados en 2022, lo que representó un nuevo récord histórico desde 2003, primer año del que Banxico reporta los datos por estado, y que por noveno año consecutivo se estableció una nueva marca.
El documento del banco BBVA, publicado el jueves, destaca que los 5 mil 21 millones de dólares que México recibió por remesas en marzo, equivale una contracción de 3.3 por ciento en términos anuales respecto al mismo mes del año anterior.
“Esto pone fin a una racha de 46 meses al hilo con incrementos, que inició en mayo de 2020 y terminó en febrero de 2024”, establece y luego alerta: el “efecto final en los bolsillos de las familias receptoras de remesas en el país es todavía mayor”.
Además de la caída de remesas y el factor inflacionario que está en 4.4 por ciento, “se debe considerar que marzo fue uno de los meses en el que el precio del dólar estadunidense cayó por debajo de los 17 pesos, lo cual se traduce en menos pesos al momento del cobro”.
Precisa que en marzo de este año, el tipo de cambio promedio fue de 16.84 pesos por dólar, entonces el país recibió cerca de 84 mil 600 millones de pesos por remesas, lo que equivale a una contracción de 15.2 por ciento “en términos reales en los ingresos por este concepto para los hogares receptores”.
El análisis del banco muestra que la reducción de remesas también se vivió en otros países de América Latina y el Caribe, por lo que hay dos posibles explicaciones: la primera es un factor de calendario porque la Semana Santa cayó en la última semana hábil de marzo, por lo que pudo ocasionar que los migrantes no mandaran dinero a sus familiares por las dificultades de cobrarlo.
“Esto sugeriría que no hubo afectaciones estructurales en el flujo de remesas a la región, sino simplemente parte de las remesas se trasladarían para ser cobradas y contabilizadas en los primeros días de abril”.
Una segunda hipótesis, plantea BBVA, Estados Unidos “ya estaría llegando a un nivel en el cual es menos fácil absorber a la fuerza de trabajo migrante. Esto debido al importante flujo de migración y de refugiados que ha recibido ese país desde finales de 2020 y hasta la fecha”; en promedio se han registrado 200 mil aprehensiones e inadmisiones de migrantes en la frontera sur desde el año pasado.
Además, el sector industrial en México, dominado por las manufacturas, acumula dos trimestres de contracciones, “explicado en parte por una menor demanda de bienes duraderos en Estados Unidos”, explica, y luego sugiere que en los próximos meses se verá que la reducción de remesas es por un factor estacional “o estamos ante indicios de una posible desaceleración económica en Estados Unidos”.