Óscar Ricardo Muñoz Cano

Cientos de acapulqueños se volcaron ayer a las tiendas de súper servicio y negocios de comida en búsqueda de la tradicional rosca de Reyes, para darle continuidad a una tradición añeja tras la llegada de los magos a las casas dejándoles regalos a los niños.
Dicha tradición indica, que cada  6 de enero se reúne la familia y amigos para partir la rosca que en su interior esconde figuras que representan al niño Jesús y con él la promesa de comprar tamales para compartir el Día de la Candelaria (2 de febrero).
Esta costumbre de la rosca de Reyes tiene su origen, según a los historiadores, en la Europa de la Edad Media y fue traída a México por los españoles, arraigándose primero en el centro y luego a todo el país.
Desde muy temprano se pudo observar que de a poco se hicieron filas de gente para conseguirla rosca en cualquiera de sus variantes: rellena, de pastel o de panqué.
Tiendas como Aurrera, Soriana o Chedraui ofrecieron este manjar desde los 109 pesos la más pequeña y hasta 300 pesos la grande.
En todos los casos, conteniendo adentro el famoso muñequito que si bien en la mayoría sólo era una figurita de plástico, en otros son más elaborados.
A esta oferta se debe agregar la de lugares populares del puerto como la pastelería Cristal del centro o la de las tiendas Sanborn’s o Costco donde la fila pasado la mediodía era más que evidente ya que había gente que se llevaba hasta de más de diez piezas con la idea de revenderlas.
Así también, la de aquellos negocios pequeños que colocaron su producto en diferentes calles y avenidas del puerto y los promovieron, muchos de ellos, a través de las redes sociales.
De hecho, fue en redes sociales que el movimiento de promoción de esta tradición se vio más, tal es el caso de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Acapulco que a través de su dirigente Enrique Castro Soto invitaba a consumir lo productos de los socios.
A destacar, que por la tarde el hotel Kristal Beach regaló rebanadas de rosca a la gente.
A la entrada de la hospedería ubicada sobre la avenida Costera, casi en frente del Parque Papagayo, decenas de trabajadores instalaron varias mesas sobre las cuales se dispuso una gran rosca compuesta del tipo tradicional de varios metros y cuyas rebanadas fueron ofrecidas a los transeúntes.
“Porque nada es más gratificante que poder compartir! Feliz año! Feliz vida! Feliz todo! Que permanezca la magia en nuestros corazones siempre!”, escribió en sus redes sociales.