Agencia Reforma

Ciudad de México

Karla Itzel Tello Iglesias y Magdalena Tamara Soberanes Flores reconocieron que acusaron a la académica María Eugenia Reyes Ramos de la UAM Xochimilco de haber intentado atropellar a niños para justificar las agresiones contra ella frente a la CNDH cuando estaba ocupada por colectivas.
A través de una disculpa pública como parte del acuerdo reparatorio con Reyes Ramos confesaron su participación en los hechos en un documento publicado en redes sociales.
El año pasado fueron detenidas por posible posesión de droga en el desalojo del inmueble de la CNDH que estaba tomado por colectivas y renombrado como Okupa y después fueron señaladas como quienes agredieron el 13 de abril de 2022 a la mujer en su carro por no darles dinero.
“Hemos reflexionado sobre la violencia injustificada que ejercimos ese día sobre una mujer y su patrimonio, estamos convencidas que rebasamos y quebrantamos el límite y que nuestras reivindicaciones y derechos no pueden ni deben ser pretexto para lo que aconteció ese día”, señalan en el documento.
Reconocieron que posterior a su detención publicaron invenciones en la página de Facebook Okupa Cuba Monumenta Viva.
“Se publicó una versión falsa y distorsionada de los hechos, que intentó justificar nuestra acción al acusar a la Doctora Reyes de una inexistente agresión en contra de un grupo de niños. Hechos que nunca sucedieron y cuya difusión lamentamos”.
Ello debido a la afectación emocional y económicamente además de daños en otros ámbitos de su vida.
Se comprometieron a que no la intimidarán a ella ni a su familia y exhortaron a que quienes las acompañaron tampoco lo hagan.
Tras los hechos, la académica recibió descalificaciones y agresiones por parte de las compañeras de las detenidas en redes sociales.
Señalaron que reconocer lo que ocurrió les permite modificar su actuar para construir un mundo más justo.
Al respecto la hija de la académica, Ana López Reyes, acusó que la acusación falsa en contra de su mamá provocó que colectivas no las quisieran apoyar, pues le decían que no podían pronunciarse porque no sabían qué había hecho su mamá.