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Alex Saab comparece por primera vez ante un tribunal federal de EU por blanqueo de dinero

El empresario colombiano, presunto testaferro de Maduro que goza de inmunidad diplomática ya que fue nombrado por Venezuela como enviado especial con pasaporte diplomático, fue extraditado el sábado de Cabo Verde a petición de Washington. Rusia critica la medida y señala a EU por mantener al país sudamericano “en estado de conflicto latente”

Europa Press Madrid

Octubre 19, 2021

 

El empresario colombiano Alex Saab compareció ayer ante el tribunal federal de Miami, Florida, ante el cual será juzgado por blanqueo de dinero y por participar en un plan de sobornos.
Tras su extradición de Cabo Verde a Estados Unidos el pasado sábado, Saab compareció ayer en audiencia virtual ante el juez federal John J. O’Sullivan del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida.
Saab compareció esposado, con el pelo largo, mascarilla negra y con el mono naranja comúnmente utilizado para los reos del sistema judicial estadunidense para determinar una posible libertad bajo fianza mientras se desarrolla el juicio, pero su abogado temporal Henry Bell solicitó un aplazamiento para poder reunirse con su cliente ante un caso “muy complejo”, informa la prensa estadunidense.
La prórroga también es necesaria en vista de que el equipo legal de Saab espera la decisión de un recurso de apelación introducido ante el 11º Circuito de Apelaciones de Atlanta que alega que el empresario colombiano no puede ser enjuiciado porque goza de inmunidad diplomática, ya que fue nombrado por Venezuela como enviado especial con pasaporte diplomático.
El juez accedió a la solicitud de Bell y fijó la próxima audiencia para el 1 de noviembre. Será entonces cuando Saab deberá declararse culpable o no culpable ante el tribunal.
La fiscalía, por su parte, rechazó la concesión de la libertad provisional porque considera que existe un elevado riesgo de fuga.
Según el comunicado del Departamento de Justicia, el 25 de julio de 2019, Saab y Álvaro Pulido, su socio también de nacionalidad colombiana, fueron imputados por delitos de “conspiración para cometer lavado de activos y siete cargos de blanqueo de dinero”.
La investigación apunta a que, desde noviembre de 2011, Saab y Pulido conspiraron con otras personas para lavar dinero procedente de sobornos y guardarlo en cuentas bancarias en el extranjero tras pasar por Estados Unidos.
“Como resultado del plan, Saab y Pulido transfirieron aproximadamente 350 millones de dólares fuera de Venezuela, a través de Estados Unidos, a cuentas en el extranjero que poseían o controlaban”, explica el texto.
Saab fue detenido el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde a petición de Estados Unidos cuando realizaba una escala de reabastecimiento. Finalmente se aprobó el proceso de extradición, culminado el pasado 16 de octubre. Caracas considera esta extradición un “secuestro” y suspendió su participación en las negociaciones con la oposición lanzadas en México en protesta por la misma.
Por otro lado, el gobierno ruso manifestó ayer su preocupación por la suspensión del diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela tras la decisión de Caracas de anular su participación en protesta por la extradición a Estados Unidos de Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro, una medida “brusca y mal pensada”, según Moscú.
“Nos preocupan las noticias sobre la interrupción del diálogo que están sosteniendo en México el gobierno de Venezuela y la opositora Plataforma Unitaria, sucedida a causa de la extradición a solicitud de Estados Unidos del miembro de la delegación gubernamental venezolana en esas negociaciones y enviado especial del presidente de Venezuela, Alex Saab”, expresó la portavoz el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova.
Por ello, Moscú insta tanto a las fuerzas exteriores que participan directamente en el proceso negociador, como a las que se encuentran cerca de éste, a impedir que se ejerza presión sobre las partes venezolanas.
“Más de una vez hemos llamado la atención sobre una especial responsabilidad que recae sobre las fuerzas exteriores por la formación de un clima de confianza durante el diálogo y hemos advertido sobre las consecuencias destructivas que podrían tener unos pasos bruscos y mal pensados”, añadió Zajarova.
“Lamentablemente, no se nos escuchó. No se impuso la intención de contribuir a las negociaciones sino el interés por mantener a Venezuela en estado de conflicto latente y bajo sanciones rigurosas, además en un momento en que los dialogantes empezaron a encontrar y constatar la coincidencia de sus posiciones en algunos puntos”, añadió Zajarova.
Estados Unidos exigió a Venezuela poner fin a los “abusos contra los Derechos Humanos” y volver a las negociaciones políticas con la oposición, a lo que Caracas afeó a Washington “hablar en nombre del pueblo venezolano” y le acusó de “violar masiva y sistemáticamente los Derechos Humanos” de los venezolanos.
El portavoz del Departamento de Estado estadunidense, Ned Price, remarcó en una conferencia de prensa su apoyo a las conversaciones entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición, las cuales “deben conducir a la restauración pacífica de la democracia que el pueblo de Venezuela desea y merece con tanto fervor”.
La respuesta del gobierno venezolano no se hizo esperar y el Ministerio de Exteriores emitió un comunicado en el que rechazó “categóricamente” las declaraciones de Price, quien “demuestra que su gobierno opera como una poderosa maquinaria mundial para la violación sistemática de los Derechos Humanos y la violación flagrante y permanente del derecho internacional a nivel global”.