EL-SUR

Sábado 14 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Economía  

Un Acapulco a medio levantar hallarán los turistas que lleguen en estas vacaciones

En la Costera hay por igual nuevos y remozados comercios y hoteles, así como otros cuyo avance es lento o de plano ya no volverán a abrir

Julio 17, 2024

La disco VIP ubicada arriba del restaurante Forza Italia continúa dañada y sin ventanas, a ocho meses del paso del huracán Otis en Acapulco Foto: Jesús Trigo

Ramón Gracida Gómez

En estas vacaciones de verano, los negocios de la avenida Costera están aún recuperándose de los estragos que ocasionó el huracán Otis hace casi nueve meses, pero cada vez es más visible el no retorno de varios establecimientos comerciales que están en renta o en venta, lo que acentúa más el abandono de la emblemática vía turística de Acapulco.
Un recorrido realizado al mediodía del lunes por la zona Dorada de Acapulco, enseña los avances de la reconstrucción tras el paso del meteoro del 25 de octubre del año pasado que deterioró severamente la fachada de las muchas edificaciones de la avenida turística; se desconoce si la reconstrucción siguió las medidas emergentes del gobierno estatal, pero el ejemplo más claro de la falta de su aplicación es la restauración de los anuncios espectaculares, supuestamente prohibidos.
La reconstrucción del centro comercial Galerías Diana es una de las obras de reparación más palpables del área turística porque la fachada de este edificio de varios pisos voló en pedazos en la madrugada del huracán categoría 5, dejando huecos de la edificación que han sido poco a poco tapados.
Los pocos negocios abiertos tratan de recuperarse económicamente a pesar de que sus instalaciones no están abiertas al 100 por ciento, como es el caso del restaurante de mariscos Fisher’s, donde hubo comensales en la mañana de este lunes y en el fondo de las instalaciones está pendiente aún la remodelación.
Del centro comercial, uno de los más importantes de la ciudad por las tiendas y el complejo cinematográfico Cinépolis –del que pronto se espera su regreso–, resaltan los grandes ventanales colocados en la entrada principal del centro comercial, que serán una de las pruebas del funcionamiento de las medidas emergentes emitidas por el gobierno del estado tras el paso de Otis para pedir que los edificios fueran reconstruidos para aguantar rachas de viento de hasta 300 kilómetros por hora.
La insistencia de la restauración de los enormes anuncios espectaculares, uno de ellos delante de los deteriorados hoteles Romano Palace y Tortuga, es el ejemplo más claro que, por el otro lado, las medidas emergentes no fueron respetadas por los empresarios dueños de estas estructuras metálicas que cayeron en el huracán e hicieron mucho daño a sus alrededores.
Frente a Galerías Diana, la entrada del hotel Emporio estaba llena a las 12 de la tarde de ayer, inicio formal de las vacaciones de verano, de automóviles de turistas, quienes van a ver metros más adelante la estructura superior del mercado de artesanías de La Diana aún en malas condiciones.
Y también se van a tomar fotos en las ranas del Señor Frog’s de enfrente, con un gran letrero al lado de renta del establecimiento que albergó por muchos años la tienda de ropa Tommy Hilfiger.
La Condesa, zona de bares y fiesta, muestra la ambivalente realidad de los establecimientos comerciales de la Costera puesto que algunos restaurantes y bares se han recuperado plenamente de la devastación por Otis, como la terraza Sunset que a los pocos meses ya estaba en funcionamiento, y Barbarroja, mientras que las instalaciones del Bungy y del restaurante Beto Condesa, abandonados desde antes del huracán, se caen a pedazos sobre la avenida.
Es desde este punto de abandono donde elementos de la Guardia Nacional vigilan la zona. En las noches hay un puesto de comida ambulante y metros más adelante, casi siempre hay bolsas negras de basura de las que los transeúntes esquivan.
La restauración de los hoteles es palpable en varias partes de la avenida turística, luce el retorno del ex Calinda, ahora Amares, pero se opaca frente a la reconstrucción inacabada de los hoteles Fiesta Americana y Presidente, en los que se ven los avances, pero los fuertes daños de las fachadas son perceptibles para los transeúntes.
El tráfico ocasionado por la colocación del nuevo drenaje frente al hotel Malibú permite a un automovilista observar a mayor detalle la devastación ambiental del Club de Golf y el colindante Centro de Convenciones, con los enormes troncos aún tirados pese a los esfuerzos de reforestación.
Enfrente, en la plaza en la que están el supermercado Soriana y Toks, se ofrecen los espacios disponibles para futuros comercios, a lado, el clásico restaurante Mariscos Pipos parece estar abandonado al igual que el Cici, cuya fachada dañada desde antes del meteoro del 25 de octubre se deterioró aún más tras Otis.
Esta sucursal del Frog’s tampoco va a regresar; un anuncio de venta o renta lo confirma, el Centro Cultural Acapulco también tiene grandes avances en la reconstrucción, pero aún es inaccesible para el público.
Los rezagos se perciben en esta zona de Costa Azul-Icacos, las fachadas de algunos grandes condominios no han sido reparados y la venta o renta de la famosa discoteca Alebrije, cerrada hace varios años, refuerza la imagen de que el abandono de ciertas partes de la avenida Costera se profundizó con el paso del huracán Otis.