La directora de la Comisión de Vigilancia del Sistema de Tiempo Compartido y el representante de la Asociación de Promotores de Clubes Vacacionales del estado coincidieron que la presencia de hoteles que manejen la modalidad de tiempos compartidos, lejos de ser considerada como una práctica agresiva e impositiva al turista, debe ser impulsada porque distribuye a los visitantes durante las 52 semanas del año y no solo las temporadas de alta afluencia turística.
En el actual padrón que ha sido actualizado por la comisión que pertenece a la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), encabezada por Mildred Carrasco hay 33 empresas constituidas en Acapulco y en Ixtapa-Zihuatanejo que comercializan tiempos compartidos, cuyo costo está entre los 40 mil hasta el millón de pesos.
Expuso que dicho costo depende de las semanas solicitadas, número de personas, días del año y calidad del inmueble.
Por su parte, el presidente de la asociación de Promotores de Clubes Vacacionales de Guerrero (Asproclub), Roberto Von Hauske, precisó que la industria de tiempo compartido en Acapulco es la única que ha tenido un crecimiento en cuanto a número de cuartos, debido a la intensa actividad de ventas que caracteriza a este sector turístico.
“Tiempo compartido es tradicional, no es un turismo alternativo es un turismo de primer nivel, es además el que se casa con el destino que le gusta que además es el único que tiene la capacidad de poder permear hacia el resto del sector turístico porque la gente que no tiene el poder adquisitivo para comprar una semana en Semana Santa, julio o agosto, tiene la capacidad de comprar en cualquier otra semana del año”, manifestó.
Por su parte, Mildred Carrasco informó que el tiempo compartido se ha convertido en una práctica comercial “fundamental” para el turismo porque solo genera turismo “durante las 52 semanas y los 365 días del año. Este sistema da muy buen resultado porque está dirigido a un turista cautivo”.
Explicó que los principales hoteles en Acapulco con esta actividad turística son el Mayan Palace, Avalon, Hotel Aladino’s, Tortuga, El Presidente y el Playa Suites y en Ixtapa, el Melia, Radisson y el Fontan.
Anunció que el Mayan Palace por medio de su filial Grand Mayan Regency abrirá una nueva opción para los turistas de tiempo compartido en Acapulco.
Por su parte, Roberto Von Hauske opinó que el turismo de tiempo compartido no se debe desdeñar porque está integrado regularmente por turismo de clase media y media alta.
Expresó que la mala imagen que adquirió el tiempo compartido en la década pasada fue porque no existía una ley que regulara esta práctica comercial y se hicieron muchos fraudes de empresas inexistentes.
“Sin embargo hoy existe la Norma Oficial 029 y la ley estatal que ejerce la Comisión de Vigilancia del Sistema de Tiempo Compartido del Estado de Guerrero que regulan un nuevo sistema de comercialización directa o por invitación a hacer uso de las instalaciones a la tarifa mínima de operación con el compromiso de hacer la visita al hotel y escuchar la plática de los promotores.
“También se hacen ventas off site, en el DF, Puebla o Guadalajara con respecto a bases de datos de los sistemas de televisión por cable o mediante promociones de tarjetas de crédito”, dijo.
“El tiempo compartido es una fuente de trabajo, el promotor de tiempo compartido es una persona que está regulada, paga impuestos, tiene seguro social, tiene una derrama económica interesante y genera que las semanas estén ocupadas con una derrama económica en temporadas bajas y altas”, finalizó.