Staff / Agencia Reforma

Washington DC /?Cdmx

El presidente estadunidense Joe Biden sostuvo ayer una llamada con el presidente López Obrador, dos días después de que el mandatario mexicano solicitara una disculpa, al revelarse que la DEA habría investigado la presunta inyección de dinero del narco en su campaña presidencial de 2006.
López Obrador había descalificado las publicaciones como calumnias y sugerido que la colaboración bilateral en migración y drogas podría verse afectada.
“En el espíritu de su sólida asociación (…) discutieron desafíos en nuestra frontera compartida y se comprometieron a continuar su asociación productiva”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
En la conversación, López Obrador reafirmó ante Biden la propuesta del gobierno mexicano, según informó su oficina en un comunicado que enlistó diez puntos.
Entre ellos, destacó la postura de “no optar por construir muros ni cerrar la frontera, porque no soluciona las causas de la migración ni resuelve el problema. Es pura propaganda político-electoral”, sostuvo el mandatario mexicano.
Además, el Gobierno mexicano propuso otras medidas, como la regularización de connacionales que llevan más de cinco años en Estados Unidos, la aprobación de 20 mil millones de dólares anuales para apoyar a países pobres de América Latina y el Caribe, y la suspensión de sanciones a Venezuela y Cuba para reducir los flujos migratorios.
López Obrador también planteó mantener el programa de recepción de migrantes por vías legales en Estados Unidos, combatir el narcotráfico y el consumo de drogas químicas como el fentanilo, regular la venta y exportación de armas a México, elaborar un plan de desarrollo conjunto para impulsar la industrialización y el comercio en el marco del Tratado de Libre Comercio, y reafirmar el compromiso de mantener relaciones de cooperación, amistad y respeto a las soberanías.

Mete Joe Biden presión para cerrar frontera

El presidente estadunidense, Joe Biden, celebró una iniciativa bipartidista divulgada ayer que le da la facultad de cerrar la frontera sur a migrantes que soliciten asilo y expulsarlos a México, al tiempo que urgió al Congreso a aprobar el proyecto de ley.
“Hemos alcanzado un acuerdo bipartidista a favor de la seguridad nacional que incluye el conjunto de reformas fronterizas más duras y justas en décadas. Yo lo apoyo firmemente”, dijo el presidente Biden este domingo urgiendo a la aprobación en el Senado y la Cámara Baja lo más pronto posible.
“Insto al Congreso a que apruebe este proyecto de ley de inmediato”.
El proyecto presenta algunas de las restricciones de seguridad fronteriza más importantes que el Congreso ha contemplado en años.
Incluyen hacer más difícil solicitar asilo, ampliar la capacidad de detención y cerrar de forma efectiva la frontera a nuevos ingresos si más de un promedio de 5 mil migrantes por día tratan de cruzar ilegalmente en el transcurso de una semana, o más de 8 mil 500 lo intentan en un día determinado.
“Durante demasiado tiempo, décadas atrás, el sistema de migración ha estado roto. Es hora de arreglarlo. Es por eso que hace más de dos meses ordené a los miembros de mi Administración que trabajaran con un grupo bipartidista de senadores para, finalmente, abordar seriamente el tema. Y eso es lo que han hecho: trabajar las 24 horas del día, durante los días festivos y los fines de semana.
“Ahora hemos llegado a un acuerdo bipartidista de seguridad nacional que incluye el conjunto de reformas fronterizas más duras y justas en décadas. Lo apoyo firmemente”, subrayó Biden.
Pero el presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, ha declarado que el proyecto de ley está “muerto al llegar” al recinto controlado por los republicanos. Y con el ex Presidente republicano Donald Trump haciendo campaña activamente contra el acuerdo, no está claro si la medida podría avanzar.
El senador Chuck Schumer, demócrata de Nueva York y líder de la mayoría, dijo que planea someter el paquete a votación inicial el miércoles.

Va el Senado de Estados Unidos por cerrar la frontera

La facultad que los senadores buscan para el Ejecutivo es similar a la política conocida como Título 42, utilizada por los presidentes Donald Trump y Joe Biden en la pandemia del Covid-19, y que justificó la expulsión de más de 2 millones de migrantes hacia territorio mexicano por razones de salud pública.
Hasta el momento, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha expresado si estaría de acuerdo con las expulsiones de migrantes de terceros países a territorio mexicano, pero senadores que negociaron la iniciativa son optimistas de que México aceptará.
“México actualmente tiene una asociación con el Gobierno de Estados Unidos, para aceptar la repatriación de algunos ciudadanos no mexicanos”, manifestó la senadora independiente Kyrsten Sinema, una de las negociadoras de la iniciativa publicada.
La iniciativa, de 370 páginas de extensión, propone endurecer los requisitos para solicitar asilo en EU negándole la posibilidad a aquellos migrantes que pudieron solicitar asilo en países de tránsito, y además restringe facultades al Ejecutivo estadunidense para otorgar permisos humanitarios de emergencia a personas de ciertas nacionalidades que tengan un patrocinador dentro de EU.