El alojamiento informal en Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo fue superior a la hotelería formal en 2020, de acuerdo con una evaluación realizada por el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac y la asociación Nacional de Cadenas Hoteleras.
El año pasado hubo una reducción en el alojamiento informal de 16.9 por ciento, en comparación con 2019; sin embargo, en diciembre se incremento un 2.3 por ciento. El promedio anual fue del 4.1, por lo que cerró el año con 324 mil 269 viviendas que se rentan en el país.
De acuerdo con este estudio, el promedio anual de ocupación en la hotelería formal fue del 29.9 por ciento, mientras que en el alojamiento informal alcanzó el 49.9 por ciento.
En el caso de Acapulco, la variación de ingresos, de 2019 y 2020, fue de 19.9 por ciento más; con una ocupación en el alojamiento informal del 41 por ciento anual y en la hotelería formal fue del 22 por ciento.
En el caso del binomio Ixtapa-Zihuatanejo, los ingresos de 2020 disminuyeron un 5 por ciento, en comparación con lo registrado en 2019. Aunque la ocupación en la hospedería formal fue del 30 por ciento y en el alojamiento informal de 42 por ciento.
En el estudio se indica que para el análisis se consideraron datos de Airbnb y HomeAway, ahora Vrbo, así como la base de información proporcionada por la firma Airdna. Expone que a pesar de las regulaciones fiscales, para el control de la llamada oferta extrahotelera a través de cobros a plataformas de renta de habitaciones, que no son hoteles, no se ha detenido la expansión de este tipo alojamiento. Incluso el alojamiento informal resultó menos afectado por la pandemia que la hospedería formal.
En 2019 se identificaron 311 mil 387 propiedades que ofrecieron su servicio de hospedaje a través de alguna de las dos plataformas indicadas, las cuales tuvieron por lo menos una renta anual y se tenían registradas 836 mil 300 habitaciones en el país.
Se estimó que la ocupación en viviendas con fines turísticos en 2020 fue del 49.9 por ciento, promedio que superó los porcentajes de años anteriores, aunque ha aumentado la oferta, tuvieron un ingreso de mil 569 millones 778 mil 634 dólares.
El estudio concluye que a pesar de que en la pandemia la oferta disminuyó las tarifas, la ocupación y estadía en la oferta informal aumentaron en mayo, cuando el país se encontraba en la Jornada de Sana Distancia. Las viviendas que operaron alcanzaron una ocupación promedio del 79.9 por ciento, con una estancia de 2.7 mayor y un 92.7 por ciento por arriba del mismo mes de 2019.
“En junio, la ocupación fue del 32.7 por ciento, mientras que la hotelería reportó rentados apenas el 5.5 por ciento de sus cuartos. Entre julio y diciembre las reservaciones se incrementaron y la ocupación se mantuvo en un promedio de 43.4 por ciento, mientras que la hotelería operó en ese mismo periodo con una ocupación que fue de apenas la mitad (23.9 por ciento)”.