El partido de Mariano Rajoy se vio ayer fortalecido por los resultados de las elecciones locales de Galicia, donde consiguieron una amplia mayoría absoluta, mientras que en el País Vasco los nacionalistas lograron ganar por mayoría simple, con una fuerte caída de los socialistas, que registraron unos resultados muy desfavorables en ambas regiones.
Con el total del escrutinio realizado, el candidato del Partido Popular (PP) de Galicia y actual presidente de la región, Alberto Núñez Feijoo, consiguió 41 escaños y logró así su tercera mayoría absoluta.
La tierra natal de Rajoy, feudo del partido, respaldó a los conservadores, una victoria que le da un balón de oxígeno al líder del PP, en plena negociación por formar Gobierno en España.
Tras conocerse los resultados, un exultante Feijoo compareció para agradecer el apoyo recibido. El político destacó que Galicia es “una excepción en la política española” ya que es la única comunidad en la que un partido logra gobernar por mayoría absoluta.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, declaró en una rueda de prensa que se sienten satisfechos con el resultado, que ha dejado “claro” que “los españoles una vez mas han apostado por la seguridad, la estabilidad y gobiernos que les den confianza”.
Asimismo, “han penalizado con su voto a los que generan bloqueo institucional y bloqueo a su país”, dijo la política en referencia al líder socialista, Pedro Sánchez, a quien sugirió hacer “una reflexión”.
Los resultados de Galicia, en el noroeste español, no fueron buenos para el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez, pues logró menos votos que En Marea, la coalición de partidos de izquierdas entre los que está Podemos y que participaba por primera vez en unos comicios locales en Galicia. Pese a esto, ambas formaciones obtuvieron 14 diputados.
El Bloque Nacionalista Gallego (BNG) logró seis escaños, mientras que finalmente los liberales de Ciudadanos se quedaron sin representación en la cámara de esta comunidad, en la que ha votado un 63,7 por ciento de la población.
En el País Vasco, donde hubo una participación del 62,2 por ciento, la victoria fue para los nacionalistas del Partido Nacionalista Vasco (PNV) con 29 escaños, dos más que hace cuatro años. Cayeron sin embargo los independentistas de EH Bildu con 17 parlamentarios, cuatro menos que en 2012, mientras que Elkarrekin Podemos logró 11 diputados.
Esta era la primera vez que en ambas regiones medían sus fuerzas los conocidos como “nuevos partidos”, el izquierdista Podemos y el liberal Ciudadanos. Mientras que el primero tendrá una amplia representación en ambas cámaras, la formación liderada por Albert Rivera ha sido la gran fracasada de los comicios.
El resultado para los socialistas fue catastrófico también en esta comunidad, ya que ha reducido casi a la mitad su representación al pasar de 16 diputados en 2012 a nueve en esta elección, los mismos diputados que ha conseguido el PP. Así, habrá que ver si los resultados tienen consecuencias a nivel nacional, especialmente para el líder socialista Pedro Sánchez.
Estas elecciones son importantes en España porque pueden servir a los partidos de ámbito nacional para medir sus fuerzas en un momento clave en el país, que atraviesa una crisis política sin precedentes, con un Gobierno en funciones desde hace más de nueve meses.
Finalmente la participación se mantuvo en la media y la jornada electoral transcurrió con normalidad en los más de 3.100 locales electorales repartidos por ambas regiones, donde los ciudadanos han elegido a los representantes de sus respectivas Cámaras regionales, formada cada una de ellas por 75 diputados.